LOS POLÍTICOS NO ESCAPAN A LA TERMODINÁMICA

Hace tiempo vengo pensando que la categoría humana e intelectual de nuestros políticos sigue las leyes de la Termodinámica aplicadas a la energía, que afirman que se degrada, no es que desaparezca no, sigue siendo cierto que ni se crea ni se destruye, pero cada vez es menos útil. La causa es la existencia de rozamientos e ineficiencias inevitables para poder utilizarla.

El otro día comentándolo con un amigo me decía “ no creas que son tan desastre como parecen seguro que tienen una gran capacidad lo que ocurre es que son asintomáticos”

No sé si todos y tampoco sé si ocurre lo mismo en otras naciones, pero en la nuestra es de una evidencia estremecedora.

Por eso sigo tratando de promover la idea de exigir a los políticos un cierto nivel intelectual y un mínimo de preparación. Creo incluso que deberían superar una especie de reválida. 

No me negarán que soy de un optimismo desbordante porque siendo ellos los que ponen las reglas de juego lo tengo crudo, como diría uno de mis nietos mayores. 

¿Por qué para hacer carreteras exigimos el título de Ingeniero de Caminos y la decisión de hacerlas o no depende de cualquier persona sin mas nivel que el de bachiller como ya ha ocurrido en esta España nuestra?

¿Ha revisado usted amigo mío los curricula del grupo de autoridades políticas que rige actualmente nuestros destinos? Si no lo ha hecho hágalo sentado y con algo reconfortante capaz de mantener el ánimo.

Claro así resulta que nuestro vicepresidente acusa a un líder de otro partido político de estar pensando en dar un “golpe de estado” y no es que su oponente haya hecho pública tal cosa por escrito o de palabra o en un ¨tweet¨ no, es que a él se le ha ocurrido que puede estar pensando eso. Con la misma base su interlocutor le podría haber respondido que seguramente él estaba maquinando repetir en España el episodio de las fosas de Katyn. Ah y a todo esto el presidente de la Comisión de Reconstrucción Social y Económica con sonrisa de Gioconda, leve pero indisimulada, parecía decirle al vice “no seas travieso, ¡ay que ver como eres!”. Como sería la cosa que horas después se disculpaba porque no había estado, según confesión propia, a la altura de las circunstancias. En esos casos D. Pachi lo que exige la decencia en aras de dignificar la política es presentar la dimisión “ipso facto”.

Pero claro como continúa en vigor el dicho “antes morir que dimitir” seguimos enfangando las instituciones.

Recientemente he visto, confieso que de refilón, a nuestro Vice comentar el gran acontecimiento de la concesión de la “renta mínima”. Esta vez el tono era más grandilocuente. El aire era como si el dinero lo pusiera él de su cuenta particular. Este es otro asunto que los españoles tampoco acertamos a enfocar debidamente. Los anglosajones, me parece a mi, tiene las ideas mas claras y enseguida hablan con bastante respeto del CONTRIBUYENTE así en mayúsculas, que es el pagano real de esa cuota y del sueldo del señor vicepresidente. 

Nada mas justo y necesario en este momento que afrontar las necesidades de esos españoles que tienen dificultades para alimentarse ellos y sus hijos, deberíamos volcarnos todos en resolver ese problema “cueste lo que cueste” pero nada mas miserable que tratar de sacar tajada política de esa situación y del esfuerzo de todos.

Dos cuestiones más: Los primeros responsables de que esta triste situación se resuelva son los políticos, los que vamos a pagar la cuenta, los ciudadanos.

Están obligados aquellos a explicar, para no hacer demagogia, qué gastos se van a reducir para obtener o mejorar los correspondientes ingresos. Si la solución es aumentar los impuestos, por lo menos, pónganse colorados de vergüenza y declárense incapaces de hacer las cosas bien en lugar de poner voz campanuda y echarse flores. Es lo justo y lo otro lo hace cualquiera.