Que a Obama no le guste Orbán, a Viktor Orbán le guste más Putin que Obama y al Parlamento Europeo no le guste ninguno de los dos, no debe afectar gran cosa al viajero que llega a Hungría con ánimo de disfrutar la belleza de ese país y el interés de su historia que se manifiesta en sus arquitecturas, su cultura, sus vinos y la seria amabilidad de sus gentes.
Riesgo de caer en injusticia notoria es intentar dar prioridad a alguno de los centros de interés que Hungría ofrece al visitante novel o repetidor. Me arriesgo a la injusticia sabiendo que mis tres visitas al país de los magiares no han agotado la copa de las posibilidades.
A Budapest me referí no hace muchas fechas en Hechos de Hoy por lo que recomiendo, al que quiera bucear en más detalles, el excelente trabajo de María del Mar García Aguiló en www.fijet.es titulado “Descubriendo la perla del Danubio”.
Esztergom; la tumba de Mindszenty
Aunque no es una ciudad muy populosa, unos 30.000 habitantes, Esztergom además de importantes edificios y monumentos que documentan su larga historia es el centro espiritual del pueblo húngaro, mayoritariamente católico. Allí se puede contemplar el monumento a san Esteban, coronado rey como Esteban I de Hungría en el año 1.000. Sede de la archidiócesis de Esztergom-Budapest ostenta el privilegio de contener , además de las tumbas de los reyes Esteban III (1.172) y Bela IV (1.270), la del cardenal Joseph Mindszenty, primado de Hungría durante una época difícil y símbolo de la resistencia a la opresión de las personas y de las conciencias con la que el régimen comunista intentó doblegar la resistencia de una gran parte del pueblo húngaro. En una situación como la actual en la que populismos de raíz totalitaria pretenden hacerse un hueco en sociedades democráticas infectadas de relativismo, no está de más realizar una peregrinación cultural, como la que propongo a Esztergom, leyendo por el camino algo historia.
Un tribunal de la época comunista condenó al primado de Hungría por alta traición en un lamentable proceso cuya revisión comenzó en 1990 y que terminó con la plena rehabilitación política, moral y legal de Jozsef Mindszenty. Sus restos descansan en la cripta de una basílica, consagrada en 1856, de arquitectura neoclásica y rodeada por las antiguas murallas que, con el Danubio defendían la ciudad de invasores no deseados. Bajo el castillo de Esztergom, al lado de la basílica, se conservan rehabilitadas las antiguas bodegas arzobispales. Pertinente ocasión para degustar algunos excelentes vinos del país.
Pécs, la ciudad donde quedarse
Pécs, al suroeste de Hungría y cercana a la frontera con Croacia, es un lugar en el que una vez palpado el ambiente uno siente que le apetecería quedarse. Es una de aquellas ciudades en las que la dimensión, la diversidad de centros de interés, la belleza de su estructura y el ambiente forman un todo armónico.
La notable necrópolis romano-cristiana, excavada en parte y puede ser cómodamente visitada gracias a las estructuras realizadas. A la salida de ese paseo semisubterraneo por los recuerdos de la Sopianae romana se puede visitar la catedral. La zona de Pécs fue de las más densamente pobladas de Hungría y en 1367 el Papa Urbano V estableció el “Studium Generale” que fue la primera universidad húngara. El ambiente universitario no abandonó ya nunca Pécs y se mantiene como un elemento permanente de atracción académica y social. Capital Europea de la Cultura 2010 Pécs es un área de convivencia entre húngaros, judíos, serbios, croatas, alemanes y en el que han dejado sus huellas Roma, los otomanos, la ortodoxia, los católicos y todo un etc de visitantes invasores que por allí pasaron. El museo de la colección Gyugyi, en las conservadas instalaciones de la fabrica de cerámicas Zsolnay, contiene una de los conjuntos de cerámicas art nouveau más importantes del mundo donadas por el coleccionista Laszlo Gyugyi. El conjunto de edificios que integraban la factoría de cerámicas, aunque conserva una parte dedicada aun a la producción, en su mayoría se ha convertido en un área de centros culturales, bibliotecas universitaria, museos que hacen del “Zsolnay Quarter”, y de la plaza Csezenyi, con el monumento a la Santísima Trinidad, los dos focos de la ciudad de Pécs, para muchos la más bella de Hungría.