Acerca de Agustin Alberti

Periodista y Lic en Derecho. Miembro de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE). Ex corresponsal de TVE en París, Londres y ante la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa.

PARIS, SAMARCANDA, D. JUAN CARLOS, UN VIAJE INESPERADO

El “Institut du Monde Arabe” es habitual parada en mis visitas a París. Su librería resulta imprescindible para los interesados en el mundo musulmán y Uzbekistan brilla estos días con luz propia en la exposición  ”SUR LES ROUTES DE SAMARCANDA”

Cartel anunciando la exposición sobre Samarcanda en el Instituto del Mundo Árabe de París.

1984, los reyes de España visitan la URSS

Mayo de 1984. Los reyes de España visitan oficialmente durante seis días, por primera vez, la Unión Soviética. Tuve el privilegio de pertenecer al equipo de periodistas y técnicos que TVE movilizó para cubrir el histórico evento. Contar anécdotas de ese viaje llenaría algunas páginas por eso me voy a centrar exclusivamente en la fascinante visita a Uzbekistan. Vino a mi memoria al visitar recientemente en Paris la exposición “Sur les routes de Samarcande, merveilles de soie et d’or”.

Los reyes D Juan Carlos y DªSofía recibidos en Moscú por el ministro de exteriores Gromyko (1984)

Alguien de la embajada de España nos afirmó que desde su llegada a Moscú el embajador español José Luis Xifra había pedido autorización para viajar a Taschkent  y  Samarcanda pero sólo gracias a la visita ofrecida por las autoridades soviéticas a los reyes D. Juan Carlos y  Dª Sofía había podido satisfacer su deseo de conocer esos lugares tan significativos para la historia de las relaciones entre Oriente y Europa. 

A nuestra llegada a Taschkent, capital de Uzbekistan, la sensación de una ciudad moderna y luminosa acompañaba al impacto de sumergirte en pleno mundo musulmán en el interior de la Unión Soviética. Moscú-Taschkent cuatro horas de avión y actos oficiales ante la gran plaza con su llama permanente en honor de los uzbecos caídos en la segunda guerra mundial. Visita al Metro construido con lujos parecidos al de Moscú y con técnicas contra terremotos.

El autor de este artículo en Tashkent ante el monumento
a los caídos uzbekos en la II Guerra Mundial (1984)

Una vez en Samarcanda, a una hora de avión de la capital, el impacto producido al visitar los edificios que han quedado en pie, testigos elocuentes del imperio de Tamerlán, no es fácil de describir. Sólo un paseo contemplativo por las medersas, mausoleos y edificios que dejó ese gran emperador de origen turco-mongol conocido como Timur i Lang (Timur el Cojo), puede introducirnos en ese mundo que jugó y juega actualmente, un papel primordial en las relaciones entre oriente y Europa y en la nueva Ruta de la Seda que China pretende convertir en pleno siglo XXI en la ruta fundamental para el comercio con oriente.

Desde su independencia, obtenida después de la caída de la Unión Soviética, aunque miembro de la Comunidad de Estados Independientes formada con varios pises que pertenecieron al imperio soviético, Uzbekistán ha incrementado año a año su importancia en el concierto de las naciones. Esto no sólo por su capacidad de recursos naturales y su posición geográfica sino por su significación histórica y artística que se condensa en su antigua capital Samarcanda. A esa lejana ciudad ya el rey de Castilla y León  Enrique III enviaba como embajador a Rui González de Clavijo que llegó a vivir la muerte del emperador Tamerlán en 1405 y su enterramiento en el mausoleo Gur-e Amir de Samarcanda, monumento terminado por su nieto Ulugh Beg que merece una detallada visita. 

Los reyes saliendo de la visita a la tumba de Tamerlan en Samarcanda (Foto tomada de una película de Super8 realizada por el autor)

Modernos medios de comunicación ponen Samarcanda a dos horas de la capital en tren o 50 minutos de avión. Allí esperan al visitante, entre maravillas de la arquitectura de la dinastía timúrida, el observatorio celeste construido a principios del siglo XV por el astrónomo Ulugh Beg. Sus medidas astronómicas difieren muy poco de las obtenidas actualmente por los métodos sofisticados.

No solo Samarcanda justifica un viaje a Uzbekistán. Bujará, a poco más de una hora de vuelo ofrece al visitante unos ciento cuarenta monumentos, de diversas épocas hasta el imperio timúrida, entre los que destacan los baños medievales y la fortaleza Ark o el minarete Kalyan rodeado de mezquitas y madrasas. 

Los uzbekos consideran a la ciudad de Jiva en si misma como un museo a disposición del visitante.

La gran variedad étnica de la población uzbeka, la antigüedad de sus principales ciudades, cuya historia es comparable en el tiempo a Atenas o Roma, el haber sido encrucijada de civilizaciones e imperios y puerta por la que ha circulado el comercio entre oriente y occidente durante la época dorada de la Ruta de la Seda, hacen de Uzbekistán un centro de indudable interés turístico. Modernos complejos turísticos en Tashkent y las principales ciudades periféricas, facilidades administrativas para el turista que en la mayoría de los casos no necesita visado o lo puede obtener por vía telemática y la relación de cambio del Euro con la moneda nacional y especialmente la seguridad y acogida de la población uzbeka hacia el visitante extranjero, hacen de Uzbekistán un destino ideal para el turista europeo.

El embajador de Uzbekistán en Madrid, con algunos periodistas y expertos en turismo durante una reunión informativa sobre la política de turismo

“PUIG DE MISSA”; UNA COLINA UNIVERSAL EN LA PEQUEÑA ISLA DE IBIZA 

El «Puig de Missa» en Santa Eulalia del Rio

Un diminuto núcleo urbano, en una pequeña colina de un pueblo, Santa Eulalia del Rio, de una de las más pequeñas islas baleares, Ibiza, concentra símbolos que la dotan de un especial sentido espiritual y universal.

He paseado, en solitario algunas veces y degustado con analítica calma, la atracción de una colina, para mis sentidos única, que domina la ibicenca bahía de Santa Eulalia. Por límite el horizonte marítimo del Mediterráneo. Por cúpula ese cielo azul, con algo de cobalto, que frecuentemente sumerge Ibiza en una luz mágica. Es el Puig de Missa que acerca, de forma suave pero firme al que con paciencia contempla su belleza, a la iniciación de sus misterios.

Entrada al camposanto del Puig de Missa

Entorno natural, composición, arquitectura, luz, símbolos religiosos y civiles y un aire de crecimiento orgánico típico de los hábitats que crecen con vida propia al unísono de la vida humana y constituyen ese sistema del Puig de Missa que atrae al espíritu a la búsqueda de su sentido.

Las abstractas y a veces abstrusas teorías de análisis de sistemas indican la necesidad de analizar individualmente cada elemento integrante de los mismos y sus relaciones internas. Luego debería venir algún gurú, hábil manipulador de algoritmos, que nos ofreciera una explicación convincente de lo que pasa en el sistema. El por qué pasa es ya asunto algo más metafísico. El que fue rabino principal de Gran Bretaña, Jonathan Sacks, en su libro “La Gran Alianza. Dios y Ciencia en la Búsqueda de Sentido” afirmó que el sentido de un sistema solo puede hallarse situándose fuera del mismo. Prácticamente lo mismo, de forma matemática, lo había expresado antes Gödel en sus teoremas de incompletitud. No hace falta apoyarse en teorías matemáticas para desentrañar el sentido del sistema formado en el Puig de Missa, preferible es la actitud más humana de Sacks. Y lo que me han mostrado del Puig mis paseos en solitario con mi máquina de fotos es la espiritualidad que se respira en ese lugar. 

El «sentido» de un conjunto se encuentra situándose fuera del mismo

Una espiritualidad profundamente encarnada en la historia de esa colina de solo 52 metros de altura sobre el nivel del Mediterráneo. Un calvario de cruces encaladas va rodeando el camino en espiral que conduce desde la base del Puig hasta la iglesia que corona el montículo, que según nos informa Xescu Prats en su www.ibiza5sentidos.es data, en su primera construcción, de 1302 sesenta y siete años después de la recuperación por los cristianos de la Yebisah ocupada por los musulmanes. Diferentes etapas de la historia produjeron hasta una estructura defensiva contra las razias de los piratas magrebíes y turcos. De nuevo la iglesia como centro de reunión no solo para orar y celebrar el sacramento de la eucaristía sino como lugar de acogida y defensa cuando el peligro acechaba en épocas más inseguras. 

Una construcción adyacente a la iglesia, con pozo, columnas y cubierta típicas de la arquitectura ibicenca y de varias de sus iglesias, servía para reunión de la población que, desperdigada por las pequeñas fincas agrícolas del entorno, se reunían después de asistir a misa para, como se diría ahora, socializar y tratar de asuntos de interés común.

Cubierta con columnas para reunión de las familias payesas

La mayoría de las construcciones que rodean la iglesia comenzaron a edificarse en 1785 cuando, según Prats, fue establecida como parroquia de “Santa Eularia des Riu” por el primer obispo de Ibiza. 

Hoy, doscientos treinta y dos años después, don Vicente Ribas Prats, hasta ahora párroco de Santa Eulalia, ha sido nombrado por el Papa Francisco, el pasado día 13 de octubre, obispo de Ibiza. El párroco don Vicente Ribas, hoy ya obispo, es un claro ejemplo de esa espiritualidad universal que flota en el ambiente del Puig de Misa. Siempre cuidó con especial atención a aquellos parroquianos, que durante el verano provenientes de muy diversos lugares del mundo asisten a la misa dominical en la iglesia parroquial de Santa Eulalia, con la iniciativa de invitar a voluntarios asistentes a que leyeran el evangelio del día en sus idiomas nativos. Excelente ocasión para que desde sus nuevas responsabilidades eclesiales promueva esa amable y generosa iniciativa hacia los foráneos que van a descansar a la isla.

Retablo que consiguió para la Iglesia del Puig de Missa quien fue presidente del Instituto de España, Marqués de Lozoya

La espiritualidad que respira el Puig de Misa la entendió y contribuyó a ella también el pintor Laureano Barrau. Menos conocido que Ramón Casas o Sorolla, pero a mi entender de similar categoría artística, sus cuadros reflejan de forma soberbia la luz mediterránea y se exponen varios en museos del mundo. Vivió bastantes años en una casa payesa situada en lo más alto de la colina, frente a la escalinata que conduce a la iglesia. Su viuda la donó como herencia a la parroquia junto con la colección de obras de Barrau que contenía.

Casa payesa que fue de Laureano Barrau y su esposa

Después de varios años de convertirse esa casa payesa en un pequeño pero interesantísimo museo, su obra se puede contemplar hoy en un local del centro de Santa Eulalia del Rio. Barrau, quiso ser enterrado en el cementerio existente junto a la iglesia del Puig de Misa, donde comparte eterno descanso con los restos mortales de personas provenientes de diferentes religiones y lugares del mundo. Gentes que como olas que se deshacen en la playa, vinieron a  Santa Eulalia  a fundirse con la arena de su playa o en busca de otra luz.

Tumba del pintor Laureano Barrau

Fotografías del autor

PINTURA DE OSCAR VEGA; UN ESLABÓN ENTRE LO CLÁSICO Y LO POSMODERNO

Oscar Vega expuso oleos y esculturas en Galizano (Cantabria)

La pintura de Oscar Vega, expuesta en el Centro Cívico de Galizano, (Cantabria) sugiere la visión de un mundo en el que lo clásico y lo posmoderno se entrelazan en una búsqueda de sentido a través de una paleta minimalista que interroga directamente al observador.

José Manuel Arrojo presenta al pintor Oscar Vega con la presencia de Marina Lombó, consejera de educación del gobierno de Cantabria y De Francisco Manuel Asón, alcalde de Ribamontán al Mar

Recientemente se celebró en el Centro Cívico de Galizano, pedanía del municipio cántabro Ribamontán al Mar, con la presencia de la Consejera de Cultura del Gobierrno de Cantabria, Marina Lombó y del alcalde de Ribamontán al Mar Francisco Manuel Asón, una exposición del artista Oscar Vega que mostró un par de esculturas y una docena de óleos, la mayorIa de formato grande que llaman inmediatamente la atención por el lenguaje técnico utilizado en casi todos ellos, una paleta de óleo limitada casi exclusivamente al rojo, negro y blanco.

En muchos de sus cuadros aparecen símbolos de un mundo clásico expuestos en lenguaje gráfico posmoderno que nos interroga sobre su vigencia o su descomposición. La componente racional del mundo clásico, deformada por la mano de Vega, se mezcla en intencionada vorágine con deformados humanoides, seres que han adquirido, libres o inconscientes, unas formas que los alejan brutalmente del canon griego. ¿Es el caos mental y ético de la postmodernidad?

Oscar Vega parece respondernos, con la añoranza de un mundo distinto, renacentista, clásico, mediante su versión personal del famoso retrato del papa Inocencio X De Diego Velázquez.

Fragmento de la versión de Oscar Vega del famoso cuadro de Velázquez del Papa Inocencio X

Otra obra de pequeño tamaño, nos ofrece un rostro de mirada profunda que podría interpretarse como el de Cristo antes de su crucifixión, en el que puede verse la impronta de una humanidad doliente en un ser concreto, para unos un sufriente genérico y para otros un redentor divino.

La mujer cubierta de tiras de película nos remite no solo a otras actividades artística de Oscar Vega sino a esa superficialidad de celuloide que el actual mundo de la comunicación de masas difunde tan eficazmente entre aquellos cuyas herramientas de defensa se han embotado a causa de la tentación de ir con la corriente dominante de lo políticamente correcto o por haber sufrido una formación superficial que minó casi toda su capacidad de racionalidad crítica.

Algunos temas como el retrato del Rey Felipe VI, el Centro Botín a la orilla de la hermosa bahía santanderina o un grupo de vacunos, tan frecuentes en el paisaje de Cantabria y que ciertas mentes enfermizas querrían convertir en nuevas sagradas e intocables vacas, completaron la exposición de Oscar Vega.

“SOULACK”: UN CUENTO NO PENSADO PARA NIÑOS

“SOULACK” apareció un tanto misteriosamente en las redes sociales asociado a unos cortos y sugerentes vídeos. Siguiendo el rastro, su huella nos condujo a la web  www.cucox.eu en la que nos topamos con un humilde ovoide que habla con “Soulack” que ha bajado bandera ante su ya casi añorado fin de trayecto.

Los dos protagonistas, Soulack y Genohuevo

Un cuento, no pensado para niños, en el que Carlos Uralde, su autor (Cucox),se sumerge en los pliegues de “Soulack” (sin alma), ejemplar típico de hombre posmoderno a quien un pequeño huevo (Genohuevo), que cobró vida en su nevera, lleva con ternura y firmeza hacia la conciencia de las raíces de su personal declive.

“Cucox” nos ofrece una historia, en envoltura a veces poética y a veces surrealista, que esconde bajo su camuflaje onírico un descarnado realismo y nos entrega la clave del desconcierto y del suicidio colectivo que implica la destrucción del yo por un atroz egoísmo individualista y el consecuente y sistemático deterioro de la Casa Común.

Carlos Uralde (Cucox)

El narrador, aparentemente neutral, es en realidad un tercer personaje de esa trinidad que constituye la estructura íntima del dialogo interior que se desarrolla en la conciencia vital de la persona humana. Una intimidad trinitaria en la que la conversación subyacente entre dos contendientes el “hombre viejo” paulino y el nuevo regenerado por el Espíritu, hacen sus propuestas al tercer contertulio que tendrá que dirimir, en última instancia, la contienda que definirá el camino hacia su destino definitivo. Expresión suprema de la libertad humana que manifiesta la genética semejanza (en el sentido bíblico del Génesis) del ser humano respecto a su Creador.

Dehesa de Extremadura, una naturaleza cuidada con esmero. (Foto A. Alberti)

“Genohuevo” va desvelando, ante los ojos miopes de su decadente interlocutor, la belleza sencilla y a la vez inmensa, de una Naturaleza entregada a la humanidad, raíz de profundas alegrías vitales. El redescubrimiento progresivo de esos maravillosos dones -y como tales absolutamente gratuitos-van situando a “Soulack” en el camino de la apertura hacia la recuperación de la trascendencia del Ser que en su juventud experimentó y en consecuencia a su regeneración vital.

Soulack y su amigo se despiden

La exaltación de la Casa Común no es para “Cucox” la de un ecologismo utilizado como proyectil de grueso calibre a favor o en contra de ideologías políticas. Esa Casa Común es el marco de belleza que devuelve la esperanza a Soulack y asociada siempre a la verdad lleva a recordar el mensaje de Cristo a la humanidad antes de su partida; “La Verdad os hará libres”.

Atardecer en el Mediterráneo occidental (Foto A. Alberti)

«SOULACK».

Autor. Carlos Uralde Cuervas (Cucox)

Editado por «Circulo Rojo». Ilustraciones Cucox y Lánder Ayllón. Cubierta, sobre lienzo de Mari Carmen Uralde

“PARECE QUE NO HAY COINCIDENCIAS EXCELENTES EN TU BÚSQUEDA”

Un amigo de juventud calificaba de “frase tronco” aquella que, como un enorme árbol derribado en la mitad del camino, te obligaba a detenerte y buscar la forma de superar lo imprevisto.

Al visitar la exposición de fin de master realizada en el Circulo de Bellas Artes por los alumnos de la Escuela de Profesiones Artísticas SUR, bajo el “googeliano” título “PARECE QUE NO HAY COINCIDENCIAS EXCELENTES EN TU BÚSQUEDA” me surgió la imagen del frondoso árbol del arte en mitad del camino del comunicador que ha de dirigirse a un público no amorfo pero sí genérico. El mundo interior es demasiado complejo para definirlo con sencillez especialmente al inicio del camino. 

Iniciados o neófitos, en las sendas del arte se acaba siempre en “status viatoris” a la búsqueda de un vellocino de oro que se esconde de aquellos que se resisten a situarse en el tedioso dominio del método. Observo en actitud de amable aproximación, sin especial espíritu crítico que sería incapaz de aplicar con rigor, los trabajos expuestos por el grupo de alumnos del curso 2018-2020 de SUR y me sugiere, cada uno de sus integrantes, la idea que cada persona es un mundo complejo a descubrir y frecuentemente admirar.

Sala del Circulo de Bellas Artes que acoge la exposición

Me parece injusto, o simplemente incorrecto, hablar de alumnos y profesores en el sentido habitual que esos términos tienen en una sociedad compartimentada por la división de tareas y empujada, por fuerzas no bien definidas, hacia un individualismo atrozmente deshumanizado por un rampante transhumanismo de laboratorio.

He observado en un familiar cercano la integración entusiasta de docentes y discentes en una comunidad diseñada no solo para transmitir técnicas o esquemas -siempre necesarios- sino fundamentalmente para crear el caldo de cultivo en el que se promueven ideas, actitudes, preguntas, sugestiones que impulsan a adentrarse, “duc in altum”, en mares interiores y así llegar a la expresión de lo que subjetivamente se considera una obra de arte. Contemplando el proceso académico la mente sugiere una comunidad socrática con una dosis, posiblemente sobredimensionada, de procesos autoanalíticos. Aquí habría que cambiar el filtro de la Academia platónica por su contrario; “No entre nadie que sepa geometría”.

En su introducción a la exposición que nos ocupa, Marta Ramos Yzquierdo,  sobre los alumnos que exponen sus trabajos de fin de master  afirma que: 

“Esta intención que une a Paloma, Liliana, Santi, Bruno, Mónica, María, Camilo, Jessy y a May, es la de mirar, y mirarse, activando el pensamiento crítico. Por ello, las maneras de percibir son diversas, pero todas buscan cuestionar desde la subjetividad los patrones establecidos.”

La frase ofrece mucho que analizar y comentar pero mejor dejar a cada sujeto del grupo expresarse a su manera.

 Kevin TollpsickBruno Angelo)dice sobre su montaje fotográfico digital “….sin saber cómo ni cuando, uno se entiende como materia en otro lugar (digo “se entiende”, porque no es lo mismo que verse como materia: la imagen es algo completamente distinto. La imagen – esta imagen aquí – se mueve, mientras que la materia está sellada en un rayo de 50 o 35.000 kilómetros: da lo mismo)

Montaje fotográfico digital de Kevin Tollpsick (Bruno Angelo)

Camilo Mutis, sobre su “Páramo” afirma; “Páramo es un libro que ahora está deshecho. Fue un lugar y aquí se presenta diluido. De la misma manera que su contenido, su materialidad le huye a la precisión. Es por eso que en esta exposición depende explícitamente de su propiedad inherente a disolverse.

El libro deshecho de Camilo Mutis

Jessy Anne Ruggeri Elie expone su montaje hecho con Impresión digital sobre vinilo trasparente, metacrilato, contrachapado de chopo, nailon y anclajes metálicos que denomina “Territorios ingrávidos 2020”. Explicitamente sumergida en una burocracia similar a una banda de Möebius es cribe; “La ejecución de todos los trámites burocráticos necesarios para mi estancia legal en Madrid es la materia principal de mi práctica artística desde el inicio en Escuela Sur”…” Revivir, describir, contar, narrar y dejar evidencia gráfica de todos los acontecimientos, forman parte de esta instalación”.

Jerssy Anne junto a su instalación

Liliana Ang, con una instalación de bordados, dibujos, conjuros y libro de las sombras, las sombras de las cosas 2020, afirma que “Este libro de las sombras, expandido en forma de instalación, atraviesa un territorio íntimo con la compañía de la poesía visual. Parto de que la experiencia corporal de la maternidad no cabe en palabras ni gestos, pero tal vez su sombra puede compartirse”.

Aguada sobre papel. Liliana Ang

María Mrntrd muestra una “Videoproducción audio y nueces en suelo y pared” y nos dice que… “La necesidad de creación avanza poco a poco; como a tientas por la oscuridad. No se pretende cambiar en ninguno de sus aspectos caprichosos, salvajes o aleatorios. Una vez se está en él, existe un estado de tranquilidad perpetua, por el simple hecho de encontrarse “en busca de algo” que no se sabe con certeza que llegará”.

Nueces en el suelo. María Moreno

Maybuch Victorel con su “Fragilidad Lisa” nos dice … “Crear desde lo fragmentario. Se pueden mover los muebles sean interiores o exteriores. Se puede destruir ese espacio. Aunque no se nada de sonidos, sé reconocer el sonido de la ambulancia y el del ascensor cuando sube. Entiendo que las cosas se caen y se quiebran. Que mi cuerpo es la interfaz de esa caída, pero nunca sé si es caída o subida”.

Fragilidad Lisa. Maybuch Victorel

Mónica Montañés hace un “Viaje a la inversa 2020” Instalación audio de tres canales, reproductores mp3 y altavoces. “Esta pieza surge de mi imperiosa necesidad de darles voz a unas mujeres cuyas vidas han sido atravesadas por la migración. Darles cuerpo a través de la palabra. Crear un espacio donde ellas pudiesen contar sus historias, sus viajes, sus maletas, sus pérdidas, sus miedos, sus porqués. Lo hice porque todas ellas me conforman. Para intentar entenderlas. Entenderme”. 

Marta Ramos explica los audios de Mónica

Paloma Alberti con su archivo audiovisual  “Legado de las sin sombrero” confiesa que “Mi último mapa es una definición. Una definición como Mujer y como artista”. “Me he basado en el legado de las mujeres denominadas “sin sombrero”, la rama femenina de la Generación del 27. El nombre responde al gesto de quitarse el sombrero en público que protagonizaron Maruja Mallo o Margarita Manso, entre otras, en la Puerta del Sol. Esta actitud transgresora pretendía romper la norma y, metafóricamente, en ausencia de la pieza que tapa la cabeza, liberar las ideas y las inquietudes”. 

«Legado de las sin sombrero». (Paloma Alberti)

Santiago Hernández Zarauz lleva la edición de libros en la sangre y con su “Objetos impresiones libros” denominado “Elogio del editante 2020” se explaya así…”¿Quién hace un libro? El autor, sin duda, pero también el editor —o, mejor, el editante. En el curso de una reflexión sobre la fascinante historia del oficio de editar, se acuña este esclarecedor neologismo. Desde las imprentas venecianas del renacimiento hasta el escritorio de Gordon Lish, el editor se nos revela menos como un retocador que como una suerte de partera de libros”.

«Elogio del Editante». Santiago Hernández

Arte o comunicación. Las dos cosas. El arte comunica y la comunicación embellece las relaciones interpersonales porque las mejora. Otra cosa es la belleza del ser, propiedad óntica ya afirmada por Aristóteles. Relación Arte-Belleza, un tema demasiado complejo para unas líneas.

El visitante de la exposición tendrá, sin ninguna duda, la tentación de integrarse en esa comunidad en la que la creación artística, en sus más variadas facetas y técnicas, fluye por sus venas. En cualquier caso tendrá el sentimiento de estar presenciando unos comienzos prometedores de interesantes originalidades futuras.

BOTERO: «60 AÑOS DE PINTURA»

Madrid, en el CentroCentro del Ayuntamiento, plaza de Cibeles, acoge, desde el 17 de septiembre hasta el 7 de febrero de 2021, la exposición “Botero. 60 años de pintura”. Con sus 67 lienzos es la mayor muestra dedicada en Europa al artista colombiano.

Con sincero entusiasmo y firme voluntad de revitalizar cuanto antes la vida cultural de Madrid después de los daños producidos por confinamiento, el alcalde de la capital José Luis Martínez Almeida inauguró el pasado día 16 una exposición de obras del pintor colombiano universal Fernando Botero. Hablar de este artista iberoamericano, cuyo fuerte impacto en el mundo del arte permanece inalterado desde hace muchas décadas, es sin duda tarea de especialistas, grupo al que no me considero pertenecer. Para los interesados en profundizar en la personalidad de Botero, el sentido de su pintura y la importancia de esta exposición, ha sido preparada una excelente documentación que animará a la asistencia presencial, con estrictas medidas de seguridad,  que puede consultarse en https://bit.ly/30nLKHT Conteniene una detallada biografía del artista, un interesante estudio titulado “La fortaleza del universo de Botero” y una entrevista realizados por la Comisaria de la exposición Cristina Carrillo de Albornoz.

El Alcalde de Madrid Martínez Almeida durante la presentación de
«BOTERO 60 años de pintura»

El no ser un especialista no me impide hacer algunas reflexiones, aunque sea solo porque cada vez que vuelvo a casa por la Castellana dejo a estribor de mi coche una inmensa mano regordeta -supongo que de bronce- brillando a la luz del sol. No se si me hace una higa o una llamada para que atienda a un subliminal mensaje, posiblemente las dos cosas, pero lo que si consigue es que frecuentemente piense en Botero, su autor.

Debo tener involuntarios reflejos hegelianos porque simultáneamente a la visión de la regordeta mano surgen de mi inconsciente, como impertinentes interferencias, imágenes de esculturas de Jacometti. Para intentar llegar a la síntesis de estas contradicciones acudí con esperanza al libro “La deformación en el arte”, aprendí cosas interesantes pero la síntesis no se produjo. Entonces funcionó mi subconsciente para sustituir al oscuro filósofo y aparecieron en mi imaginación, de manera bastante espontánea, las tres gracias de Rubens. No eran la síntesis deseada pero de momento y a la espera de soluciones filosóficamente más fundamentadas, podía servir. Puestos a evaluar en tal dilema mis preferencias artísticas me decanto desde luego por Botero. 

«Bailarina en la barra» BOTERO 2001

Vistas superficialmente sus exuberantes figuras, en una primera aproximación, pueden parecer representantes realzados de una sociedad autocomplaciente y vacía. Podría aplicárseles una idea expresada por algún autor espiritual refiriéndose a aquellos que en su vida social o profesional suben y suben a fuerza de pesar poco. Figuras vacías de contenido pero insultantemente opulentas y perfectamente encajadas en una sociedad que parece alimentarlas solo para el matadero. Pero hay que fijarse en los detalles, más que en los volúmenes. Las miradas fijas, con ojos que recuerdan a los de los personajes de Goya, no están endurecidas, manifiestan una cierta ternura y asombro. La primera impresión un poco repulsiva se va diluyendo ayudada por una gama de colores en la mayoría de los casos atemperados por una suavidad que esconde un profundo análisis de los efectos locales. A Van Gogh le fascinaban los grises de la naturaleza. A mi me fascinan los pintores que sobre unas gamas grises manifiestan una diversidad de contrastes y color que resulta casi mágica. Me parece que Botero tiene facetas que van en esa dirección, aunque “doctores tiene la iglesia”.

Fernando Botero. «La Cuadrilla» (2012)

Todos los cuadros de la exposición son óleos sobre lienzo menos uno que es una acuarela sobre lienzo. Le preguntaré a mi amigo y excelente profesor acuarelista Emmanuel Luna, como puede compaginarse base de lienzo con acuarela y que tratamiento previo, si lo hay, es necesario aplicar a la tela. Habrá que pedirle una clase en su “Cobalto Academia” especialmente dedicada al tema. No puedo decir que esa acuarela valga toda la exposición de Botero pero habría un hueco de no haber sido expuesto nada con esa técnica que es ideal para crear ambientes de una espontaneidad muy difícil de obtener con los óleos. Es un motivo más para no perderse esta fantástica exposición de un artista iberoamericano que ha ido recorriendo el mundo no solo degustando a sorbos aquellos mensajes contenidos en lo más exclusivo de la pintura universal sino devolviendo a la sociedad contenidos recreados renovados con una personalidad fascinante. 

Fernando Botero. Acuarela sobre lienzo (2019)

EXPRESIONISMO MEDITERRÁNEO EN LA PINTURA DE RAFAEL MARTÍNEZ DURBÁN

Cuarenta años de veranos en Ibiza, seis en Italia, cuatro en Tarragona me han hecho captar una verdad casi de fe; el Mediterráneo imprime carácter. Verdad confirmada una vez más al analizar, no con ojos de amigo sino con mirada de pretendido “connaisseur”, varios años de la pintura del periodista almeriense Rafael Martínez Durbán. ¿Periodista o pintor? 

Si dejáramos de lado la profesión a la qué ha dedicado su vida “laboral” sería fácil decidirse por pintor. La contradicción es solo aparente. Comunicar es una actividad que como tal obedece a algunas reglas éticas y técnicas pero que cumplidas escrupulosamente no garantizan la penetración del mensaje. Comunicar tiene una dimensión personal que lo acerca a la categoría de arte. Esa inspiración, no sujeta a normativa técnica alguna, es el puente que une la pintura de Rafael a la actividad profesional de Martínez Durbán.

La elección de las modalidades, acrílicos y acuarelas fundamentalmente, me parece acertada y propia de un artista acostumbrado a bregar con la novedad de cada día, lo que no permite demasiadas dudas y retoques. Los acrílicos, a veces utilizados con técnicas mixtas, son ideales para reflejar las profundidades de luces y sombras de los entornos marítimos mediterráneos mientras la acuarela, cuando no pretende “fotografiar”, es medio adecuado para indicar matices y ambientes, sugerir formas y dejar al espectador que complete por su cuenta y riesgo lo que el blanco del papel y la transparencia del color inspiran. Si quisiera resumir en una frase lo que me sugiere la pintura de Rafael Martínez Durbán diría; un expresionismo luminoso y colorista que nada tiene que ver con el de raíz germánica, y que refleja, dramatizándola, la potencia sugestiva de la luz mediterránea.

Agustín Alberti

DIBUJANDO ALGUNOS EJERCICIOS DEL NATURAL

La dificultad de reflejar en un dibujo rápido los matices más significativos del cuerpo humano es uno de los ejercicios permanentes imprescindible para todo aficionado. Estos de hoy son solamente un comienzo, con aspiraciones a mejorar.

IMÁGENES EN EL CONFINAMIENTO

Recuerdo una serie inglesa de televisión, años 80, en la que una gran burbuja flexible y transparente se aparecía cada vez que el confinado en una isla paradisíaca pretendía huir para recuperar la libertad. Había trabajado para unos servicios secretos, se supone que británicos, que le confinaban de por vida. Una especie de Bond caído en desgracia.

En los confinamientos impuestos lo verdaderamente negativo es la imposición en si misma. Sin embargo el tiempo se deforma y flexibiliza, desmintiendo a Kant y ofrece posibilidades insospechadas de reflexión. Uno de los resultados podría ser la percepción de que la reclusión impuesta no deja de ser nada más que una limitación de segundo orden. Esto es, como una “matryoshka” dentro de otra más vasta pero mucho más necesaria de penetrar. Esa otra muñeca rusa no es otra que la isla paradisíaca de la que un cierto día comenzamos a tener conciencia.

Día de El Corpus Cristi en Madrid. Calle Ramón De la Cruz, circa 1942. Llevando la comunión a los enfermos

 En mi caso, comienza con un niño, visillo en la mano, mirando por una ventana hacia la esquina de enfrente. El panorama era una calle y la tienda “RUIZ OGARRIO. ULTRAMARINOS”. Y esa gran matrioska está ahí, mostrenca y aparentemente impenetrable, como un gran contenedor de recuerdos de los que algunos pocos destacan con estabilidad de cimientos. Diez años de colegio cercano, lo que permitía ir sin ser llevado, primera escuela de libertad origen de pocas amistades pero profundamente sólidas. Una columna con su imagen de la Virgen del Pilar que aparece estable, nítida en la memoria cuando se requiere su presencia. Y la pregunta definitiva de los años de universidad: ¿Hay algo fuera? ¿Se puede salir al exterior de la gran matrioska? Después de algo de Física, el formalismo aparentemente vacío de la Matemática y  las realidades profundamente humanas del Derecho, bastante de Historia y no poca Filosofía, la respuesta definitiva solo la dan unos cientos de testigos de la resurrección de un individuo crucificado hace más de dos mil años. Hay un espacio fuera de la gran matrioska y el resucitado abrió la puerta, removió la burbuja. Algunos recuerdos cristalizados siguen ahí como hitos de referencia. Una mirada a los bancos de la Universidad Complutense que lleva a descubrir la persona definitiva.

Islotes Es Vedra y Vedranell, puerta de los freos de Ibiza

Unas colinas rocosas, plantadas en el mar de Ibiza, aparecidas de repente, como fantasmas semiescondidos en la neblina de la madrugada, ante la borda del “J.J. SISTER”, barco de la Compañía Transmediterranea ya viejo en los sesenta. Un niño de cuatro años comiendo, todo serio, un bocadillo en el tambucho de un velero construido en Burnan-on-Crouch en los años treinta, mientras bordeaba la isla de Conejera.

El «Taube II». Velero construido en Burnan-on-Crouch en 1936

Tres pajarillas en libertad vigilada volando por Ibiza y el compartir con amigos de Santa Eulalia los fuegos de artificio el día de san Ciriaco. El espacio luminoso y oscuro, netamente real y simbólico a la vez, en dos zonas de la mente, al despertar en una uci. La sonrisa serena de un sacerdote que escuchó veinte años de confesiones y que pasó al otro lado de la matrioska por apoyar con naturalidad generosa a un paciente golpeado por el Covid. Una parte de su vida de ingeniero pasada entre máquinas de extrusión de plásticos y el resto reparando almas en un confesionario.

El confinamiento, la desescalada, la esperada libertad de moverse, traen las imágenes de recuerdos que adquieren la condición de puntos de referencia, de unos tiempos llenos de sentido gracias a aquellos testigos que nos legaron la memoria de un resucitado.