PINTURA DE OSCAR VEGA; UN ESLABÓN ENTRE LO CLÁSICO Y LO POSMODERNO

Oscar Vega expuso oleos y esculturas en Galizano (Cantabria)

La pintura de Oscar Vega, expuesta en el Centro Cívico de Galizano, (Cantabria) sugiere la visión de un mundo en el que lo clásico y lo posmoderno se entrelazan en una búsqueda de sentido a través de una paleta minimalista que interroga directamente al observador.

José Manuel Arrojo presenta al pintor Oscar Vega con la presencia de Marina Lombó, consejera de educación del gobierno de Cantabria y De Francisco Manuel Asón, alcalde de Ribamontán al Mar

Recientemente se celebró en el Centro Cívico de Galizano, pedanía del municipio cántabro Ribamontán al Mar, con la presencia de la Consejera de Cultura del Gobierrno de Cantabria, Marina Lombó y del alcalde de Ribamontán al Mar Francisco Manuel Asón, una exposición del artista Oscar Vega que mostró un par de esculturas y una docena de óleos, la mayorIa de formato grande que llaman inmediatamente la atención por el lenguaje técnico utilizado en casi todos ellos, una paleta de óleo limitada casi exclusivamente al rojo, negro y blanco.

En muchos de sus cuadros aparecen símbolos de un mundo clásico expuestos en lenguaje gráfico posmoderno que nos interroga sobre su vigencia o su descomposición. La componente racional del mundo clásico, deformada por la mano de Vega, se mezcla en intencionada vorágine con deformados humanoides, seres que han adquirido, libres o inconscientes, unas formas que los alejan brutalmente del canon griego. ¿Es el caos mental y ético de la postmodernidad?

Oscar Vega parece respondernos, con la añoranza de un mundo distinto, renacentista, clásico, mediante su versión personal del famoso retrato del papa Inocencio X De Diego Velázquez.

Fragmento de la versión de Oscar Vega del famoso cuadro de Velázquez del Papa Inocencio X

Otra obra de pequeño tamaño, nos ofrece un rostro de mirada profunda que podría interpretarse como el de Cristo antes de su crucifixión, en el que puede verse la impronta de una humanidad doliente en un ser concreto, para unos un sufriente genérico y para otros un redentor divino.

La mujer cubierta de tiras de película nos remite no solo a otras actividades artística de Oscar Vega sino a esa superficialidad de celuloide que el actual mundo de la comunicación de masas difunde tan eficazmente entre aquellos cuyas herramientas de defensa se han embotado a causa de la tentación de ir con la corriente dominante de lo políticamente correcto o por haber sufrido una formación superficial que minó casi toda su capacidad de racionalidad crítica.

Algunos temas como el retrato del Rey Felipe VI, el Centro Botín a la orilla de la hermosa bahía santanderina o un grupo de vacunos, tan frecuentes en el paisaje de Cantabria y que ciertas mentes enfermizas querrían convertir en nuevas sagradas e intocables vacas, completaron la exposición de Oscar Vega.

“SOULACK”: UN CUENTO NO PENSADO PARA NIÑOS

“SOULACK” apareció un tanto misteriosamente en las redes sociales asociado a unos cortos y sugerentes vídeos. Siguiendo el rastro, su huella nos condujo a la web  www.cucox.eu en la que nos topamos con un humilde ovoide que habla con “Soulack” que ha bajado bandera ante su ya casi añorado fin de trayecto.

Los dos protagonistas, Soulack y Genohuevo

Un cuento, no pensado para niños, en el que Carlos Uralde, su autor (Cucox),se sumerge en los pliegues de “Soulack” (sin alma), ejemplar típico de hombre posmoderno a quien un pequeño huevo (Genohuevo), que cobró vida en su nevera, lleva con ternura y firmeza hacia la conciencia de las raíces de su personal declive.

“Cucox” nos ofrece una historia, en envoltura a veces poética y a veces surrealista, que esconde bajo su camuflaje onírico un descarnado realismo y nos entrega la clave del desconcierto y del suicidio colectivo que implica la destrucción del yo por un atroz egoísmo individualista y el consecuente y sistemático deterioro de la Casa Común.

Carlos Uralde (Cucox)

El narrador, aparentemente neutral, es en realidad un tercer personaje de esa trinidad que constituye la estructura íntima del dialogo interior que se desarrolla en la conciencia vital de la persona humana. Una intimidad trinitaria en la que la conversación subyacente entre dos contendientes el “hombre viejo” paulino y el nuevo regenerado por el Espíritu, hacen sus propuestas al tercer contertulio que tendrá que dirimir, en última instancia, la contienda que definirá el camino hacia su destino definitivo. Expresión suprema de la libertad humana que manifiesta la genética semejanza (en el sentido bíblico del Génesis) del ser humano respecto a su Creador.

Dehesa de Extremadura, una naturaleza cuidada con esmero. (Foto A. Alberti)

“Genohuevo” va desvelando, ante los ojos miopes de su decadente interlocutor, la belleza sencilla y a la vez inmensa, de una Naturaleza entregada a la humanidad, raíz de profundas alegrías vitales. El redescubrimiento progresivo de esos maravillosos dones -y como tales absolutamente gratuitos-van situando a “Soulack” en el camino de la apertura hacia la recuperación de la trascendencia del Ser que en su juventud experimentó y en consecuencia a su regeneración vital.

Soulack y su amigo se despiden

La exaltación de la Casa Común no es para “Cucox” la de un ecologismo utilizado como proyectil de grueso calibre a favor o en contra de ideologías políticas. Esa Casa Común es el marco de belleza que devuelve la esperanza a Soulack y asociada siempre a la verdad lleva a recordar el mensaje de Cristo a la humanidad antes de su partida; “La Verdad os hará libres”.

Atardecer en el Mediterráneo occidental (Foto A. Alberti)

«SOULACK».

Autor. Carlos Uralde Cuervas (Cucox)

Editado por «Circulo Rojo». Ilustraciones Cucox y Lánder Ayllón. Cubierta, sobre lienzo de Mari Carmen Uralde

ÍDOLOS

No pensemos sólo en la idolatría como una costumbre de pueblos antiguos y culturalmente atrasados. También el hombre moderno, orgulloso de sus conquistas científicas y técnicas, tiene sus propios ídolos, obras de sus manos.         

Afrodita. Museo de Perge, Turquía

El primer mandamiento de la ley de Dios manda adorarle como único  Señor y prohíbe honrar a otros supuestos dioses distintos. Y así la superstición es una perversión, por exceso de credulidad, de la religión. “Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de algún modo mágica, a ciertas prácticas, por otra parte legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2111).

            Más grave todavía es el politeísmo. La Biblia proscribe constantemente el culto de los ídolos, de oro o de plata, obra de las manos de los hombres; saliendo al paso de la propensión humana de controlar y poner a su servicio a la misma divinidad: ídolos que tienen boca y no hablan, ojos y no ven… “Dios, por el contrario, es el «Dios vivo» (Josué 3, 10;  Salmo 42, 3, etc.), que da vida e interviene en la historia” (Catecismo…, n. 2112).

Tienda de antigüedades (Turquía)

            No pensemos  sólo en la idolatría como una costumbre de pueblos antiguos y culturalmente atrasados. También el hombre moderno, orgulloso de sus conquistas científicas y técnicas, tiene sus propios ídolos, obras de sus manos. “La idolatría no se refiere sólo a los cultos falsos del paganismo. Es una tentación constante de la fe. Consiste en divinizar lo que no es Dios. Hay idolatría desde el momento en que el hombre honra y reverencia a una criatura en lugar de Dios. Trátese de dioses o de demonios (por ejemplo, el satanismo), de poder, de placer, de la raza, de los antepasados, del Estado, del dinero, etc. «No podéis servir a Dios y al dinero», dice Jesús (Mateo 6, 24). Numerosos mártires han muerto por no adorar a «la bestia» (cf

Apocalipsis 13-14), negándose incluso a simular su culto. La idolatría rechaza  el único señorío de Dios; es, por tanto, incompatible con la comunión divina (cf Gálatas 5, 20; Efesios 5, 5). La vida humana se unifica en la adoración del Dios Único. El mandamiento de adorar  al único Señor da unidad al hombre  y lo salva de una dispersión infinita. La idolatría es una perversión del sentido religioso innato en el hombre” (Catecismo…, nn. 2114-2115).

Sacerdote egipcio. Museo Británico

            Una tentación frecuente proviene de la curiosidad por adivinar el futuro, que como tal nos es desconocido. Esto no es obstáculo para que hagamos una prudente previsión. Pero la adivinación supone una desconfianza en la providencia divina, pretendiendo saber por medios desproporcionados lo que nos depara el porvenir: el recurso a los demonios, la evocación de los muertos, la consulta del horóscopo, la astrología, la quiromancia (leer en los naipes), la interpretación de presagios y de suertes, el espiritismo, la invocación de poderes ocultos. De manera semejante, con las prácticas de magia o de hechicería se pretende domesticar potencias ocultas, para influir sobre el prójimo para bien o para mal; también con la pretendida protección de amuletos. Estas prácticas no deben ser confundidas con el recurso a las medicinas llamadas tradicionales o naturales.

El mandato divino en el Antiguo Testamento prohibía la representación de Dios por parte del hombre, ya que Dios es espíritu y no puede ser representado materialmente. Además entre los hebreos existía el peligro del contagio por la idolatría de los pueblos vecinos. Sin embargo Dios ordenó la confección de algunas imágenes que eran figura del Mesías que había de venir: la serpiente de bronce, el arca de la Alianza, los querubines. Cuando el Hijo de Dios se hizo hombre, con un alma y cuerpo humanos, se hizo ya posible y conveniente su representación por parte de imágenes que no eran ya expresión de idolatría. Se inauguró el culto a las sagradas imágenes: de Cristo, de la Madre de Dios, de los ángeles y de los santos. 

La veneración a estas imágenes  se dirige  a las personas a quienes representan. “El culto de la religión no se dirige a las imágenes en sí mismas, sino que las mira bajo su aspecto propio de imágenes que nos conducen a Dios encarnado” (SANTO TOMÁS DE AQUINO, Suma Teológica II-II, q. 81,a 3, ad 3). “El honor tributado a las imágenes sagradas es una «veneración respetuosa», no una adoración que sólo corresponde a Dios” (Catecismo…, n. 2132).

Rafael María de Balbín (rbalbin19@gmail.com)

CULPABLE: LA MINISTRA

«El Español» informó que en la reciente cumbre hispano italiana Sánchez-Conte confundió la bandera de Italia con la de Méjico. Aunque sea difícil, habrá que creérselo, pues dos horas después del error, Arancha González Laya se disculpó en Twitter: “Decididamente la noche ha sido corta y se nota; disculpas”. 

Bandera nacional de Mexico
Bandera nacional de Italia

El gobierno del frente popular sanchista comunista acusa a todo contrario de ser de derecha extrema; sin embargo, no reconoce mi admite que se califique su propio comportamiento de extrema izquierda. En sus filas cuenta con miembros peculiares, empleando una suave expresión..

Uno de los más visibles por razón del cargo es el titular del departamento de Asuntos Exteriores. La prensa insumisa airea supuestos sucedidos difíciles de creer. El  periódico digital El Español afirma que en la reciente cumbre hispano italiana Sánchez-Conte confundió la bandera de Italia con la de Méjico. Aunque sea difícil, habrá quecreérselo, pues dos horas después del error, Arancha González Laya se disculpó en Twitter: “Decididamente la noche ha sido corta y se nota; disculpas”.  A pesar de la oscuridad, un mínimo de práctica diplomática hace difícil  no ver al águila atrapando a la serpiente con el pico y la garra.

En las sociedades avanzadas se practica la responsabilidad del dirigente, quien debe estar alerta o ser debidamente asesorado para evitar burdos errores. Y a propósito de banderas, siempre he afirmado que si en una cancillería española en el extranjero ondeara la nuestra hecha girones o destrozada, o no respondiera a la vigente normativa, el culpable sería siempre el embajador. 

Recuerdo ahora una importante conferencia del OIEA Organismo Internacional de la Energía Atómica en el V.I.C Centro Internacional de Conferencias de Viena, en mis años (1986-2000) como embajador multilateral en Naciones Unidas y demás agencias con sede allí,  donde viví un hecho insólito. A fuer de experiencia y desconfianza suelo, solía pues ya aquello es para mí remoto pasado, fijarme en la presencia de nuestra insignia nacional en su debido lugar. Antes de entrar en el edificio comprobé con horror que la enseña rojigualda ostentaba el viejo aguilucho sanjuanista; y esto poco antes de la llegada del resto de la delegación española presidida por un ministro del gobierno. Con cara de pocos amigos exigí la comparecencia inmediata del director del V.I.C. y le  conminé a que izaran la bandera constitucional, con la amenaza de plantear para escándalo de Austria una cuestión de orden al inicio de la reunión, haciendo así oficial y pública nuestra protesta. Un tanto lívido acusó al servicio de protocolo, que es lo clásico, y a los cinco minutos procedieron a la requerida sustitución. La bandera con el actual escudo constitucional data de 1981. En la bronca privada, pues tuvo suerte y no llegó a ser abierta, subrayé que más de un lustro es suficiente para actualizarse. No sólo en España hay chapuceros. 

Sede y bandera del Organismo Internacional de Energía Atómica (Viena)

Y en relación con Austria y las banderas cuento otra aventurilla. Cuando llegué a Accrá en Ghana, África Occidental, mi primer nombramiento de embajador, conté por telegrama a mi ministerio que imaginé haber llegado no a la embajada del reino de España, sino a la de la república de Austria, tan descolorido estaba el amarillo que parecía blanco y el rojo mas muerto que vivo.  Arriamos la bandera, busqué otra de repuesto y pedí a Madrid varias que tardaron un siglo, pero llegaron al fin. Naturalmente si la bandera estaba hecha guiñapos,  la culpa recaía en el embajador, que era yo mismo.

Me cuentan que en Londres, con la que está cayendo en la pérfida Albión, el MAEC, Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación que además se llama de Unión Europa, es decir más nombre que contenido, se ha olvidado de prever la sustitución del embajador, lo que resulta difícil de admitir, pues el actual titular ha cumplido la edad de jubilación. A mi modesto nivel, como Embajador de España en Budapest Hungría, también me sucedió cuando pasé a la muerte administrativa, que intenté sin éxito retrasar en base a un dictamen de mi amigo Julio Diego González Campos, catedrático de Derecho Internacional y magistrado del Tribunal Constitucional. La superioridad dispuso un decreto para mi cese, al haber sido nombrado también por real decreto. En el caso del Reino Unido, la culpa de todo es de la ministra, distinguida funcionaria internacional pero sin práctica alguna de gobierno ni gestión administrativa. La prensa todavía independiente la ha culpado. Y si en niveles inferiores se les ha ido el asunto de las manos, también la culpa es de la ministra. La ministra es culpable.

Lo terrible para España y para nuestra honra histórica es el olvido de la permanente herida de la última colonia en suelo europeo, nido de traficantes, delincuentes económicos y contrabandistas, con la complicidad del Reino Unido. Muy triste es que no se aproveche la espantada británica de la Unión Europea para buscar una digna solución a la gran vergüenza. Gibraltar, Gibraltar, Culpables somos todos, pero en primer lugar la actual ministra del exterior. La ministra es culpable.

El ministro de Asuntos Exteriores Fernando Morán (1982-85) hace unas declaraciones en un sala del aeropuerto de Barajas

El tema del escalafón de la Carrera tampoco es baladí. En esta ventana al mundo ya he aireado hace poco esta mutilación de nuestra Carrera, al haberse suprimido la mención de sus componentes jubilados, aunque todavía en vida. La purga parece permanecer de momento. Ya hay antecedentes del primer gobierno del partido socialista obrero español, PSOE, en 1982, que redujo la edad de jubilación de los diplomáticos profesionales de setenta a sesenta y cinco años. Y aquel partido socialista dirigido por Felipe González Márquez tenía poco que ver con sus supuestos seguidores de hoy. Luego, cuando fueron envejeciendo sus militantes se volvió a la normativa anterior. Si el escalafón de hoy no publicado pero si en la red está mutilado, la última culpa también es de la ministra. Es ella quien ocupa la clave de la cúpula administrativa. La ministra es culpable.

En el capítulo de falsedades destacan las falsas embajadas de falsarios. Innecesarias, inútiles, contraproducentes y contrarias a la Constitución, al Reino, al Rey y a los españoles. La callada por respuesta del ministerio ante el independentismo enloquecido de golpistas y sediciosos obedece a un departamento anestesiado, a cuyo frente está la actual titular. La ministra es culpable.

Aunque no parezca conocer a los diplomáticos españoles, debería mostrarles un mínimo respeto y no caer en el intrusismo. Pocos ministros de exteriores de diversos gobiernos y épocas, ya fueran funcionarios, políticos, enchufados,apparachiks, o militantes fervorosos han sido capaces de mantener un servicio diplomático y consular con los miembros de la Carrera. Alguna prensa digital poco sanchista califica de nombramiento más sorprendente de este gobierno el de Angel Martin Peccis como nuevo embajador de España en Cuba. Es el quinto embajador político y se dice que, a diferencia de los otros cuatro, su único mérito es el de ser amigo y recomendado del ministro de Transportes José Luis Abalos, favorito del presidente, quien pidió a Arancha González Laya que le nombrara. Si no tiene otra valía y en un puesto tan delicado como La Habana crea ó no resuelve algún problema, la ministra será culpable.

Toda situación por mala que parezca es susceptible de empeorar. La continuidad de este gobierno Frankenstein, inevitable en el circo político de nuestra pobre patria, puede depararnos peores momentos. Pero las purgas no pasarán de ser nominales. Ejemplos no faltarían a los chavistas comunistas. En asuntos de interior, basta con ver la desastrosa gestión de la lucha contra la pandemia dirigida por Simón el falsario, Illa y su comité de expertos. 

En los asuntos exteriores cualquier catástrofe es imaginable en el universo mundo. De males mayores que los ya padecidos, Liberanos Domine.

Antonio ORTIZ GARCÍA, Embajador de España

EXTRAÑO VIAJE DE UN LIBRO DE VIAJES DEDICADO A FOXÁ

El viaje forma parte de nuestra vida;  pasamos mucho tiempo hablando, soñando o preparando algún traslado. En un lejano pasado español, en los años cuarenta del anterior siglo, mi siempre recordado padre Antonio Ortiz Muñoz escritor y periodista sevillano (1906-1968), convencido de que el mundo está para verlo, se especializó en literatura de viajes.

Antonio Ortiz Muñoz dedicó su obra «Otro español en América» a su amigo Agustín de Foxá

Miles de artículos, en el diario YA de Madrid y en muy variadas publicaciones, además de charlas, clases y conferencias, bastantes premios y concursos, le llevaron a escribir una veintena de libros y a la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.

Heredamos sus descendientes el amor por los libros y el gusto por los viajes, aunque hoy en día no es mi profesión la más viajera. Así lo he contado ya en algún escrito. Pero los libros no nos faltan; de preferencia encuadernados y en papel; tenemos un maravilloso sol y la nube no me invita a la lectura. Mi hijo Antonio Ortiz III, el más bibliófilo, y mi nieto Antonio Ortiz IV son también grandes lectores en diversas lenguas. 

Y esta nueva salida mía a nuestra ventana al mundo va de un libro de Antonio Ortiz I: “Otro español en América”.  AO III suele bucear en la red y ha poco encontró en la librería anticuario “Galgo”, de Ribadeo, provincia de Lugo, un ejemplar anunciado como firmado por el autor, y lo encargó. La sorpresa cuando lo recibió fue que estaba autografiado y rubricado en Madrid, en julio 48  “a Agustín de Foxá,  gran poeta, gran escritor y gran amigo. Cordialmente Antonio Ortiz”.

Portada y Dedicatoria a Agustín de Foxá

Recuerdo de mi infancia alguna mención de mi padre, coetáneo del gran poeta, nacidos ambos en 1906, expresando su admiración por la espléndida prosa del conde, a quien debió conocer antes de la guerra civil en Madrid,  

Imagino aquí el viaje del libro dedicado desde Madrid en 1948 hasta 2020 en Ribadeo, pasando por las manos de mi muy ilustre compañero y antecesor, pues Foxá fue secretario de embajada en la Legación de España en Bucarest Rumanía, donde yo he pasado dos cuatrienios de mi vida profesional. 

Como solo los caminos del Señor son, según San Pablo, inescrutables, AO III intenta escrutar, con ayuda del anticuario librero que se lo vendió, que senderos ha recorrido el «Otro español en América» hasta volver a la biblioteca familiar. La respuesta fue esta:

Correo en el que el anticuario José Luis Carnota sugiere el posible camino
del libro dedicado a Foxá, desde su biblioteca de Sevilla a la librería Galgo de Ribadeo

Con indulgencia debemos perdonar la ofensa de malbaratar el libro, que recompró mi hijo por 22 € envío incluido.  

Satisfecha, en la medida de lo posible, la curiosidad de bibliófilos de AOIII y la mía propia, prosigo mi relato de mi padre recogiendo en sus páginas crónicas de una misión cultural por los países hermanos de América. Nada más lógico que en su nunca olvidada y clara caligrafía se lo hiciera llegar a uno de los mejores cantores de los pueblos hermanos del gran continente hispanohablante, donde crece y se extiende cada día más nuestro idioma universal, pese a los estúpidos aldeanismos que presenciamos en la tierra originaria del español.

Portada de la biografía de Agustín de Foxá escrita por el diplomático Luis Sagrera

Mi compañero y amigo también coetáneo Luis Sagrera Martinez-Villasante, en su magnífica biografía  del académico y diplomático, publicada en 2009 en la colección La valija Diplomática, aclara este viaje imaginario al referirse a la generosidad de Agustín, quien regalaba sus libros.

Foxá nos dejó un elocuente autorretrato: “Gordo; con mucha niñez palpitante en el recuerdo. Poético, pero glotón. Con el corazón en el pasado y la cabeza en el futuro. Bastante simpático, abúlico, viajero, desaliñado en el vestir, partidario del amor, taurófilo, madrileño con sangre catalana. Mi virtud, la imaginación mi defecto la pereza”.  En tal estilo de vida impreciso brillaban siempre los comentarios y anécdotas punzantes y políticamente incorrectas, que se diría ahora, y que generaron recuerdos ocasionalmente falsos.

Cuenta José María de Areilza conde de Motrico, embajador de Franco en la República Argentina en los años finales de los cuarenta, el paso por Buenos Aires de una delegación española que  llevaba a Japón el brazo derecho de San Francisco Javier. En la recepción en la residencia de la embajada Agustín de Foxá brindo por los esforzados compatriotas capaces de dar la vuelta al mundo con el brazo en alto. Si era en verdad un mérito, aunque se trata de media verdad. Sí hubo tal delegación, pero el viaje a Japón fue por la América del norte y no por el cono sur. Mi padre formaba parte de la expedición, que relató en su libro “Un periodista da la vuelta al mundo”, acabado de imprimir el 2 de febrero de 1950 en los talleres tipográficos de la Editorial Magisterio Español.

Folleto de promoción del libro «Un periodista da la vuelta al mundo»

Imaginando viajes y con el brazo en alto, no el de Javier apóstol de Oriente sino el suyo propio y cara al sol, de cuya letra ideó la primera estrofa, Foxá pudo haber llevado algunos libros –y porqué no éste a Roma.  Allí reía de los cuernos del ministro de Asuntos Exteriores del caudillo italiano, el Duce, de etimología más cercana al latín que la de caudillo, nuestro “centinela de occidente”.  Acusaba al italiano de lo mismo que a él habían reprochado en España hasta la saciedad, solo que él se lo tomaba con más humor. El cuñadísimo», Ramón Serrano Súñer, homólogo español del conde italiano, cuenta en sus memorias políticas cómo Ciano presionaba de forma vehemente para que se expulsara a Foxá de Italia, llegando incluso a acusarle ante el gobierno español de espía de los aliados. Serrano, que era amigo de Foxá y buen conocedor de su carácter y de sus ocurrencias, acabó, en una llamada telefónica con Ciano,  por sentenciar el asunto: “El camarada Foxá saldrá de Italia por chistoso, pero no por espía”. 

El matrimonio Ortiz García y los Ortiz Muñoz en Volendan, pueblo de pescadores en el Zuidersee, con trajes típicos holandeses

Siguiendo con viajes, Lola mi mujer comenta con nuestro hijo Antonio Ortiz III, quien encontró el  libro dedicado y abandonado, que en Berlín, donde pasamos cuatro años en el histórico edificio de la Embajada de España, en dos tercios ruinosa y hoy por fin reconstruida tras ser salvada de la ocupación por Zoo gracias a mis desvelos y disgustos, había sacado de entre escombros del sótano una revista donde aparecía algún artículo de Foxá y otro de mi padre Antonio Ortiz I. 

Al recordar aquella época nuestra, no puedo dejar de mencionar, como varias veces lo hice en la prensa española, la leyenda del regalo de Hitler a Franco. Nuestra embajada era un palacete propiedad española cercano al Landwerhkanal, y estaba ubicada en el eje este-oeste de los planes del Gran Berlín, proyectado por el arquitecto del III Reich, siguiendo la megalomana decisión del Führer.  La casa fue expropiada y uno de los discípulos de Albert Speer construyó en puro estilo nazi un nuevo edificio, similar a los de Italia y del Japón, uno de los pocos que sobrevivieron a los bombardeos aliados durante la terrible segunda guerra mundial.

Lo más probable es que el libro en cuestión acabara en la casa de su madre, la marquesa viuda de Armendáriz  en la calle de Ibiza, número 1, donde falleció Agustín de Foxá y Torroba, el 30 de junio de 1959 a los cincuenta y tres años, tras su vuelta a Madrid, sintiéndose tan mal, tan mal, que le parecía que aquí llegaba el último de Filipinas, su puesto final. 

Era notoria la admiración de mi padre por el gran poeta, a quien menciona en Buenos Aires al hacer la crónica de la gran emoción vivida en América con motivo de la muerte del mítico  Manolete, El torero más valiente del ruedo, el abanico difícil de su izquierda –que hace al toro satélite, luna de tu oro antiguo, con órbita de estrellas. 

Foxá, a quien Curzio Malaparte convirtió en Finlandia en personaje legendario, concita igualmente la admiración de los diplomáticos españoles al cantar como nadie nuestra profesión:  

Amigos que en lejanas latitudes,

representáis de España las virtudes,

del pino sueco al tropical palmar.

Norte y Sur: y a distancias infinitas,

Pagodas, rascacielos y mezquitas;

Toda tierra en vuestra imaginación.

….

Estas vaguedades con mezcla de recuerdo, añoranza y esperanza me hacen meditar sobre los libros, que llenan nuestra vida y el viaje permanente de nuestra existencia. Mi padre Antonio Ortiz Muñoz y mi antecesor Agustín de Foxá pueden servirnos de estímulo en estos tiempos de tribulación.

Caricatura de Antonio Ortiz Muñoz regalo de el diario YA

Salud paz y bien para todos. Madrid, diciembre de 2020.

Antonio Ortiz García. Embajador de España

MANDAMIENTOS DE LA IGLESIA

Los mandamientos de la Iglesia están dirigidos únicamente a los cristianos, como una ayuda concreta, aunque sea de institución humana, para vivir los requerimientos del Evangelio. Las directrices generales que en materia moral imparte constituyen una orientación también para los no cristianos, en cuanto manifiestan y proponen los mandatos de la ley moral natural, que obligan a todos.

            Llamamos mandamientos de la Santa Madre Iglesia, no a las directrices generales que en materia moral imparte  aquella, en cuanto es autorizada intérprete de la ley de Dios. Esas directrices constituyen una orientación también para los no cristianos, en cuanto manifiestan y proponen los mandatos de la ley moral natural, que obligan a todos los hombres.

En cambio los mandamientos de la Iglesia están dirigidos únicamente a los cristianos, como una ayuda concreta, aunque sea de institución humana, para vivir los requerimientos del Evangelio: “se sitúan en la línea de una vida moral referida a la vida litúrgica y que se alimenta de ella. El carácter obligatorio de estas leyes positivas promulgadas por la autoridad eclesiástica tiene por fin garantizar a los fieles el mínimo indispensable en el espíritu de oración  y en el esfuerzo moral, en el crecimiento del amor de Dios y del prójimo. Los mandamientos más generales de la Santa Madre Iglesia son cinco” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2041).

¿Por qué la Iglesia se pone a dar mandamientos? Porque puede y debe hacerlo. Puede hacerlo en virtud de la autoridad conferida por su divino fundador Jesucristo. Y debe hacerlo para cumplir su misión de encaminar a los hombres hacia Dios.

El contenido de estos mandamientos viene señalado por la legislación general de la Iglesia, y concretamente por el Código de Derecho Canónico.

El primer mandamiento (escuchar Misa entera los domingos y fiestas de precepto) está encaminado a que los cristianos participen en el Sacrificio redentor de Jesucristo y reciban sus abundantes gracias, al menos con una cierta frecuencia.

El segundo mandamiento (confesar los pecados mortales al menos una vez al año, y en peligro de muerte, y si se ha de comulgar) se dirige a fomentar la conversión y reconciliación con Dios, mediante el perdón de los pecados y la recuperación de la gracia divina.

El tercer mandamiento (comulgar por Pascua de Resurrección) garantiza un mínimo en la recepción del alimento espiritual de la vida cristiana.

El cuarto mandamiento (ayunar y abstenerse de comer carne  cuando lo manda la Santa Madre Iglesia) fomenta la penitencia, para favorecer el dominio de nuestros gustos y la libertad del corazón. Todos los viernes del año son en nuestro país días de abstinencia, conmutable por otra práctica cualquiera de oración o de sacrificio; salvo el miércoles de ceniza y el viernes santo, en los que obliga el ayuno y la abstinencia no es conmutable.

El quinto mandamiento (ayudar a la Iglesia en sus necesidades), señala la obligación de participar en la solución de las necesidades de la Iglesia –también en las económicas-, cada uno en la medida de sus posibilidades.

Altar dedicado a San Juan Bosco (Turín)

Junto al cumplimiento de estos deberes se precisa el testimonio de una vida cristiana. Si la vida de un cristiano no es honesta y coherente con el Evangelio, constituye claramente un antitestimonio. “Los cristianos, por ser miembros del Cuerpo, cuya Cabeza es Cristo (cf Efesios 1, 22), contribuyen a la edificación de la Iglesia mediante la constancia de sus convicciones y de sus costumbres. La Iglesia aumenta, crece y se desarrolla por la santidad de sus fieles” (Catecismo…, n. 2045).

No es suficiente con el cumplimiento de los cinco (principales) mandamientos de la Iglesia. Es preciso presentar una conducta de fe vivida y de amor a Dios y al prójimo, con obras. “Llevando una vida según Cristo, los cristianos apresuran la venida del Reino de Dios, «Reino de justicia, de verdad y de paz» (MISAL ROMANO, Prefacio de Jesucristo Rey). Esto no significa que abandonen sus tareas terrenas, sino que, fieles a su Maestro, las cumplan con rectitud, paciencia y amor” (Catecismo…, n. 2046).

Rafael María de Balbín (rbalbin19@gmal.com)

EL MISTERIO DEL ESCALAFÓN MUTILADO

Aunque lo parezca, no es una novelita policiaca, ni un cuento de intriga. Pero si hay que hacer una averiguación sobre una situación un tanto misteriosa.

Para los visitantes de nuestra ventana al mundo, a quienes imagino numerosos y plurales, convendría una mínima referencia al escalafón; y en esta circunstancia me refiero al de la Carrera Diplomática. Los diplomáticos españoles son un pequeño colectivo; los profesionales en activo no superan el millar, número reducidísimo para el amplio despliegue de España en el planeta. Los hay de todos los sexos, colores y plumajes; tampoco siempre bien avenidos, pues la ocasional acusación de corporativismo es falsa. No creo que en comparación con grandes y medianas potencias seamos muy diferentes. 

La lista de los diplomáticos el llamado escalafón, según el  DRAE es la lista de los individuos de una corporación, clasificados según su grado, antigüedad, méritos, etc. Mi provecta edad obtendrá de la benevolencia de los lectores tolerancia con la falsa modestia de una “auto-cita”.  En un libro aparecido en 2013 en la colección La valija Diplomática y con el titulo Las papeleras del Reino hice ya sesudas y jocosas consideraciones sobre tan preciado documento  (páginas 53 y siguientes); reitero aquí que es apreciado, coleccionado y consultado. El último publicado es de primero de junio de 2017, desde entonces no había aparecido ninguno y ahora se distribuye en la red  uno recién confeccionado. Debe ser el primero de nuestro actual gobierno de coalición sanchista-comunista. 

Observo como muchos otros compañeros y amigos que le falta la última parte, donde en años anteriores se relacionaba el personal diplomático jubilado con su categoría, en el caso de los Embajadores de España de carácter vitalicio. Esta mutilación disgusta y preocupa. Para muchos es prueba de su supervivencia, pues los que no aparecen han pasado a un destino eterno. R.I.P. Para otros, todavía aquí, es recuerdo de un pasado a veces mejor. 

En la historia de la humanidad hay múltiples antecedentes de similares supresiones. Con la que está cayendo, quizás sea un asunto baladí para la ciudadanía, pero si lo creo trascendente para un colectivo que ha desempeñado el papel de contar España al mundo y que afecta a su honra, que “es patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios”, en decir de nuestro gran clásico. 

Los asirios y mesopotámicos amañaban sus tablillas cuneiformes de arcilla, lo que resultaba fácil. Las leyes de la ciudad estado de Lagash, en los albores de la escritura,  eran cilindros y conos arcillosos que desaparecían sin dificultad mayor.

Nefertiti, esposa de Akenaton (Museo Egipcio de Berlín)

En el Egipto de los faraones algunos solían borrar –y estaban esculpidos en piedras, algunas duras- el cartucho con el nombre en jeroglífico de un antecesor castigado, como pasó con Akenatón por proclamar un único dios, olvidando a las variadas divinidades que perviven hoy en monumentos y papiros. En su caso,  se arrasó además la nueva ciudad de Tell El Amarna. 

En el mundo de la Grecia clásica, en Efeso se incendió voluntariamente por guerras religiosas una de las maravillas del mundo, el templo de Artemisa, cuyo recuerdo había sido proscrito.

La damnatio memoriae, calificativo que empezó a utilizarse en el Renacimiento, era practicada en el Imperio Romano.  Caracalla, gran tirano, asesinó a su hermano Geta y mandó borrar todos los retratos de la familia de Septimio Severo  y de su esposa Julia.  

Al comienzo del Cristianismo, el Papa Esteban VI arrojó al Tíber el cadáver de Formoso, su antecesor, a quien desenterró para hacer desaparecer su memoria de entre los vivos.

El rio Tíber, tumba definitiva del Papa Formoso

En el palacio de los Dogos de Venecia, la sala del mayor consejo fue despojada de algún retrato para no recordar a un Dux, a quien su sucesor había considerado indigno.

Más cerca, en la Unión Soviética se borraron nombres, fotografías y menciones de los proscritos, aun antes de ser físicamente suprimidos, como Trotsky y otros camaradas condenados.

Los dirigentes que no son capaces de asumir su propia historia crean ministerios de la verdad para ir reescribiendo los sucedidos de épocas anteriores. George Orwell nos lo cuenta en su utopía 1984; en la mítica potencia totalitaria Oceanía, los enemigos desparecen vaporizados de todo registro y periódico. 

Jerarcas de la URSS presididos por Andrei Gromyko reciben a los reyes D Juan Carlos y Dª Sofia en su visita a la Unión Soviética

No solo en la literatura. En la Argentina post-peronista fue prohibida la mención del general: Perón que grande sos…

Cabría mencionar la revolución cultural china de Mao, la lista negra de Hollywood y muchos más ejemplos. 

Aquí mismo, en España la Ley 52/2007 de 25 de diciembre de memoria histórica dispone en su artículo 15.1: “Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura”.

Ya antes, el Gobierno del Partido Socialista Obrero español, tras las elecciones de la primavera de 1982, decretó una purga de diplomáticos veteranos rebajando la edad de jubilación de los 70 a los 65 años, quizás para eliminar, no al estilo soviético, sino por destierro administrativo.

En Egipto, ya con su vieja tradición, desaparecieron los nombres de Hosni Mubarak y su esposa Suzanne tras la Revolución de 2011; sus nombres fueron eliminados de calles, parques, edificios y otros lugares públicos. 

¿Cuál es ahora el misterioso motivo de nuestra damnatio memoriae?. ¿Será un adelanto de la puesta en práctica de la futura ley de eutanasia?  ¿Querrán reducir la bolsa de las pensiones o los gastos de la seguridad social? 

Muchos estamos en tiempo de descuento sin ayuda del covid. En la ola de supresiones, desde la libertad de educación hasta el uso del español, nuestro idioma universal, no cambia demasiado la eliminación de la memoria de unos ancianos embajadores de España y viejos funcionarios, que tuvimos a gala y honor servir al Reino.

El Arcángel san Gabriel y la Anunciación de la Virgen (Capilla de Areneros, Madrid)

Pidamos a la divinidad y a nuestro Santo Patrón el Arcángel San Gabriel  que se disipen estas nubes y reaparezca un escalafón como toda la vida… (de nuestra Carrera). Quiero además ser optimista y pensar que el muñón del último escalafón no tiene más misterio que un olvido de una administración en la línea de ineficacia y errores de los últimos tiempos.  ¡Que este virus informático no sea anuncio de peores cánceres!.

Salud, paz y bien para todos.

Antonio Ortiz García Embajador de España

IGUALES…Y DIFERENTES

“La igual dignidad de las personas exige  que se llegue a una situación de vida más humana y más justa. Pues las excesivas desigualdades económicas y sociales entre los miembros  o los pueblos de una única familia humana resultan escandalosas y se oponen a la justicia social, a la equidad, a la dignidad de la persona humana  y también a la paz social e internacional” (Const. Gaudium et spes, n. 29).

Entrega de llaves de la escuela de Paso Bajito (Rep. Dominicana) construida con ayuda pueblo de fondos de cooperación del Ayuntamiento de Madrid

La promoción de la justicia social tiene como base necesaria la dignidad trascendente del hombre. Toda la sociedad está ordenada  al bien de la persona humana. La defensa y la promoción de la dignidad humana “nos han sido confiadas por el Creador, y de   las que son rigurosa y responsablemente deudores los hombres y mujeres en cada coyuntura de la historia” (S. JUAN PABLO II. Enc. Sollicitudo rei socialis, n. 47).       

            La persona humana nunca es un simple medio para los demás, sino que tiene una dignidad y una relevancia propias. El Concilio Vaticano II enuncia el siguiente principio: “Que cada uno, sin ninguna excepción, debe considerar al prójimo como «otro yo»,  cuidando, en primer lugar, de su vida y de los medios necesarios para vivirla dignamente” (Const. Gaudium et spes, n. 27).

Para lograr esto no bastan las leyes humanas, por mucha perfección que tengan, sino que se requiere una disposición personal de apertura, de solidaridad con el prójimo. El egoísmo, la soberbia, la avaricia, los recelos sólo se disipan con la caridad, que hace considerar a los demás como hermanos. Este deber de servicio efectivo a los demás se hace más urgente cuanta mayor sea la necesidad a que el otro está sometido. Cristo se coloca en el lugar de los más necesitados: “Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis” (Mateo 25, 40).

El amor al prójimo no reconoce fronteras. “Este mismo deber se extiende a los que  piensan y actúan diversamente de nosotros. La enseñanza de Cristo exige incluso el perdón de las ofensas. Extiende el mandamiento del amor que es el de la nueva ley a todos los enemigos (cf. Mateo 5, 43-44). La liberación en el espíritu del Evangelio es incompatible con el odio  al enemigo en cuanto persona, pero no con el odio al mal que hace en cuanto enemigo” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1933).

Santiago de los caballeros (República Dominicana)

Existe una radical igualdad  entre todos los hombres, creados a imagen de Dios, con  un alma racional e inmortal, con una misma naturaleza y origen, redimidos por Jesucristo, llamados a participar en la eterna bienaventuranza. “Hay que superar y eliminar, como contraria al plan de Dios, toda forma de discriminación en los derechos fundamentales de la persona, ya sea social o cultural, por motivos de sexo, raza, color, condición social, raza o religión” (Const. Gaudium et spes, n. 29). Cuando el hombre nace, y de ahí en adelante, necesita siempre de la ayuda de los demás, para desarrollar su vida corporal y espiritual.

A la vez es preciso señalar que existen desigualdades evidentes entre los hombres, en edad, capacidad física, aptitudes intelectuales o morales, circunstancias de fortuna. Como señala la parábola de los talentos, éstos no están distribuidos por igual. “Estas diferencias pertenecen al plan de Dios, que quiere que cada uno reciba de otro aquello que necesita, y que quienes disponen de «talentos» particulares comuniquen sus beneficios a los que los necesiten. Las diferencias alientan y con frecuencia obligan a las personas a la magnanimidad, a la benevolencia y a la comunicación. Incitan a las culturas a enriquecerse unas a otras” (Catecismo…, n. 1937).

Sin embargo no todas las diferencias son aceptables. “Existen desigualdades escandalosas que afectan a millones de hombres y mujeres. Están en abierta contradicción con el Evangelio” (Ibidem, n. 1938). “La igual dignidad de las personas exige  que se llegue a una situación de vida más humana y más justa. Pues las excesivas desigualdades económicas y sociales entre los miembros  o los pueblos de una única familia humana resultan escandalosas y se oponen a la justicia social, a la equidad, a la dignidad de la persona humana  y también a la paz social e internacional” (Const. Gaudium et spes, n. 29).

Madrid cooperando al desarrollo de El Hatillo (2005)

La solidaridad, que también puede llamarse amistad o caridad social, se apoya  en la igualdad que hay entre todos los hombres, y se ejercita con motivo de las diferencias. Se manifiesta en la distribución de los bienes materiales, en la remuneración del trabajo, en la solución negociada de los conflictos. “La virtud de la solidaridad va más allá de los bienes materiales. Difundiendo los bienes espirituales de la fe, la Iglesia ha favorecido a la vez el desarrollo de los bienes temporales, al cual con frecuencia ha abierto vías nuevas. Así se han verificado las palabras del Señor: «Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura»” (Catecismo…, n. 1942).

Rafael María de Balbín (rbalbin19@gmail.com)

LAS CONSECUENCIAS DE UNA AMBICIÓN SIN LÍMITES

El sistema democrático que mayoritariamente nos dimos en la reconciliación, que otros llaman transición, es “tan bueno, tan bueno” -tan bondadoso-que permite que se traicione al país desde dentro, es decir desde las propias instituciones del Estado. 

Según parece, por las noticias que recogen los medios de comunicación, de la mano de este Gobierno estamos a punto de cometer un nuevo disparate descomunal y de consecuencias incalculables.

El sistema democrático que mayoritariamente nos dimos en la reconciliación, que otros llaman transición, es “tan bueno, tan bueno” -tan bondadoso-que permite que se traicione al país desde dentro, es decir desde las propias instituciones del Estado. Seguramente esto se nos venderá como ejemplo de lo garantista que es el sistema. Separatistas y exterroristas van a imponer que un presidente, cuya ambición de poder y vanidad parecen no conocer límites, acompañado o en connivencia con un “vice”, al que no se le conoce públicamente ninguna concreta realización en bien de la sociedad pero si un nivel de vida muy por encima del que tiene media España,-a lo que yo no tendría objeción que poner si no fuera porque ambos están pagados con mis impuestos y los de usted-, se proponen, al parecer, destrozar esta nación pluricentenaria.

Y el resto de lo que se llama la “clase política” ¿asiste a esta fechoría sin que se le mueva el flequillo?

¿Cui prodest?

“Cui prodest” ¿ A quien beneficia? Desde luego a la nación española, es decir a usted y a mi, NO. Pero como estamos llenos de complejos nos han hecho creer que hablar de nación es ya de un ultra intolerable. Y eso lo hacen arribistas de escándalo revestidos con el hábito de la religión marxista cuyos resultados de la mano de los regímenes que la practicaron fueron, por cierto, junto con el sistema nazista, lo mas asesino que ha conocido probablemente la Historia Universal. Una auténtica tomadura de pelo que sería hasta cómica si no fuese trágica.

El Lazarillo de Tormes y toda la literatura de la picaresca española son un conjunto de chistes malos comparados con esta “obra de arte” aunque solo sea por su dimensión nacional.

Nada nuevo en la historia. Nos proporcionan pan y circo y todos tan felices. Lo malo es que el pan para mucha gente va escaseando y cuando uno ve que sus hijos carecen de lo mas vital hay pocas fronteras que se le resistan, en el sistema o fuera de él.

Se sacan de la chistera, a modo de señuelo y como siempre sin reparar en consecuencias, una ley de educación proponiendo que a nuestros hijos, a mis nietos, nos los eduque un gobierno plagado de adictos a ideologías mediocres, verdaderas “autoridades en el tema”, que saben lo que necesitamos mucho mejor que nosotros. Eso si, usted y yo los criamos pagamos todos los gastos, los cuidamos con auténtico desvelo y ahora una dependienta de supermercado -honorabilísima profesión por cierto-, un profesional que ha copiado y mal su tesis doctoral, un profesor con poco mas que mala intención y una señora de Neguri, nos van a imponer donde y como nos los van a educar.

No cuela

No cuela, miembros del gobierno. Ustedes están viviendo de nuestro sudor y para seguir en las poltronas pactan con nuestros enemigos, los de España, confiando en que el resto de los políticos que, naturalmente viven de lo mismo, no levanten demasiado la voz y con el pretexto de no vulnerar las reglas de juego, “traguen” mansamente por todo.

Aun es mas miserable el intento al que asistimos de que se utilicen el Covid- 19 como cobertura para soslayar sin escrupulosos controles, mintiendo cada vez que se sienten amenazados por la verdad y presienten que sus sillones pueden desaparecer.

Ignoro si van o no a alcanzar su miserable objetivo, pero ¿De verdad vale la pena tanta ceguera humana por un sillón presidencial o ministerial?

Este mes de noviembre está especialmente indicado para pensar, apoyados en Jorge Manrique, en “cuan presto se va el placer como después de acordado da dolor”. Nada nuevo bajo el sol.

QUERIDOS COMPAÑEROS, «DE SENECTUTE PRO SENECTUTE»

Ahora que el conducator y caudillo de la nueva normalidad o régimen de los milagros –ha salvado ya hasta casi medio millón de ciudadanos-  y espera incrementar el número de salida de ancianos, conviene romper alguna lanza a favor de la tercera edad. 

No quisiera plantear el dilema de muchos alemanes entre salvar a los antiguos o superar el covid 19. Pero, mientras la canciller Angela Merkel esté en el poder -y no piensa retirarse hasta otoño del año próximo- no se sacrificará con el aislamiento de los ancianos para que los jóvenes y más fuertes ante el coronavirus salven al país. En mi actual etapa vital, debo clamar DE SENECTUTE PRO SENECTUTE.

En el mundo greco-romano y en culturas clásicas se inventó el senado, y en las tradicionales como la africana los veteranos no somos un estorbo. Incluso en nuestra áspera España, muchos abuelos sirven de sostén y ayuda a las familias y recuerdo haber oído en mi infancia el elogio de la experiencia: del viejo, el consejo. Espero sobrevivir a la pandemia y a la ley de eutanasia. 

Embajada española en Ghana

Leo comentarios y reflexiones de compañeros de muy variado pelaje incluyendo muchos jubilados, bastantes octogenarios e incluso algún nonagenario. En mi profesión de toda mi vida, sin cambiar, pues yo modestamente he sido y soy sólo diplomático español, he conocido de todo: muchos juristas, bastantes economistas, arquitectos, médicos, ingenieros, filósofos, historiadores, escritores, compositores, músicos, políticos, deportistas y un largo etcétera. Naturalmente me refiero a los profesionales que figuran en el escalafón. 

Algún afortunado ha conseguido lo que fue mi aspiración inalcanzada; cambiar de profesión y convertirse en triunfante abogado, funcionario internacional, banquero, catedrático, académico, parlamentario, gobernante o empresario. 

No incluyo en esta lista a los cuneros, desde la anterior dictadura hasta las turbulencias actuales, desde falangistas hasta aparachiks, sin olvidar alcaldes, catedráticos, aristócratas o profesionales de la escalera. Aunque no todo es trigo limpio,  a pesar de todo, en general son peores los no profesionales, como le dije a Felipe González en Bucarest en los años noventa.

Vajilla de las embajadas de España

Melitón se refiere a la edad provecta que felizmente alcanzó y espera superar, aunque tiene sus dudas, pues dice con acierto que estamos ahora gobernados por politicastros que ignoran el significado y la grandeza del bien común frente a una oposición dividida y no siempre coherente ni eficaz. 

Chencho no discrimina y dice haber consumido en sus destinos más de trescientas cajas de de cava catalán, sin querer darles un euro a los franceses mientras que Cataluña sea España, ha enviado desde el extranjero a familiares, políticos y amigos a que visiten Cataluña, sin distinguirla de Asturias, Canarias o Andalucía que es su tierra, tengo ahorros en un banco catalán, etc, etc.. 

Entre los diplomáticos españoles, y si yo fuera políticamente correcto –que no quiero serlo- diría y las diplomáticas, los de todos los colores y pelajes. Para mí, todos son iguales, pues creo en el artículo 14 de nuestra querida y respetada Constitución (muchos todavía lo sentimos y así lo hacemos:, iguales ante la ley…sin discriminación alguna por razón de raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Acabo de escuchar a mi tocayo, compañero y amigo Oyarzabal en una nube. Ahora en medio de la peste roja hay que hacer así las cosas. Hablaba de sus recuerdos en la Fundación Ramón Areces, a la que todos contribuimos comprando calcetines y en mi caso calzoncillos, y que además está dirigida brillantemente por otro amigo a quien conozco desde chico y a cuya boda asistí en París: Raimundo (ya no le llamamos Gogo) Pérez-Hernández. 

Antonio presentaba un nuevo libro –del que luego no dijeron nada, ni lo comentaron. Ya se lo preguntaré. Pero lo importante es que habló bien de nuestra profesión, de la Carrera Diplomática y reivindicó su actualidad, conveniencia e incluso necesidad. Para un modesto funcionario que no ha hecho otra cosa destacada en su vida, aunque lo realmente importante en mi caso ha sido procrear cuatro hijos –Dios les dé salud-  oir afirmaciones positivas de una profesión criticada, vilipendiada e incluso despreciada es como un bálsamo en la vejez, un reconstituyente del espíritu.

Amigos que en lejanas latitudes

representáis de España las virtudes

He tratado centenares de diplomáticos profesionales de muchos países, incluyendo nuestra querida España y en general he encontrado –con las inevitables excepciones- servidores honrados y fervorosos de su país. Quizás haya tenido con algunos de los míos –los españoles- alguna diferencia de opinión. Pero hasta mi defunción administrativa solo los recuerdo como leales servidores del Reino, honrados funcionarios y amistosos compañeros. No conozco demasiados jóvenes, pero he visto vocación, amor y afición por este complicado oficio. También guardo recuerdos positivos de aquellos que marcharon y veo hoy en las últimas páginas del ABC,…  pero a estas alturas y en las diez de últimas solo puedo y quiero decir

Paz, bien y salud, queridos compañeros.

Antonio ORTIZ GARCIA

Embajador de España