A mí me resulta patético oír a Pedro Sánchez pronunciar esa especie de arengas subiendo el tono de voz hasta el chillido más estentóreo. Siempre he pensado que el grito trata de compensar la falta de argumentos y va dirigido a un público que se deja impresionar mas por los “efectos especiales” que por argumentos de peso. Si uno tiene datos o demostraciones suficientes para hacerse seguir ¿qué sentido tiene fingir que están sordos los que te escuchan?, claro salvo que el sordo sea uno mismo, ya se sabe que las personas que oyen mal tienden a levantar la voz.

Solo he escuchado algún resumen de los que proporcionan los noticiarios y pensé: “bueno, tal como está de indignado este señor es seguro que en cuanto acabe el discurso se dirige a tomar la Bastilla al frente de una multitud enardecida” pero por lo que me han dicho, seguidamente se va a tomar el aperitivo o se queda de tertulia amigable con sus conocidos.

Claro, el peligro que tienen estas cosas es que enciendas el televisor y a las primeras imágenes digas “¡¡¡hala ya está Pedro gritando!!!” y cambies de cadena porque la tensión no puede mantenerse mucho tiempo sin hacer nada más. Es decir o se toma la Bastilla o se toma el aperitivo tranquilamente con los amigos, las dos cosas no pueden hacerse ni simultánea ni sucesivamente.

Últimamente le oído gritar “Estado laico, Estado laico eso es lo que vamos a hacer los socialistas” y pensé ¡ahí va y yo sin enterarme de que teníamos esa necesidad acuciante!.

Me dije: “claro te empeñas en estar pendiente de la deuda, de las hipotecas, de los desahucios, de que la gente llegue a fin de mes, de la alimentación de los niños y esas bagatelas y no te enteras de que lo verdaderamente importante es el Estado laico. Menos mal que alguien levante la voz, y muy levantada por cierto, en defensa de las necesidades reales de los españoles.”

No sé Pedro yo me lo pensaría, la Iglesia Católica lleva dos mil años trabajando por los pobres, en realidad por todos, y sufriendo persecuciones a sangre y fuego desde los emperadores romanos hasta nuestros días, y ahí la tienes influyendo cada vez más en la sociedad y sin ceder un ápice a la demagogia ni rebajar el nivel de exigencia que se deriva de sus principios, es decir una postura nada política.

No puede negarse que su voz se escucha con atención en todo el mundo.

Es cierto que en campaña electoral siempre hay alguien que se dice:

“Tate, hay un sector de la población que es irracionalmente antirreligioso y esos están a punto de votar a un partido que sigue igual que en el 36 en plan comecuras y esas cosas, y aunque están más anticuados que la Chelito tienen derecho a votar y yo no puedo dejarlos marchar, así que ¡¡hala!! a pegar gritos y clamar contra la Iglesia”.

No creo que el planteamiento sea acertado, pudiera ser que ganaras unos votos de esa parte de la población pero, hasta donde yo sé, hay bastantes socialistas que son católicos, también los hay con sentido común y a lo mejor resulta que se te van más.

Últimamente parece que hay gente con tendencia al suicidio político a base de correr, correr hasta estamparse contra la realidad, que suele ser de piedra berroqueña. Que no te pase nada.