Hasta ahora solo Marruecos, entre los países musulmanes, no ha sufrido un ataque terrorista dirigido al corazón de su sector turístico.
Si la reciente desaparición del avión de Air Egypt en el Mediterráneo es consecuencia o no de una acción terrorista está todavía por demostrar pero en cualquier caso el hecho tendrá, de nuevo, consecuencias negativas sobre los ingresos del sector turístico, no solo en Egipto, sino en toda el área del Magreb.
En recientes reuniones, celebradas en Casablanca y Marrakech, del Comité Ejecutivo y el “Board of Directors” de la Federación Internacional de Periodistas y Escritores de Turismo (FIJET), la preocupación sobre el terrorismo surgió frecuentemente en las ponencias y en las conversaciones. FIJET es un foro interesante ya que en esa asociación, que desde sus primeros años tiene una representación notable de profesionales españoles, experimenta actualmente un peso preponderante periodistas de países de mayoría musulmana como Egipto, Turquía, Túnez, Líbano o Marruecos. “Una de las finalidades del terrorismo es empobrecer a los países y producir inestabilidad” afirmó en su intervención el presidente de FIJET Internacional y ex-ministro tunecino de Turismo Tijani Haddad. En la mente de todos están los atentados de Egipto, algunos directamente contra turistas. Los de Turquía originados la mayoría de las veces en sus problemas internos con la notable minoría kurda, tienen también sus consecuencias en el sector turístico agravadas por le prohibición rusa a sus turoperadores de enviar turistas a ese país a consecuencia del derribo de un avión de guerra ruso en misión de apoyo al régimen sirio. Siria está actualmente fuera de la mente de cualquier potencial viajero. En Indonesia se han recuperado bastante de las consecuencias del más de un centenar de muertos, la mayoría turistas, en el ataque terrorista de Bali. Todavía hay ibicencos que, terminada la temporada en las baleares, se van a Bali a preparar el “container” que venderán la temporada siguiente en los mercadillos de Es Cana o Las Dalias, pero su motivación es más económica que turística. Yo que no vendo nada en esa isla maravillosa, me lo pensaría dos veces. ¿Se le ha perdido algo en Mali donde hubo 21 muertos en una acción terrorista de Al Qaeda contra el hotel Radisson Blue el pasado año? No creo.
Hay estudios muy precisos sobre las consecuencias que en los ingresos por turismo tienen las acciones terroristas, como por ejemplo el de Patricia García Vidorreta, de la Universidad Complutense, titulado “Efectos del Terrorismo sobre el Sector Turístico”, en el que los que sepan matemáticas pueden disfrutar hasta de fórmulas en derivadas parciales.
Si se desea buscar algún estudio sobre la forma de combatir el terrorismo islámico en sus raíces el asunto resulta ya algo más complejo. Luchas intestinas dentro del mundo musulmán, desde la muerte del profeta hasta nuestros días, diferencias ideológicas y políticas basadas en interpretaciones contrapuestas del espíritu subyacente en la ley islámica y sobre la historia de la “umma”, intereses de poder tribales y todo ello doblado por unas diferencias sociales muchas veces escandalosas y un islamismo radical predicado desde las mezquitas de obediencia wahabita, son algunos de los factores que hacen difícil definir una política antiterrorista que vaya a la raíz del problema. La represión militar suele ser un camino demasiado fácil y poco eficaz para un terrorismo de suicidas.
Es muy ilustrativo señalar el caso de Marruecos cuyo potente sector turístico no ha sido directamente tocado por la bestia terrorista. Los factores que aparentemente desencadenan el terror en otros países musulmanes no se dan allí o se dan más débiles y más hábilmente gestionados por la monarquía Alauita que además no tiene que enfrentarse a las fortísimas tensiones entre sunitas y chiitas que afectan a otros países. El monarca , cuyo titulo reconocido de “Amir al muminim” o comendador de todos los creyentes, le dota de una preeminencia religiosa por encima de los vaivenes políticos, reparte con habilidad equilibrios y prebendas sin dejar de ejercer una autoridad omnímoda en aquellos asuntos que afectan más directamente a las bases de su poder. Su presencia en la sombra nos seguía en forma de una exposición fotográfica ambulante que mudaba de sitio según nuestro programa de trabajo. Eran unas fotos de la “marcha verde” que, aprovechando una debilidad estructural de España, arrancó la paz a los habitantes del Sahara español y que esos días recordaba su 40 aniversario. Los saharauis son resistentes y luchadores pero no terroristas.
El turista se siente seguro en Marruecos para poder gozar de la belleza, unitaria y a la vez diversa, de ciudades y regiones marroquíes. La potente medina de Fez no pierde su misterio y muchas de sus aparentemente humildes fachadas esconden verdaderos palacetes. Meknés es otra de las perlas imperiales aunque más pequeña no por eso debería quedar olvidada de los circuitos turísticos. No en vano Marrakech sigue siendo el primer destino turístico de África y su crecimiento urbano está siendo realizado con habilidad mientras en el interior de sus murallas sigue respirándose ese clima de misteriosa belleza que la hace tan atractiva para el viajero.