Algo hemos aprendido durante las cuarentenas, con los virus desprendidos recorriéndonos las venas. La ciudad es inocente, los médicos, sanitarios, militares, operarios, enfermeros, buena gente, que padecen la imprudente gestión gubernamental, El abuso de poder difunde un nuevo bozal que a la libertad desarma. Es un modo de ejercer que no es constitucional en el estado de alarma. Es inepcia lo que manda, su arrogancia, nuestro mal, su verdad, la propaganda, lo único que les ablanda el cálculo electoral. Las cuentas, un manantial de cuentos carentes de alma para tenernos en calma y salgamos al balcón a mirar a don Simón. Las mentiras acumulan la estafa que manipulan y que encubren su versión de compras que disimulan. No celebremos la fiesta que incita a la distracción. Protesten nuestras palmadas contra vivir una gesta de medidas desalmadas en esta fase indigesta. No faltan alternativas, faltan las pruebas masivas que pregona mentiroso este gobierno mafioso. Cada decreto un señuelo para ignorar los cuidados de una profesión en celo. Si públicos, si privados, imprescindibles los test, que son indiferenciados en Mercadona, Inditex, o gracias al corte inglés, para sabernos probados. Confiscasteis las empresas que importaban material las hicisteis vuestras presas engañando al personal expropiando sus remesas. Desfigurasteis los datos concejales, sindicatos, que engarza Rosa Mateo, con ayuda de la secta donde esta cadena infecta prefabricó, por cabreo, lo más infame y obtuso, ese bulo imperdonable, para reprobar IFEMA, el hospital de la Ayuso por ser el mejor emblema de sanidad responsable. Treinta mil son los despojos, parca contabilidad falseada por los ojos de nueva normalidad. Los crematorios constantes sin cementerios bastantes, que no hay cunetas ni estantes donde llevarlos a todos, ni hay suficientes lodos para enterrar los sobrantes. Una vejez fallecida por su edad discriminada a ser función de la vida habéis dejado arrasada. Vosotros, de igualitarios solo tenéis la fachada, y la tez acicalada de talantes cavernarios. Progresistas de la nada previsteis los calendarios para cubrir con sudarios de ancianos vuestra escalada. El feminismo sectario nos ha arruinado la vida un fanatismo homicida con altavoz panfletario. A la marcha criminal le debemos el registro de la ministra al ministro, en la fecha seminal de protesta contra el garzo, fue el ocho, idus de marzo. Los virus que germinaron las pancartas no los cuentan, su número no lo recuentan los lemas que congregaron. Son focos que los prendieron sin distinguir a los machos las marchas que reunieron féminas y marimachos. Batisteis todas las marcas de habitantes contagiados, óbitos muy mal contados en registros malversados. Ni una señal de dolor la corbata roja acata, lo que su rostro retrata como luto es impudor. Ni un minuto para ofrenda ni un gesto de pundonor ni misas, ni funerales ni alusión por tanta afrenta si declaramos la renta. Las víctimas a raudales en cementerios desiertos, ni criptas en esos huertos ni inscripciones personales donde enterrar a los muertos. Llenaréis los tribunales para dar cuentas penales por tantos delitos ciertos. que os sabemos criminales. Te presentas comandante, guarecido tras tu tropa. Vas atrás, no vas delante siempre te guardan la ropa. Las mandas al matadero sin mascarilla ni guante. Mentiste con una tesis que pasas por doctoral tras componer una ascesis para hacerte el tribunal. Mentiste con el programa en la liza electoral para hacer un diagrama del engaño principal. Mentiste mostrando cifras que ocultan la bancarrota pues si ahora las descifras la economía está rota. Mentiste sumando en falso a tanta muerte escondida en sepulcros sin salida, su salida fue el cadalso. Mentiste al subir el gasto creando más direcciones, que reducirán pensiones, al dar al gobierno pasto. Y mientes, mientras apruebas que intermediarios secuaces, inexpertos, contumaces, nos abastezcan de pruebas. En la España confinada ya nada resulta inmune es la nación colapsada donde Podemos reúne lo por Sánchez desatado. En el palacio de hielo de sepulcros hacinado hurtaste del luto, el duelo. No pasaste a dar consuelo nunca estuviste a su lado. No hay sentido ni hay cordura en tu alma descarnada. tienes la cara muy dura, más pétreo tu corazón. Tu voz delata impostada la faz deshumanizada que veta pedir perdón. LNL
May92020