ISLAS CANARIAS, DESTINO SEGURO

Bajo el eslogan “ISLAS CANARIAS, DESTINO SEGURO”, una delegación de la Organización Mundial de Turismo (OMT) realizará un primer viaje oficial, del 8 al 13 de este mes de julio, al Archipiélago Canario.

La finalidad del viaje es valorar las medidas que el gobierno del archipiélago canario ha acordado junto con el sector de empresas turísticas para que el viajero que vaya a disfrutar de esas maravillosas islas se sienta en un ambiente en el que la seguridad del visitante sea el objetivo principal y condición fundamental para un disfrute pleno de sus vacaciones. 

A bordo del avión también viajará el grupo de sanitarios ganadores de la promoción “Te lo mereces. Entra en Fase Tranquilidad” que, como parte de la campaña nacional, traerá a las Islas a una treintena de profesionales de la salud de la Península para disfrutar de unas vacaciones en Canarias.

La Consejera de Turismo del gobierno canario con el Secretario General de la O.M.T. Zurab Pololikashvili

El Gobierno de Canarias trabaja desde hace meses en la estrategia de reapertura turística frente a la crisis generada por la COVID-19. Ya en el mes de abril, la Consejera de Turismo, Industria y Comercio, Yaiza Castilla, presentó al Secretario General de la OMT, Zurab Pololikashvili, el proyecto en el que trabaja para convertir a Canarias en un destino seguro aplicando un plan de rediseño de procesos en toda la cadena de valor de la actividad turística, creando y verificando protocolos para cada servicio y minimizando cualquier riesgo para transmitir seguridad sanitaria a los turistas.

La OMT dio la bienvenida a la iniciativa de Canarias, y acordó colaborar a través de su Departamento de Innovación y Transformación Digital y su Departamento de Comunicación. Fruto de esta colaboración, la OMT aceptó la propuesta de participar en el primer viaje oficial de una delegación de la Organización Mundial de Turismo con el fin de conocer de primera mano las medidas de seguridad adoptadas en toda la cadena de valor del sector turístico de las islas. 

Paisaje del interior de Gran Canaria desde las dunas

El próximo 8 de julio, El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres y la consejera de Turismo, Yaiza Castilla recibirán en Gran Canaria al vuelo procedente de Madrid.  Unas 180 personas formarán la comitiva que  servirá también para testar los protocolos de seguridad tanto en destino como en origen, donde se incluye la realización de pruebas PCR y serológicas voluntarias a los invitados a cargo de un equipo médico antes de emprender el viaje, además de la oportunidad para utilizar la aplicación Hi+Card, una herramienta avalada por la OMT en la que el usuario puede guardar el resultado del test en su móvil de manera que lo tenga accesible y poder  mostrarlo siempre que haga falta.

Periodistas e invitados formarán parte de varios grupos (press trip y fam trip) que, gracias a la colaboración de los diferentes Cabildos insulares y de la compañía aérea Binter, podrán visitar todas las Islas hasta el día 13 de julio, con el objetivo de conocer mejor cada destino y comprobar los procesos de seguridad sanitaria que se han implementado para mejorar la calidad de la experiencia vacacional.

La Comunidad Autónoma de Canarias, con 36.500 Kilómetros cuadrados entre los que se incluye no solo la extensión territorial de sus islas sino también el espacio marítimo entre islas, es la sexta por extensión entre todas las comunidades autónomas que integran el territorio nacional español.

UNA CONVOCATORIA UNIVERSAL

Con frecuencia nos llegan demasiadas noticias malas, pero nos ha llegado una muy buena:     con la venida de Jesucristo a la tierra se anuncia la llegada del Reino de Dios a los hombres. Es una convocatoria universal, para todos los hombres de todos los lugares y de todos los tiempos, a partir de su primer anuncio a los hijos de Israel. 

Para entrar en ese Reino es preciso acoger por la fe las enseñanzas de Jesús. El Reino será como una pequeña semilla que va germinando en el corazón de cada persona y crece con el impulso de la gracia divina en cada uno y en el entero conjunto de la humanidad.

El laico Dr José Gregorio Hernandez, conocido en Venezuela como «el médico de los pobres» cuya beatificación fue autorizada recientemente por el Papa Francisco.

            Para recibir el Reino de Dios hace falta un corazón sincero y bien dispuesto. Se ofrece a los pobres y a los pequeños, es decir a aquellos que lo acogen con humildad. No se dirige su invitación a los que ya son perfectos y sabios por sus solas fuerzas (¿Quiénes serían estos?), sino a quienes tienen defectos y limitaciones y son conscientes de ellos. “Jesús invita a los pecadores al banquete del Reino: «No he venido a llamar a justos sino a pecadores» (Marcos 2, 17; cf 1 Timoteo 1, 15). Les invita a la conversión, sin la cual no se puede entrar en el Reino, pero les muestra de palabra y con hechos la misericordia sin límites de su Padre hacia ellos (cf  Lucas 15, 11-32) y la inmensa «alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta» (Lucas 15, 7). La prueba suprema de este amor será el sacrificio de su propia vida «para remisión de los pecados» (Mateo 26, 28)” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 545).

            Un rasgo característico de la enseñanza de Jesús son las parábolas, que, a través de un ejemplo material y asequible tomado de la experiencia diaria, presentan los grandes misterios que Dios nos llama a conocer y a vivir. Son a la vez una invitación y una exigencia para el mejoramiento de la propia vida. El corazón humano debe ser como una tierra bien dispuesta para recibir la semilla, de tal manera que cada uno corresponda a los talentos recibidos de Dios. Las parábolas son reveladoras para quien busca sinceramente el Reino, y constituyen un enigma o una enseñanza aparentemente trivial para los que tienen la inteligencia y el corazón endurecidos.

            “Jesús acompaña sus palabras con numerosos «milagros, prodigios y signos» (Hechos de los Apóstoles 2, 22) que manifiestan que el Reino está presente en El. Ellos atestiguan que Jesús es el Mesías anunciado (cf Lucas 7, 18-23)” (Catecismo…, n. 547). En efecto, los milagros que realiza atestiguan que el Padre lo ha enviado, e invitan a creer en El. Santo Tomás de Aquino afirma que los milagros son como el sello del rey, que se grababa sobre el lacre de un documento para asegurar su autenticidad. Así los milagros resellan el origen divino de la doctrina de Jesucristo. Pero como la fe requiere de la libertad de la persona, es posible rechazar a Cristo aunque se vean milagros, como aparece en el mismo relato del Evangelio.

            Los milagros tienen su momento y lugar en los planes de Dios. Son hechos fuera de lo ordinario que se realizan cuando así conviene, y si bien no podemos aspirar a resolver todas las dificultades a golpe de milagros, éstos, de vez en cuando, ocurren: “No soy «milagrero». –Te dije que me sobran milagros en el Santo Evangelio para asegurar fuertemente mi fe. –Pero me dan pena esos cristianos –incluso piadosos, «¡apostólicos!»- que se sonríen cuando oyen hablar de caminos extraordinarios, de sucesos sobrenaturales. –Siento deseos de decirles: sí, ahora hay también milagros: ¡nosotros los haríamos si tuviéramos fe!” (San JOSEMARÍA ESCRIVÁ, Camino, n. 583).

Jesús no vino a la tierra, sin embargo, a remediar nuestros males materiales ni terrenos, sino para liberarnos de la esclavitud más grande, que es la del pecado. La venida del Reino de Dios es la derrota del reino de Satanás: “si por el Espíritu de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios” (Mateo 12, 28).

            Desde el comienzo de su vida pública Cristo eligió a algunos varones, para que colaboraran especialmente con su misión: son los doce Apóstoles. Quiso asociarlos a la realización de su Reino, dirigiendo por medio de ellos y sus sucesores la Iglesia que El fundó. En ella Simón Pedro tiene el primado: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella” (Mateo 16, 18). Le corresponde, por voluntad de Jesucristo para él y sus sucesores velar por la fe de sus hermanos y confirmarlos en ella (cf Lucas 22, 32). A él le confió especialmente las llaves del Reino, la autoridad espiritual para regir, enseñar e impartir los medios de santificación en la Iglesia: “A ti te daré las llaves del Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos” (Mateo 16, 19).

            Cuando el Papa, en ejercicio de su ministerio, aprueba la beatificación o canonización de un santo, ello quiere decir que se ha producido, por el poder de Dios y la intercesión del santo, algún milagro rigurosamente comprobado. Ahora en Venezuela  nos llenamos de alegría y de agradecimiento  a Dios por la beatificación de José Gregorio Hernández: el Reino de Dios está entre nosotros.

Rafael María de Balbín (rbalbin 19@gmail.com)

UNA IDEOLOGÍA DE ANTEAYER

La llamada ideología de género no ha nacido por generación espontánea, sino que presenta una génesis histórico-cultural muy clara. Tiene como primer precedente a los ideólogos de la “revolución sexual”, que son afines a la Escuela de Frankfurt, con su marxismo no leninista. Se trata de Wilhelm Reich y Herbert Marcuse. 

Se combina el marxismo con el pensamiento de  Freud: trasladando la “lucha de clases” a  la “lucha de sexos”, promoviendo  la “liberación sexual” de las mujeres oprimidas.

Desconstructivistas

Hay  que mencionar también a los deconstructivistas sociales: Jacques Derrida y Michel Foucault. Para ellos la realidad no consta ni de objetos ni de sujetos, sino que sólo está constituida por el lenguaje. En esta línea habrá que deconstruir el modelo cultural, aproximándolo al  pansexualismo de Foucault. Y la manipulación del lenguaje será un arma poderosa para la implantación de esta ideología.

Entre los existencialistas ateos figura  Simone de Beauvoir, quien formula nítidamente  la idea del  género: “No se nace mujer, sino que te haces mujer”. En la perspectiva de un igualitarismo total con los varones.

Feminismo original o feminismo de género

Hay que distinguir claramente entre el Feminismo original, que busca la promoción de los derechos humanos y civiles de las mujeres, y el Feminismo de género. Este último propugna la equiparación total de mujeres y varones, sin tener en cuenta lo que enseña la naturaleza. El género, como creación cultural, permitirá que  la clase oprimida femenina tome el control de la función reproductiva. Si la raíz  de la opresión de la mujer está en su papel de madre y educadora de los hijos, hay que liberarla mediante la contracepción, el aborto y la  educación estatal  de los hijos.

En la promoción de la ideología de género hay que destacar el papel principal del lobby LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transformistas). La alianza de los activistas homosexuales con las feministas radicales impulsa el ataque al matrimonio y a la familia, hablando de nuevas formas de unión entre los sexos (concubinato, “matrimonio” gay, familia monoparental). 

El pretendido basamento científico de esta ideología apareció con el  Dr. John Money de la Universidad  John Hopkins de Baltimore, con el que  comenzó la utilización de la palabra género. A él se debe un fallido experimento macabro con dos morochos varones y el intento quirúrgico y educacional de transformar en mujer a uno de ellos.

Presupuesto dogmático

Entre los impulsores de la ideología de género los hay  teóricos y activistas. Tienen como nota común la falta de rigor intelectual. Hay un presupuesto dogmático: la no vigencia de la distinción entre varón y mujer que indica la naturaleza humana. Se sustituye por la uniformidad del género. Toda legítima diferencia se denuncia como una  subordinación alienante de la mujer por parte del varón. En consecuencia habría que sustituir la autoridad “patriarcal” por el “empoderamiento”de la mujer.

Una ideología tan palmariamente irreal sólo puede imponerse ideológicamente, es decir mediante el engaño y la coerción.

Rafael María de Balbín (rafaelbalbin@yahoo.es)

MOMENTOS LUMINOSOS

En la vida de cualquier hombre se suceden y alternan acontecimientos variados, unos alegres, otros dolorosos, otros que no tienen un color especial, al menos externamente, porque se repiten a diario.

Jesucristo quiso hacerse hombre verdadero, compartir todo lo nuestro, excepto el pecado; si bien asumió nuestros pecados para liberarnos de ellos. En las jornadas de su vida pública, hay algunos momentos especiales de luz.

            Uno de ellos, como un paréntesis en la vida pública de Jesús, es su Transfiguración. Después de que Pedro confesó su fe de que Jesús era el Mesías, el Hijo de Dios vivo, el Maestro “comenzó a mostrar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén, y sufrir… y ser condenado a muerte y resucitar al tercer día” (Mateo 16, 21), cosa que ni Pedro ni los demás comprendieron. Ocurrió poco después el hecho de la Transfiguración de Jesús, en el monte Tabor, ante tres de los Apóstoles: Pedro, Santiago y Juan. “El rostro y los vestidos de Jesús se pusieron fulgurantes como la luz, Moisés y Elías aparecieron y le «hablaban de su partida, que estaba para cumplirse en Jerusalén» (Lucas 9, 31). Una nube les cubrió y se oyó una voz desde el cielo que decía: «Este es mi Hijo, mi elegido; escuchadle» (Lucas 9, 35)” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 554).

Jerusalén; Basílica de Getsemaní

            En esta escena Jesús les mostró por unos momentos su gloria, a la vez que les señalaba que antes era preciso padecer y morir: la Redención de la humanidad se haría a través de los sufrimientos y de la muerte ignominiosa en la Cruz. Se escucha la voz del Padre celestial y se hace presente el Espíritu Santo como una nube que les envuelve. Es como un anticipo de la Resurrección de Cristo, “el cual transfigurará este miserable cuerpo en un cuerpo glorioso como el suyo” (Filipenses 3, 21), pero sin olvidar que “es necesario que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios” (Hechos de los Apóstoles 14, 22).

Jerusalen; Muro de las Lamentaciones y mezquita de Al Aqsa

            Cuando se acerca el momento previsto en los planes de Dios, Jesús se encamina resueltamente hacia Jerusalén, habiendo anunciado por tres veces a sus discípulos la necesidad de padecer y morir, y después resucitar, para llevar a cabo la redención de nuestros pecados; “No cabe que un profeta perezca fuera de Jerusalén” (Lucas 13, 33). Numerosos profetas, enviados por Dios, habían sufrido el martirio en la ciudad. Jesús sufre y llora ante la dureza de corazón de los hijos de Jerusalén: “¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas y no habéis querido!” (Mateo23, 37).

Murallas de Jerusalén

            La entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén, el domingo de ramos, es otro momento de luz. El había rehuido siempre los intentos populares de hacerle rey, un rey político o temporal al estilo humano. En esta ocasión prepara todos los detalles para entrar en la ciudad de David. Allí es aclamado como hijo de este rey, como el que trae la salvación. Pero el Rey de la Gloria entra en la ciudad sobre un asno, con una cabalgadura humilde, lejos de la fuerza y del boato de los reyes de este mundo. Le alaban los pequeños y los sencillos: “Bendito el que viene en el nombre del Señor” (Salmo 118, 26).

            Este momento de luz es también fugaz. “La entrada de Jesús en Jerusalén manifiesta la venida del Reino que el Rey-Mesías llevará a cabo mediante la Pascua de su Muerte y de su Resurrección (…). La Iglesia permanece fiel a la «interpretación de todas las Escrituras» dada  por Jesús mismo, tanto antes como después de su Pascua: «¿No era necesario que Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?» (Lucas 24, 26-27.44-45). Los padecimientos de Jesús han tomado una forma histórica concreta por el hecho de haber sido «reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas» (Marcos 8, 31), que lo «entregaron a los gentiles, para burlarse de él, azotarle y crucificarle» (Mateo 20. 19)” (Catecismo…, n. 560 y 572).

Rafael María de Balbín. (rbalbin19@gmail.com)

Fotos: Agustín Alberti

UNA REVOLUCIÓN CULTURAL

A nivel mundial se está desarrollando una auténtica revolución, que no se impulsa con barricadas, atentados dinamiteros ni golpes militares. Se trata de la ideología de género, pseudo-antropología, con pretensiones de reingeniería social planetaria.

Comenzó como un derivado del movimiento feminista, que buscaba objetivos muy loables: El reconocimiento de la dignidad de la mujer y la igualdad con el varón en derechos civiles. Al radicalizarse ideológicamente, el feminismo desbordó estos parámetros para propugnar la revolución sexual. La píldora anticonceptiva ofreció la herramienta tecnológica.

El preconcepto inicial de la ideología de género es la negación de la naturaleza humana.

La ideología de género lleva a cabo una reinterpretación de la historia y de la cultura. Ha surgido el nuevo gremio de los especialistas en género: que proliferan en gobiernos, planes educativos y empresas transnacionales. Con el factor común del rechazo de la maternidad, del trabajo doméstico y de las obligaciones matrimoniales.

Negación de la naturaleza humana

El preconcepto inicial es la negación de la naturaleza humana. El ser humano sería una materia informe que hay que modelar y dotar de sentido. No habría características propias de cada sexo, ni siquiera en la vida psíquica. La homosexualidad no sería antinatural y la heterosexualidad no sería natural. Al negar la naturaleza humana  se separa el cuerpo de la psiquis. En consecuencia habría que cambiar la cultura, porque varones y mujeres serían absolutamente idénticos.

Según esta concepción: frente a las evidentes diferencias biológicas, el sexo natural sería intrascendente y lo decisivo sería la psiquis, que no tendría relación con el sexo corporal. Aunque las estadísticas muestren que determinadas conductas se dan mayoritariamente en varones y otras en mujeres, las diferencias biológicas no tendrían ninguna significación antes de ser interpretadas, ya que serían una mera construcción de la sociedad.

Noción de Género

Propugnan la noción de género, que sería el sexo construido socialmente (algo así como un  rol convencional). Cada persona construiría su género. Con reingeniería social se podría transformar la percepción natural del género (imposición totalitaria);  tal como admite Simone de Beauvoir: “Ninguna mujer debería estar autorizada para quedarse en casa a criar los hijos… Las mujeres no deberían tener esa opción, precisamente porque si existe esa opción, demasiadas mujeres optarán por ella”.

Si se niega la naturaleza humana, y la dualidad de la persona humana como varón o como mujer,  no habría ningún condicionamiento antropológico, ni biológico ni psicológico, relativo a la sexualidad. Cada ser humano tendría autonomía absoluta para construir su propio género.

El objetivo final de esta revolución es la completa eliminación de las diferencias sexuales en los seres humanos, para construir un “mundo nuevo”.  Para eso hay que luchar contra el “patriarcado” y la “familia tradicional”.  El sexo estaría solamente al servicio del placer: Todo vale.

Rafael María de Balbín. (rafaelbalbin@yahoo.es)

NO PIENSO RETIRAR NINGUN RETRATO

Parece ser que los viejos nos repetimos en nuestras afirmaciones. Es posible que en la recta final estemos convencidos de algunas cosas. Aunque  atravesemos  tiempos de dudas y se tambaleen algunas creencias, es muy duro hacernos cambiar de parecer y más por motivos fútiles y de dudoso fundamento.

Don Juan Carlos y DªSofía dedican su foto al autor de este artículo y su esposa Lola

Llevo muchos años diciendo ¡Viva España!, ¡Viva el Rey!  No va a ser ahora cuando empiece a maldecir a mi patria y a mi rey.

Me va a ser difícil, y además no me da la real gana, pasarme al ¡Viva la república! Tampoco voy a hacerme partidario de patíbulos y guillotinas. No proclamaré que aspiro a un “Collado Mediano independiente y marítimo”; mis amigos me lo han oído decir muchas veces. Cambiar la sociedad quitando de en medio sus columnas y muros maestros sería como  hacer una tortilla española sin patatas ni huevo, aunque pudiera suprimir la cebolla, en contra de mi gusto. 

No quiero cambiar a mis compatriotas; espero sigan siendo ciudadanos libres, autónomos, imaginativos, trabajadores y esforzados. Ni una ley educativa que los iguale a todos por abajo, ni una rentita vitalicia que fomente vagos, ni una unificación lingüística que proclame el uso exclusivo y excluyente del bable o del panocho. Y aquí si diré  Viva Asturias, que es España y todo lo demás es reconquista. Y Viva Murcia, donde tengo amigos y belleza. Ni tampoco un tratamiento sanitario olvidando enfermedades y casos raros. En mi paso por el mundo comunista pude ver que la diálisis era solo para los camaradas del comité central.

El autor con el rey D Juan Carlos y el jefe de su Casa Fernando Almansa

Y digo  todo esto porque he vivido orgulloso, digno y contento con nuestra monarquía parlamentaria amparada por la vigente Constitución de 1978. No olvido los esfuerzos por conseguir una transición desde la última dictadura, dictablanda en su largo estertor, a una democracia europea y atlántica, sin olvidar Iberoamérica, ni nuestro idioma universal, que siempre he llamado español.

En el pelotón de cabeza

Mi generación no conoció más que de oídas la última guerra civil, la cuarta y  última de la historia; ha gozado de paz, progreso y libertad, pese a represalias, exilios y persecuciones, y hemos conseguido llegar al pelotón de cabeza de las naciones de este mundo. De la nueva plaga saldremos, más débiles y empobrecidos, pero saldremos.

A pesar de tener el peor de los gobiernos de la era democrática con esta nueva coalición sanchista-comunista, los españoles vivimos, el más largo periodo de avances y tranquilidad de nuestro recuerdo, con todos los lamentos y aflicciones sufridas por el pueblo.

D.Juan Carlos en Berlín ante la antigua embajada de España, escucha las explicaciones del embajador Ortiz acompañado de sus hijos Marta y José María

El Rey Juan Carlos I se ha ganado ya un lugar de privilegio en la historia moderna de España, de Europa y del mundo. No voy a quitar su retrato de mi casa, ni creo que los españoles de bien vayan a retirarlos.   

Si los descendientes de terroristas y asesinos, los predicadores de tiranías y totalitarismos y los nostálgicos de fracasadas repúblicas, la corta y la más larga de injusticias y venganzas y generadora de nuestro conflicto fratricida, y los ilusionistas de felices arcadias racistas y orates, son quienes proclaman  una cacería de aristócratas y añoran un Ekaterimburgo, razón de más para no apartarnos de la senda bien trazada, aunque se pueda reparar su pavimento. ¡Al ladrón, al ladrón!  dicen para huir con el botín.

Los comunistas, que según mi experiencia se dividen en dos grupos: o iluminados rematadamente imbéciles o sinvergüenzas aprovechados, repiten una frase mítica para justificar desde los crímenes de Lenin y Stalin hasta las tiranías cubanas, nicaragüenses o chinas: el balance global es positivo.  

Su Majestad Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica supera en su actuación  por muchos codos a indemostradas acusaciones, errores humanos, pecados o debilidades. Una imputación iniciada por bolivarianos totalitarios y extremistas contrarios a nuestro sistema de convivencia refleja sobretodo odio y falsedad. 

Prefiero seguir la llamada de Jesús de Nazaret, quien sí sabía de las culpas de la magdalena, y dijo quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. No creo que muchos quieran lapidaciones; yo desde luego no quemaré ningún retrato de quien sigue siendo un rey humano y querido.

Mi último contacto con Don Juan Carlos fue telefónico, por medio de un buen amigo, para transmitirle mi pésame por el fallecimiento de su hermana la Infanta Pilar. Ya retirado también él, le encontré en una celebración del aniversario constitucional y con su jocoso estilo me dijo ¡Pues anda que yo!, como respuesta a su pregunta de qué tal andaba y habiéndole contestado  que no corría mucho.

De Bucarest a Estambul

Cabría alargarme en recuerdos de más de cuarenta años de Carrera Diplomática y de quince como embajador, su representante en el mundo. Aquí solo sacaré a nuestra ventana al mundo uno de Estambul, donde mi mujer y yo habíamos ido a pasar unos días de vacaciones desde Bucarest, Rumanía, mi puesto entonces y coincidimos con su visita de Estado a Turquía. Salíamos Lola y yo de la gran cisterna romana en los bajos del antiguo hipódromo de Constantino y vimos revuelo de gente y gendarmes; nos acercamos a la comitiva oficial llegando a la mezquita azul; para junto a otros turistas ver pasar a los Reyes. Juan Carlos miró para saludar a los ciudadanos que le aplaudían y al verme, se acercó y con gesto serio me preguntó ¿Y tú qué haces aquí?

No sembremos vientos para no recoger tempestades. Roguemos que Santiago cierre España y no la abra a las furias ni a las turbas. 

Antonio Ortiz y su esposa en la recepción ofrecida por los reyes al presidente de Hungría en visita oficial a España

Que el Rey Felipe VI, que guarde Dios muchos años, siga, prudente y esforzado, siendo el símbolo de la unidad y permanencia del Estado y modere el funcionamiento regular de las instituciones, según el artículo 56 de nuestra carta magna.

Y larga vida y salud  para Juan Carlos de Borbón y Borbón, mi contemporáneo (por pocos meses) y con quien he compartido y comparto patria y patriotismo bajo la bandera roja y gualda.

Los detractores de los muchos monarcas que figuran en la historia de la piel de toro desde Recaredo hasta Boabdil pueden con facilidad atacar a alguno como el rey felón. Pero los tiempos y las circunstancias mandan y Fernando VII, fue recibido en Madrid con arcos triunfales y su puerta de entrada en piedra le llama, el Deseado, padre de la Patria, restituido a sus pueblos, exterminada la usurpación francesa, el Ayuntamiento de Madrid consagra este monumento de fidelidad, de triunfo y de alegría, Año MDCCCXXVII.

Los manifestantes  del anarquismo, los anti-sistema y demás chusma podrían recorrer las calles en una nueva manifestación para ampliar los contagios y pedir la modificación de la historia. Yo les pregunto aquí

¿QUERÉIS DERRIBAR LA PUERTA DE TOLEDO?

Antonio ORTIZ GARCÍA . Embajador de España

EN LA PLENITUD DE LOS TIEMPOS

Con esta expresión no nos referimos a ningún acontecimiento futuro, como si la plenitud hubiera de esperarse más adelante, quizás como fruto de una evolución perfectiva de la humanidad. San Pablo, escribiendo a los Gálatas (4, 4), señala con estas palabras el cumplimiento de las promesas de Dios para la salvación de los hombres, mediante la anunciación a María del designio divino.

“María es invitada a concebir a aquél en quien habitará «corporalmente la plenitud de la divinidad»  (Colosenses 2, 9). La respuesta divina a su «¿cómo será esto, puesto que no conozco varón?» (Lucas 1, 34) se dio mediante el poder del Espíritu: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti» (Lucas 1, 35)” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 484). 

La plenitud de los tiempos ha ocurrido ya. El año 2.000 hemos celebrado un especial aniversario de aquel acontecimiento que está en el centro de la historia humana, y que le confiere plenitud de significado.

            De Jesucristo afirma el Credo que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de Santa María Virgen. La fe católica acerca de Cristo ilumina la figura esplendorosa de María: Dios envió a su Hijo a la tierra, y para darle un cuerpo humano quiso la libre cooperación de una criatura, de una mujer, bendita entre todas las mujeres. Escogió desde toda la eternidad, para ser la Madre de su Hijo, “a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María” (Lucas 1, 26-27). Para ello, María “fue dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante” (Conc. VATICANO II. Const. Lumen gentium, n. 56). Fue llena de gracia desde el primer instante de su ser natural: es lo que llamamos la inmaculada concepción de María, verdad de fe proclamada por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854. Es una abundancia de gracia del todo singular: ella es “redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo” (cf. Ibidem, n. 53). Por una especial ayuda de Dios María permaneció pura de todo pecado personal, a lo largo de toda su vida terrena.

            Así cuando le llega el anuncio e invitación del arcángel Gabriel, la Virgen está preparada: concebirá y dará a luz al Hijo del Altísimo, por la virtud del Espíritu Santo, sin intervención de varón. Y Ella responde: “He aquí la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra” (Lucas 1, 37-38). De esta manera se entregó por completo al designio divino de la Redención de los hombres, a través de la Encarnación de su Hijo. Los Evangelios llaman a María, en repetidas ocasiones, la Madre de Jesús; y como Jesús es Dios, en la unidad de su única Persona divina, María es por ello Madre de Dios.

            A la vez la fe católica proclama la virginidad perpetua de María, ya desde las primeras formulaciones de la fe. “Los Padres ven en la concepción virginal el signo de que es verdaderamente el Hijo de Dios el que ha venido en una humanidad como la nuestra” (Catecismo…, n. 496). Es una obra divina, que está por encima del poder y de la comprensión de los hombres. El ángel manifestó a José: “Lo concebido en ella viene del Espíritu Santo” (Mateo 1, 20). Es el cumplimiento de la promesa, hecha siglos antes, a través del profeta Isaías: “He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo” (Isaías 7, 14).

Adoración de los reyes. Tabla hispano flamenca.

            La fe cristiana, en su paulatina profundización, ha confesado la virginidad real y perpetua de María, la siempre Virgen; antes del parto, en el parto y después del parto. El nacimiento de Cristo “lejos de disminuir consagró la integridad virginal” de su madre (Conc. VATICANO II. Const. Lumen gentium, n. 57). Si bien el Nuevo Testamento menciona a los hermanos y hermanas de Jesús, lo hace siguiendo la usanza bíblica de llamar de esta manera a los parientes próximos: primos, tíos, sobrinos, etc., tal como aparece claramente en diversos pasajes del Antiguo Testamento. “Jesús es el Hijo único de María. Pero la maternidad espiritual de María se extiende (cf Juan 19, 26-27; Apocalipsis 12, 17) a todos los hombres, a los cuales Él vino a salvar: «Dio a luz al Hijo, al que Dios constituyó el mayor de muchos hermanos (Romanos 8, 29), es decir de los creyentes, a cuyo nacimiento y educación colabora con amor de madre» (Conc. VATICANO II. Const. Lumen gentium, n. 63)” (Catecismo…, n. 501).

            La virginidad de María destaca la plena iniciativa de Dios en la Encarnación. “Jesús no tiene como Padre más que a Dios” (Catecismo…, n. 503); así como la plena disponibilidad y fidelidad de María. Ella es la nueva Eva, madre de la humanidad redimida, con una fecundidad sin igual. Es figura y ejemplar de la Iglesia: “La Iglesia se convierte en Madre por la palabra de Dios acogida con fe, ya que, por la predicación y el bautismo, engendra para una vida nueva e inmortal a los hijos concebidos por el Espíritu Santo y nacidos de Dios. También ella es virgen que guarda íntegra y pura la fidelidad prometida al Esposo” (Conc. VATICANO II. Const. Lumen gentium, n. 649).

Rafael María de Balbín (rbalbin19@gmail.com)

IMÁGENES EN EL CONFINAMIENTO

Recuerdo una serie inglesa de televisión, años 80, en la que una gran burbuja flexible y transparente se aparecía cada vez que el confinado en una isla paradisíaca pretendía huir para recuperar la libertad. Había trabajado para unos servicios secretos, se supone que británicos, que le confinaban de por vida. Una especie de Bond caído en desgracia.

En los confinamientos impuestos lo verdaderamente negativo es la imposición en si misma. Sin embargo el tiempo se deforma y flexibiliza, desmintiendo a Kant y ofrece posibilidades insospechadas de reflexión. Uno de los resultados podría ser la percepción de que la reclusión impuesta no deja de ser nada más que una limitación de segundo orden. Esto es, como una “matryoshka” dentro de otra más vasta pero mucho más necesaria de penetrar. Esa otra muñeca rusa no es otra que la isla paradisíaca de la que un cierto día comenzamos a tener conciencia.

Día de El Corpus Cristi en Madrid. Calle Ramón De la Cruz, circa 1942. Llevando la comunión a los enfermos

 En mi caso, comienza con un niño, visillo en la mano, mirando por una ventana hacia la esquina de enfrente. El panorama era una calle y la tienda “RUIZ OGARRIO. ULTRAMARINOS”. Y esa gran matrioska está ahí, mostrenca y aparentemente impenetrable, como un gran contenedor de recuerdos de los que algunos pocos destacan con estabilidad de cimientos. Diez años de colegio cercano, lo que permitía ir sin ser llevado, primera escuela de libertad origen de pocas amistades pero profundamente sólidas. Una columna con su imagen de la Virgen del Pilar que aparece estable, nítida en la memoria cuando se requiere su presencia. Y la pregunta definitiva de los años de universidad: ¿Hay algo fuera? ¿Se puede salir al exterior de la gran matrioska? Después de algo de Física, el formalismo aparentemente vacío de la Matemática y  las realidades profundamente humanas del Derecho, bastante de Historia y no poca Filosofía, la respuesta definitiva solo la dan unos cientos de testigos de la resurrección de un individuo crucificado hace más de dos mil años. Hay un espacio fuera de la gran matrioska y el resucitado abrió la puerta, removió la burbuja. Algunos recuerdos cristalizados siguen ahí como hitos de referencia. Una mirada a los bancos de la Universidad Complutense que lleva a descubrir la persona definitiva.

Islotes Es Vedra y Vedranell, puerta de los freos de Ibiza

Unas colinas rocosas, plantadas en el mar de Ibiza, aparecidas de repente, como fantasmas semiescondidos en la neblina de la madrugada, ante la borda del “J.J. SISTER”, barco de la Compañía Transmediterranea ya viejo en los sesenta. Un niño de cuatro años comiendo, todo serio, un bocadillo en el tambucho de un velero construido en Burnan-on-Crouch en los años treinta, mientras bordeaba la isla de Conejera.

El «Taube II». Velero construido en Burnan-on-Crouch en 1936

Tres pajarillas en libertad vigilada volando por Ibiza y el compartir con amigos de Santa Eulalia los fuegos de artificio el día de san Ciriaco. El espacio luminoso y oscuro, netamente real y simbólico a la vez, en dos zonas de la mente, al despertar en una uci. La sonrisa serena de un sacerdote que escuchó veinte años de confesiones y que pasó al otro lado de la matrioska por apoyar con naturalidad generosa a un paciente golpeado por el Covid. Una parte de su vida de ingeniero pasada entre máquinas de extrusión de plásticos y el resto reparando almas en un confesionario.

El confinamiento, la desescalada, la esperada libertad de moverse, traen las imágenes de recuerdos que adquieren la condición de puntos de referencia, de unos tiempos llenos de sentido gracias a aquellos testigos que nos legaron la memoria de un resucitado.

¡PACTE O VÁYASE, SEÑOR SANCHEZ!

Cada día empeoramos. A pesar de los repetidos sermones y de las expresiones de autosatisfacción de unos y otros, y si quisiera –que no quiero- ser políticamente correcto, diría y unas y otras, la cosa va de mal en peor.

El gobierno todavía democrático, de la coalición sanchista-comunista, a pesar de los negros (¿o rojos?) nubarrones, sigue su marcha triunfal con sus desescaladas, o desescalabros, y sus fases, etapas o jornadas hacia un nuevo amanecer, donde todos seremos más fuertes, más ricos y más jóvenes y vigorosos.

Sede de la O.C.D.E. en París

Sin embargo, la Unión Europea, la Organización de Cooperación y Desarrollo, el Fondo Monetario Internacional, el mundo capitalista -¡Vade retro!- ha dicho que si algo se hizo bien fue gracias a la reforma laboral y sin ella, España no habría salido adelante de la crisis anterior.

Este juego que están haciendo en pleno coronavirus es muy grave, dice el presidente de la COEE Antonio Garamendi, en El mundo de 2.06.2020:   «El país no se puede parar, nos jugamos la recuperación. Con cierre total costará levantarnos», pero defiende que para asegurar la recuperación debe cambiar la política económica sin tocar la reforma laboral. Un centenar de personalidades empresariales se ofrecen a diseñar la recuperación.

Se trata, a mi parecer, de un camino para recuperar la normalidad, la de siempre, ni nueva ni vieja. Hay clamor general de una ciudadanía que reclama unidad para superar la bronca política. Un llamamiento a consensos útiles que sirvan para cerrar la crisis sanitaria y afrontar la reconstrucción de una España que viene políticamente inestable, económicamente rota, socialmente convulsa, dice Zarzalejos en El confidencial.

Dada mi provecta edad, gracias a Dios, no me faltan los recuerdos y sacaré aquí algunos y variados.

No sólo Felipe González Márquez, también compañeros, amigos y parientes de diferentes posiciones ideológicas desean y esperan un acuerdo entre los grandes partidos, sin los separatistas ni los comunistas. Así lo ha dicho en su reciente comparecencia telemática en el Nueva Economía Forum. Pidió una sucesión de pactos de Estado en el marco constitucional, sin la participación de los grupos a quienes no interesa la reconstrucción económica y social de España. Sobre la reforma de la Constitución piensa que no hay mimbres para hacer ese cesto.

Hace un par de días le llamé desde esta ventana al mundo.  El panorama español de hoy me lleva a pensar, igual que otros veteranos que los rectores de nuestra vida política vestían otra talla. No todos tenían la labia de Felipe, pero sacaban las castañas del fuego.

La esposa de Inocencio Arias y Antonio Ortiz con
José María Aznar en 1998 en la residencia oficial de la representación de
España ante la O.N.U. en Nueva York

José María Aznar, que alguna vez me dijo con su dedo acusador que no compartía mis opiniones, pero las escuchaba con cortesía, enderezó la economía del reino y nos facilitó el respeto de esta Europa que confiamos siga siendo real sin fronteras ni cambios de moneda. 

El Rey Felipe VI el esforzado, heredero de la historia de una de las grandes naciones del mundo, y que los españoles de no debemos nunca olvidar, se ve sometido a vientos y galernas, pero sigue siendo el fuerte mástil del galeón de España en las peligrosas aguas que los virus contagiosos y las ideas totalitarias agitan sin cejar. Es un referente y un interlocutor escuchado y respetado allende nuestras fronteras. Una vez más, le aplaudo desde esta ventana al mundo.

Antonio Ortiz, embajador en Ghana y su esposa Lola López-Cámara con SS Juan Pablo II y el cardenal Casaroli en la Nunciatura Apostólica en Accrá (1980)

Hay todavía en España muchos ciudadanos que tienen Fe, practican la Caridad y mantienen la Esperanza. Confiemos en salir de este diluvio universal y ver la paloma con su rama de olivo volar al sol. No está prohibido, como en las dictaduras totalitarias,  esperar un milagro. El Papa Juan Pablo II consiguió terminar la opresión comunista en su Polonia natal con la fuerza de la palabra y de su espíritu. Para esta España, que visitó y apreció con sus gentes y su tradición religiosa, puede ser al abogado y protector del ataque de furor comunista que padece. Pidamos que sea sólo una epidemia que cese con el virus. Es una buena vacuna. 

Marco Tulio Cicerón

Marco Tulio Cicerón hace en De Senectute un canto a la vejez. En la antigua Roma,  civilización propia de la que nos sentimos seguidores en el habla y la cultura, nos muestra a Catón el Viejo, un vigoroso anciano de ochenta y cuatro años, conversando con dos jóvenes admiradores suyos. Yo no creo que los tenga, pero me inspira y da fuerza para seguir.

Dicho todo esto en mi senectud y con tambaleante fe en la providencia, tampoco creo mucho en las llamadas redes sociales, pero cada día son más usadas, ahora que se habla poco y se cartea menos. Mis nietos pequeños han nacido con un ratón (con cable o sin cable) en la mano y son prueba de la influencia de tales técnicas. Pueden sin embargo  ser una vía de influencia para que los lectores y seguidores, que espero cada día más numerosos, de nuestra bitácora, lancen en sus sofisticados celulares, tabletas, teléfonos inteligentes y menos listos, este grito de salvación: 

¡PACTE O VÁYASE, SEÑOR SANCHEZ!

¡PACTE O VÁYASE, SEÑOR SANCHEZ!

Quizás sea mejor lo primero, que ya nos arreglaremos los supervivientes.

Antonio ORTIZ GARCIA Embajador de España

FELIPE PUEDE VENCER AL FUROR

Acabo de llegar a mi casa tras volver, al cabo de tres meses de reclusión domiciliaria, al Museo del Prado. He recorrido la excepcional muestra que la gran pinacoteca ha preparado para el regreso a la vida más cercana a la normal. 

He tenido la suerte de encontrarme al Profesor Falomir, a quien he felicitado efusivamente por su trabajo. Nuestra brevísima charla ha tenido por testigo al gran Cesar Carlos, que mostraba íntegra su anatomía, en hercúlea interpretación de Pompeo Leoni. Su único ropaje, despojado de la armadura, son unas sandalias con las que parece aplastar la hombría del turco encadenado a sus pies.  Pregunté al insigne director si mi percepción era correcta y obtuve la sagaz respuesta de que así se vencía al Furor, tal como se describe la escultura.

Al abrir mi única oficina, en la red, aparece un mensaje de mi amigo y compañero Servando de la Torre, quien me recomienda una conferencia de Felipe González Márquez, que se acababa de celebrar en Nueva Economía Forum, también en la nube –on line, dicen en la actual anglófonofilia –  con la posibilidad de escucharlo. 

Tras oír las sensatas y medidas palabras del hombre de Estado que nos llevó a Europa, y que rectificó ante la OTAN, me gustaría añadir que me alumbra una esperanza. 

Las noticias del día, con los informes de la OCDE, hunden en el pesimismo a todo español consciente. Junto ambas vivencias de hoy digo; Felipe sálvanos. Puedes vencer al Furor. 

 De mis encuentros con González tengo grabadas varias imágenes, que mi memoria en ocasiones brumosa, todavía guarda. En la Moncloa, a poco de mi desembarco en la Rumanía (para mi Bucarest II) postcomunista como embajador del Reino en 1992, preguntó con su entonces mayor acento sevillano, ¿Qué esperan allí tras el fin de la dictadura? (las esencias de los Ceaucescu todavía no se habían evaporado del todo):

Antonio Ortiz, embajador de España en Bucarest, con el presidente Felipe Gonzalez

– Todos quieren ser Felipe González, fue mi respuesta. El prestigio de nuestro gobierno en el año de la Expo y las Olimpiadas había alcanzado su más alto nivel y el Rey Juan Carlos era uno de los jefes de Estado más admirado del planeta. Los nuevos políticos balcánicos, viejos apparatchiks, nos miraban y admiraban por ser la patria de Trajano, nuestro paisano hispalense y padre de la nación geto-dacia, heredera de los mílites romanos en su unión con los dacios.

En su respuesta a temas de los participantes en el acto informatizado de hoy, Felipe González afirmó con decisión que la actual Venezuela y Nicaragua no son países democráticos y descalificó a quienes aspiran a destruir nuestro actual entramado constitucional. Los herederos del pensamiento marxista leninista de la dictadura rumana que lanzan piedras de su furor iconoclasta contra el techo de nuestra casa común, pueden ser vencidos con la receta del pacto español y europeo que predicaba hoy Felipe.

Violeta Chamorro elegida presidenta de Nicaragua en 1990 por la Unión Nacional Opositora

En anteriores recuerdos de mis cuatro años en el Berlín -1984-88- rodeado por un vergonzoso muro, aparecen los dirigentes alemanes y su especial relación con González, quien hoy elogió a Merkel y a sus antecesores en la Cancillería.  La capital histórica de Alemania era sede de reuniones y conferencias y alguna una vez me tocó acudir como Cónsul General de España; la cuestión repetida de Willy Brandt era Wo ist Felipe?.  Y hoy contó que a la caída del muro le telefoneó a él y al artífice de la posterior reunificación germana.

 Al referirme a los actores de la caída del muro yo recordaba, y así lo he escrito en un trabajo pendiente de publicación por la Universidad de Valladolid,  que  “nuestro jefe de gobierno mantenía cordial amistad con su correligionario Willy Brandt, como con el Canciller Helmut Kohl. En una ocasión, hizo unas declaraciones públicas en que afirmó este muro se cae con el diálogo. Muy lejos estábamos de ver convertirse en realidad aquella chocante afirmación al sentir cotidianamente la presión del muro. 

Felipe Gonzalez y el Presidente de la Republica Federal Alemana R. von Weizacker

Estas recetas –diálogo, pacto, europeísmo, interés de la mayoría, recuperación económica, ausencia de crispación, calma, serenidad, experiencia- y el discurso constructivo de Felipe González Márquez pueden aplastar el furor neocomunista del principal socio del sanchismo. Que el Emperador, en su esplendida desnudez, sea el numen de un mejor futuro para la tierra en la quiso morir y descansar. 

Claro, que como me dice un amigo, prestigioso otorrinolaringólogo que también escuchó gustoso el coloquio de Felipe González, no hay peor sordo que quien no quiere oír. Pero somos cada vez más y en toda la geografía española seguiremos levantando la voz y con la fuerza de la palabra y el pensamiento conseguiremos despejar las amenazadoras nubes de la tormenta.

Antonio ORTIZ GARCIA. Embajador de España