El hombre que está en camino experimenta la inseguridad de su vida y se acoge por la esperanza al apoyo y ayuda de Dios. El temor de Dios (reverencia de buen hijo) es uno de los dones del Espíritu Santo, pero quedaría imposibilitado por una ingenua presunción.
El afán por una excesiva seguridad o comodidad revela los miedos que se tratan de espantar. La sociedad de consumo, con su falta de recursos morales, no logra eliminar los miedos, sino que los aumenta. “Es cierto que en algunos lugares se produjo una «desertificación» espiritual, fruto del proyecto de sociedades que quieren construirse sin Dios o que destruyen sus raíces cristianas. (…) Pero precisamente a partir de la experiencia de este desierto, de este vacío, es como podemos descubrir nuevamente la alegría de creer, su importancia vital para nosotros, hombres y mujeres. En el desierto se vuelve a descubrir el valor de lo que es esencial para vivir; así, en el mundo contemporáneo, son muchos los signos de la sed de Dios, del sentido último de la vida, a menudo manifestados de forma implícita o negativa. Y en el desierto se necesitan sobre todo personas de fe que, con su propia vida, indiquen el camino hacia la Tierra prometida y de esta forma mantengan viva la esperanza” (Papa FRANCISCO. Exhort. Apost. Evangelii gaudium, n. 86).
La oración, lenguaje de esperanza
Es bien conocido que la oración, especialmente la petición, es el lenguaje de la esperanza. Pero si hay desesperanza se piensa que la oración no sirve, no es eficaz. Es una actitud pesimista. Y si hay presunción se juzga que es superflua, lo cual es un falso optimismo. Desesperanza y presunción son ambas enemigas de la oración. Para mantenerse en la esperanza hace falta la oración: Es preciso orar en todo tiempo y no desfallecer, enseña el Evangelio.
Por la esperanza tenemos confianza en la justicia divina pero también y sobre todo en su misericordia. Por eso es menos dañina la presunción que la desesperación: “es más propio de Dios tener misericordia y perdonar que castigar, a causa de su infinita bondad. Pues aquello le corresponde en Sí y esto por causa de nuestros pecados” (SANTO TOMÁS DE AQUINO. Suma teológica II-II, q. 21, a. 2). El hombre que está en camino experimenta la inseguridad de su vida y se acoge por la esperanza al apoyo y ayuda de Dios. El temor de Dios (reverencia de buen hijo) es uno de los dones del Espíritu Santo, pero quedaría imposibilitado por una ingenua presunción.
Sentir temor es natural
No es malo sentir temor, sino perfectamente natural. Sería una ingenuidad aparentar que nada es temible. Como decretar que todo es bueno y amable, que todo saldrá bien, porque sí. Es la pretensión de un optimismo superficial, que no ha profundizado en la realidad de los males que aquejan al hombre, a veces con terrible fuerza. Tampoco se ajusta a la realidad la rigidez artificial del estoicismo: existen los males, pero yo soy inmune a ellos por mi fortaleza o por mi indiferencia; poco eficaces ante la concreta mordida del mal (Cfr. PIEPER, J. Las virtudes fundamentales. 2ª ed. Madrid: Rialp, 1980, pp. 369-413).
Es naturalmente humano experimentar temor ante lo que de suyo es temible. Ser impasible no es ser valiente: El temor es pecado en tanto en cuanto se opone al orden de la razón, afirma Santo Tomás. Hay un temor bueno, en cuanto que se huye del mal: El sabio siente temor y se aparta del mal, enseña un salmo. El llamado temor de Dios no es solamente respeto y veneración hacia Él, sino que se refiere al mal que se busca evitar porque nos aparta del verdadero bien.
El “Institut du Monde Arabe” es habitual parada en mis visitas a París. Su librería resulta imprescindible para los interesados en el mundo musulmán y Uzbekistan brilla estos días con luz propia en la exposición ”SUR LES ROUTES DE SAMARCANDA”
Cartel anunciando la exposición sobre Samarcanda en el Instituto del Mundo Árabe de París.
1984, los reyes de España visitan la URSS
Mayo de 1984. Los reyes de España visitan oficialmente durante seis días, por primera vez, la Unión Soviética. Tuve el privilegio de pertenecer al equipo de periodistas y técnicos que TVE movilizó para cubrir el histórico evento. Contar anécdotas de ese viaje llenaría algunas páginas por eso me voy a centrar exclusivamente en la fascinante visita a Uzbekistan. Vino a mi memoria al visitar recientemente en Paris la exposición “Sur les routes de Samarcande, merveilles de soie et d’or”.
Los reyes D Juan Carlos y DªSofía recibidos en Moscú por el ministro de exteriores Gromyko (1984)
Alguien de la embajada de España nos afirmó que desde su llegada a Moscú el embajador español José Luis Xifra había pedido autorización para viajar a Taschkent y Samarcanda pero sólo gracias a la visita ofrecida por las autoridades soviéticas a los reyes D. Juan Carlos y Dª Sofía había podido satisfacer su deseo de conocer esos lugares tan significativos para la historia de las relaciones entre Oriente y Europa.
A nuestra llegada a Taschkent, capital de Uzbekistan, la sensación de una ciudad moderna y luminosa acompañaba al impacto de sumergirte en pleno mundo musulmán en el interior de la Unión Soviética. Moscú-Taschkent cuatro horas de avión y actos oficiales ante la gran plaza con su llama permanente en honor de los uzbecos caídos en la segunda guerra mundial. Visita al Metro construido con lujos parecidos al de Moscú y con técnicas contra terremotos.
El autor de este artículo en Tashkent ante el monumento a los caídos uzbekos en la II Guerra Mundial (1984)
Una vez en Samarcanda, a una hora de avión de la capital, el impacto producido al visitar los edificios que han quedado en pie, testigos elocuentes del imperio de Tamerlán, no es fácil de describir. Sólo un paseo contemplativo por las medersas, mausoleos y edificios que dejó ese gran emperador de origen turco-mongol conocido como Timur i Lang (Timur el Cojo), puede introducirnos en ese mundo que jugó y juega actualmente, un papel primordial en las relaciones entre oriente y Europa y en la nueva Ruta de la Seda que China pretende convertir en pleno siglo XXI en la ruta fundamental para el comercio con oriente.
Desde su independencia, obtenida después de la caída de la Unión Soviética, aunque miembro de la Comunidad de Estados Independientes formada con varios pises que pertenecieron al imperio soviético, Uzbekistán ha incrementado año a año su importancia en el concierto de las naciones. Esto no sólo por su capacidad de recursos naturales y su posición geográfica sino por su significación histórica y artística que se condensa en su antigua capital Samarcanda. A esa lejana ciudad ya el rey de Castilla y León Enrique III enviaba como embajador a Rui González de Clavijo que llegó a vivir la muerte del emperador Tamerlán en 1405 y su enterramiento en el mausoleo Gur-e Amir de Samarcanda, monumento terminado por su nieto Ulugh Beg que merece una detallada visita.
Los reyes saliendo de la visita a la tumba de Tamerlan en Samarcanda (Foto tomada de una película de Super8 realizada por el autor)
Modernos medios de comunicación ponen Samarcanda a dos horas de la capital en tren o 50 minutos de avión. Allí esperan al visitante, entre maravillas de la arquitectura de la dinastía timúrida, el observatorio celeste construido a principios del siglo XV por el astrónomo Ulugh Beg. Sus medidas astronómicas difieren muy poco de las obtenidas actualmente por los métodos sofisticados.
No solo Samarcanda justifica un viaje a Uzbekistán. Bujará, a poco más de una hora de vuelo ofrece al visitante unos ciento cuarenta monumentos, de diversas épocas hasta el imperio timúrida, entre los que destacan los baños medievales y la fortaleza Ark o el minarete Kalyan rodeado de mezquitas y madrasas.
Los uzbekos consideran a la ciudad de Jiva en si misma como un museo a disposición del visitante.
La gran variedad étnica de la población uzbeka, la antigüedad de sus principales ciudades, cuya historia es comparable en el tiempo a Atenas o Roma, el haber sido encrucijada de civilizaciones e imperios y puerta por la que ha circulado el comercio entre oriente y occidente durante la época dorada de la Ruta de la Seda, hacen de Uzbekistán un centro de indudable interés turístico. Modernos complejos turísticos en Tashkent y las principales ciudades periféricas, facilidades administrativas para el turista que en la mayoría de los casos no necesita visado o lo puede obtener por vía telemática y la relación de cambio del Euro con la moneda nacional y especialmente la seguridad y acogida de la población uzbeka hacia el visitante extranjero, hacen de Uzbekistán un destino ideal para el turista europeo.
El embajador de Uzbekistán en Madrid, con algunos periodistas y expertos en turismo durante una reunión informativa sobre la política de turismo
“Toda realidad y actividad humana, si se vive en el horizonte de una ética adecuada, es decir, respetando la dignidad humana y orientándose al bien común, es positiva. Esto se aplica a todas las instituciones que genera la dimensión social humana y también a los mercados, a todos los niveles, incluyendo los financieros” (CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE- DICASTERIO PARA EL SERVICIO DEL DESARROLLO HUMANO INTEGRAL. Consideraciones para un discernimiento ético sobre algunos aspectos del actual sistema económico y financiero. Roma, 6 de enero de 2018, n.8)
Carta Encíclica de Benedicto XVI, «CARITAS IN VERITATE» Junio de 2009
La actividad que da vida a los mercados, más que basarse en dinámicas anónimas, elaboradas por tecnologías cada vez más sofisticadas, se sustenta en relaciones, que no podrían establecerse sin la participación de la libertad de los individuos. La economía, como cualquier otra esfera humana, «tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento; no de una ética cualquiera, sino de una ética amiga de la persona» (BENEDICTO XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 de junio de 2009), n. 45).
No hay que entender la actividad humana como si fuera robinsoniana, de un individuo confinado en su isla solitaria. “En este sentido, nuestra época se ha revelado de cortas miras acerca del hombre entendido individualmente, prevalentemente consumidor, cuyo beneficio consistiría más que nada en optimizar sus ganancias pecuniarias. Es peculiar de la persona humana, de hecho, poseer una índole relacional y una racionalidad a la búsqueda perenne de una ganancia y un bienestar que sean completos, irreducibles a una lógica de consumo o a los aspectos económicos de la vida” (Ibídem., n. 74).
La economía es relacional, porque la persona humana es relacional. Esta índole relacional fundamentaldel hombre (Cf. PAPA FRANCISCO, Discurso al Parlamento Europeo (25 de noviembre de 2014), Estrasburgo: AAS 106 (2014) 997-998) está esencialmente marcada por una racionalidad, que resiste cualquier reducción que cosifique sus exigencias de fondo. Cualquier intercambio de “bienes” entre personas no debe reducirse a mero intercambio de “cosas”. “En realidad, es evidente que en la transmisión de bienes entre sujetos está en juego algo más que los meros bienes materiales, dado que estos a menudo vehiculan bienes inmateriales, cuya presencia o ausencia concreta determina, en modo decisivo, también la calidad de las mismas relaciones económicas (como confianza, imparcialidad, cooperación…)” (Consideraciones para un discernimiento ético…, n.9).
Chinatown, New York (Foto Nuria Alberti)
Es fácil ver las ventajas de una visión del hombre entendido como sujeto constitutivamente incorporado en una trama de relaciones, que son en sí mismas un recurso positivo (Cf. BENEDICTO XVI, Carta enc. Caritas in veritate, n. 55). Toda persona nace y se desarrolla en un contexto familiar y a lo largo de su vida sigue imbricadas en un conjunto de relaciones, muchas de ella resultado de su libertad compartida con otras personas. El hombre es un ser relacionado. Toda persona nace dentro de un contexto familiar, es decir, dentro de relaciones que lo preceden, sin las cuales sería imposible su mismo existir. Más tarde desarrolla las etapas de su existencia, gracias siempre a ligámenes, que actúan el colocarse de la persona en el mundo como libertad continuamente compartida.
“Este carácter original de comunión, al mismo tiempo que evidencia en cada persona humana un rastro de afinidad con el Dios que lo ha creado y lo llama a una relación de comunión con él, es también aquello que lo orienta naturalmente a la vida comunitaria, lugar fundamental de su completa realización. Sólo el reconocimiento de este carácter, como elemento originariamente constitutivo de nuestra identidad humana, permite mirar a los demás no principalmente como competidores potenciales, sino como posibles aliados en la construcción de un bien, que no es auténtico si no se refiere, al mismo tiempo, a todos y cada uno. (Consideraciones para un discernimiento ético…, n.10).
Así, todo progreso del sistema económico no puede considerarse tal si se mide solo con parámetros de cantidad y eficacia en la obtención de beneficios, sino que tiene que ser evaluado también en base a la calidad de vida que produce y a la extensión social del bienestar que difunde, un bienestar que no puede limitarse a sus aspectos materiales. Bienestar y desarrollo se exigen y se apoyan mutuamente (Cf. CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, n. 1908), requiriendo políticas y perspectivas sostenibles más allá del corto plazo (Cf. FRANCISCO, Carta enc. Laudato si’, n. 13; Exhort. apost. Amoris laetitia(19 de marzo de 2016), n. 44).
Tenemos por delante un gran reto cultural y educativo. “En este sentido, es deseable que, sobre todo las universidades y las escuelas de economía, en sus programas de estudios, de manera no marginal o accesoria, sino fundamental, proporcionen cursos de capacitación que eduquen a entender la economía y las finanzas a la luz de una visión completa del hombre, no limitada a algunas de sus dimensiones, y de una ética que la exprese. Una gran ayuda, en este sentido, la ofrece la Doctrina social de la Iglesia”.(Consideraciones para un discernimiento ético…, n.10).
“Por lo tanto, el bienestar debe evaluarse con criterios mucho más amplios que el producto interno bruto (PIB) de un país, teniendo más bien en cuenta otros parámetros, como la seguridad, la salud, el crecimiento del “capital humano”, la calidad de la vida social y del trabajo. Debe buscarse siempre el beneficio, pero nunca a toda costa, ni como referencia única de la acción económica). (Ibidem, n. 11).
Necesitamos una cultura donde ganancia y solidaridad no sean antagónicas. De hecho, allí donde prevalece el egoísmo y los intereses particulares es difícil para el hombre captar esa circularidad fecunda entre ganancia y don, que el pecado tiende a ofuscar y destruir. Por el contrario, en una perspectiva plenamente humana, se establece un círculo virtuoso entre ganancia y solidaridad, el cual, gracias al obrar libre del hombre, puede expandir todas las potencialidades positivas de los mercados (cf. Ibidem).
“Un recordatorio siempre actual para reconocer la conveniencia humana de la gratuidad proviene de aquella regla formulada por Jesús en el Evangelio llamada regla de oro, que nos invita a hacer a los demás lo que nos gustaría que nos hicieran a nosotros (cf. Mt 7,12; Lc 6,31)” (Ibidem).
Un diminuto núcleo urbano, en una pequeña colina de un pueblo, Santa Eulalia del Rio, de una de las más pequeñas islas baleares, Ibiza, concentra símbolos que la dotan de un especial sentido espiritual y universal.
He paseado, en solitario algunas veces y degustado con analítica calma, la atracción de una colina, para mis sentidos única, que domina la ibicenca bahía de Santa Eulalia. Por límite el horizonte marítimo del Mediterráneo. Por cúpula ese cielo azul, con algo de cobalto, que frecuentemente sumerge Ibiza en una luz mágica. Es el Puig de Missa que acerca, de forma suave pero firme al que con paciencia contempla su belleza, a la iniciación de sus misterios.
Entrada al camposanto del Puig de Missa
Entorno natural, composición, arquitectura, luz, símbolos religiosos y civiles y un aire de crecimiento orgánico típico de los hábitats que crecen con vida propia al unísono de la vida humana y constituyen ese sistema del Puig de Missa que atrae al espíritu a la búsqueda de su sentido.
Las abstractas y a veces abstrusas teorías de análisis de sistemas indican la necesidad de analizar individualmente cada elemento integrante de los mismos y sus relaciones internas. Luego debería venir algún gurú, hábil manipulador de algoritmos, que nos ofreciera una explicación convincente de lo que pasa en el sistema. El por qué pasa es ya asunto algo más metafísico. El que fue rabino principal de Gran Bretaña, Jonathan Sacks, en su libro “La Gran Alianza. Dios y Ciencia en la Búsqueda de Sentido” afirmó que el sentido de un sistema solo puede hallarse situándose fuera del mismo. Prácticamente lo mismo, de forma matemática, lo había expresado antes Gödel en sus teoremas de incompletitud. No hace falta apoyarse en teorías matemáticas para desentrañar el sentido del sistema formado en el Puig de Missa, preferible es la actitud más humana de Sacks. Y lo que me han mostrado del Puig mis paseos en solitario con mi máquina de fotos es la espiritualidad que se respira en ese lugar.
El «sentido» de un conjunto se encuentra situándose fuera del mismo
Una espiritualidad profundamente encarnada en la historia de esa colina de solo 52 metros de altura sobre el nivel del Mediterráneo. Un calvario de cruces encaladas va rodeando el camino en espiral que conduce desde la base del Puig hasta la iglesia que corona el montículo, que según nos informa Xescu Prats en su www.ibiza5sentidos.es data, en su primera construcción, de 1302 sesenta y siete años después de la recuperación por los cristianos de la Yebisah ocupada por los musulmanes. Diferentes etapas de la historia produjeron hasta una estructura defensiva contra las razias de los piratas magrebíes y turcos. De nuevo la iglesia como centro de reunión no solo para orar y celebrar el sacramento de la eucaristía sino como lugar de acogida y defensa cuando el peligro acechaba en épocas más inseguras.
Una construcción adyacente a la iglesia, con pozo, columnas y cubierta típicas de la arquitectura ibicenca y de varias de sus iglesias, servía para reunión de la población que, desperdigada por las pequeñas fincas agrícolas del entorno, se reunían después de asistir a misa para, como se diría ahora, socializar y tratar de asuntos de interés común.
Cubierta con columnas para reunión de las familias payesas
La mayoría de las construcciones que rodean la iglesia comenzaron a edificarse en 1785 cuando, según Prats, fue establecida como parroquia de “Santa Eularia des Riu” por el primer obispo de Ibiza.
Hoy, doscientos treinta y dos años después, don Vicente Ribas Prats, hasta ahora párroco de Santa Eulalia, ha sido nombrado por el Papa Francisco, el pasado día 13 de octubre, obispo de Ibiza. El párroco don Vicente Ribas, hoy ya obispo, es un claro ejemplo de esa espiritualidad universal que flota en el ambiente del Puig de Misa. Siempre cuidó con especial atención a aquellos parroquianos, que durante el verano provenientes de muy diversos lugares del mundo asisten a la misa dominical en la iglesia parroquial de Santa Eulalia, con la iniciativa de invitar a voluntarios asistentes a que leyeran el evangelio del día en sus idiomas nativos. Excelente ocasión para que desde sus nuevas responsabilidades eclesiales promueva esa amable y generosa iniciativa hacia los foráneos que van a descansar a la isla.
Retablo que consiguió para la Iglesia del Puig de Missa quien fue presidente del Instituto de España, Marqués de Lozoya
La espiritualidad que respira el Puig de Misa la entendió y contribuyó a ella también el pintor Laureano Barrau. Menos conocido que Ramón Casas o Sorolla, pero a mi entender de similar categoría artística, sus cuadros reflejan de forma soberbia la luz mediterránea y se exponen varios en museos del mundo. Vivió bastantes años en una casa payesa situada en lo más alto de la colina, frente a la escalinata que conduce a la iglesia. Su viuda la donó como herencia a la parroquia junto con la colección de obras de Barrau que contenía.
Casa payesa que fue de Laureano Barrau y su esposa
Después de varios años de convertirse esa casa payesa en un pequeño pero interesantísimo museo, su obra se puede contemplar hoy en un local del centro de Santa Eulalia del Rio. Barrau, quiso ser enterrado en el cementerio existente junto a la iglesia del Puig de Misa, donde comparte eterno descanso con los restos mortales de personas provenientes de diferentes religiones y lugares del mundo. Gentes que como olas que se deshacen en la playa, vinieron a Santa Eulalia a fundirse con la arena de su playa o en busca de otra luz.
Las personas deben ser protagonistas de la globalización, no sus víctimas. Es la gran ocasión para redistribuir la riqueza a escala planetaria, corrigiendo las disfunciones, y no para incrementar la pobreza y la desigualdad.
Almacén de un Banco de Alimentos con productos listos para ser donados gratuitamente
“La caridad en la verdad pone al hombre ante la sorprendente experiencia del don”. Así se expresa el Papa Benedicto XVI en su Encíclica Caritas in veritate (n. 34) Allí se habla del valor de la gratuidad, distinto de la productividad y de la utilidad: “El ser humano está hecho para el don, el cual manifiesta y desarrolla su dimensión trascendente”. Los hombres nacen y viven en estrecha relación con los demás, a quienes necesitan y a la vez necesitan de ellos.
El egoísmo, herencia en los hombres del pecado original, cierra los propios horizontes. Ignorarlo es ingenuidad y apoyar en el aire las construcciones educativas, políticas, culturales y sociales. Como dijo Chesterton, el pecado original es el único dogma cristiano comprobable experimentalmente. Su influjo en el mundo de la Economía es evidente, cuando se confunde la felicidad y la salvación con formas inmanentes de bienestar social, cuando se reclama una autonomía económica sin injerencias morales: business is business. Por esa vía se tiraniza a la libertad de las personas y no se asegura la justicia.
Hay una lógica del don
Hay una lógica del don, que no excluye la justicia sino que la supera: “el desarrollo económico, social y político necesita, si quiere ser auténticamente humano, dar espacio al principio de gratuidad como expresión de fraternidad” (Ibidem). Los requerimientos de la justicia no son suficientes: no basta con dar a cada uno lo suyo (que no es poco). Hace falta también la solidaridad. “Sin formas internas de solidaridad y de confianza recíproca, el mercado no puede cumplir plenamente su propia función económica. Hoy, precisamente esta confianza ha fallado, y esta pérdida de confianza es algo realmente grave” (Ibidem, n.35). Los pobres no son un fardo para los ricos, ni los problemas sociales se resuelvan con una lógica puramente mercantil.
La actividad económica debe estar orientada hacia el bien común, de modo que el mercado no facilite que el pez grande se coma al chico. El egoísmo perjudica también la Economía y las finanzas. “El sector económico no es éticamente neutro ni inhumano o antisocial por naturaleza. Es una actividad del hombre y, precisamente porque es humana, deber ser articulada e institucionalizada éticamente” (Ibidem, n. 36) La obtención de recursos, la financiación, la producción, el consumo, tienen necesariamente implicaciones morales; “toda decisión económica tiene consecuencias de carácter moral” (Ibidem, n. 37).
Voluntarios del Banco de Alimentos de Madrid
Benedicto XVI ha señalado la gran conveniencia de que en la vida económica haya también actores que no actúen por el solo beneficio sino también por un afán solidario. Junto a las actuaciones del Mercado y del Estado está presente también la Sociedad civil, que es el ámbito más apropiado para una economía de la gratuidad y de la fraternidad. No bastan la lógica del Estado (dar por deber) ni la lógica del Mercado (dar para tener). El mercado y la política tienen necesidad de personas abiertas al don solidario.
Solidaridad internacional
La actividad económica se caracteriza por ser cada vez más global y movible, tanto en lo referente a la producción y al consumo como a las condiciones laborales. La responsabilidad social es tan amplia como el ámbito humano al que llega la actividad. El empleo de recursos financieros no debe estar motivado por la especulación ni por el solo beneficio inmediato. Debe ser un servicio a la economía real y a la iniciativa económica a favor de los países en desarrollo. Una ayuda internacional solidaria no deber ser sólo una dádiva ocasional, sino una ayuda para solucionar problemas económicos y para consolidar sistemas constitucionales, jurídicos y administrativos.
Shanghai de 1990 a 2008, paradigma de la globalización
La globalización no es efecto de fuerzas anónimas e impersonales, o de estructuras misteriosas, sino de un conjunto de voluntades humanas, de diversas corrientes culturales. El criterio ético fundamental debe ser la unidad de la familia humana y su progreso en el bien. Las personas deben ser protagonistas de la globalización, no sus víctimas. Es la gran ocasión para redistribuir la riqueza a escala planetaria, corrigiendo las disfunciones, y no para incrementar la pobreza y la desigualdad.
“SOULACK” apareció un tanto misteriosamente en las redes sociales asociado a unos cortos y sugerentes vídeos. Siguiendo el rastro, su huella nos condujo a la web www.cucox.eu en la que nos topamos con un humilde ovoide que habla con “Soulack” que ha bajado bandera ante su ya casi añorado fin de trayecto.
Los dos protagonistas, Soulack y Genohuevo
Un cuento, no pensado para niños, en el que Carlos Uralde, su autor (Cucox),se sumerge en los pliegues de “Soulack” (sin alma), ejemplar típico de hombre posmoderno a quien un pequeño huevo (Genohuevo), que cobró vida en su nevera, lleva con ternura y firmeza hacia la conciencia de las raíces de su personal declive.
“Cucox” nos ofrece una historia, en envoltura a veces poética y a veces surrealista, que esconde bajo su camuflaje onírico un descarnado realismo y nos entrega la clave del desconcierto y del suicidio colectivo que implica la destrucción del yo por un atroz egoísmo individualista y el consecuente y sistemático deterioro de la Casa Común.
Carlos Uralde (Cucox)
El narrador, aparentemente neutral, es en realidad un tercer personaje de esa trinidad que constituye la estructura íntima del dialogo interior que se desarrolla en la conciencia vital de la persona humana. Una intimidad trinitaria en la que la conversación subyacente entre dos contendientes el “hombre viejo” paulino y el nuevo regenerado por el Espíritu, hacen sus propuestas al tercer contertulio que tendrá que dirimir, en última instancia, la contienda que definirá el camino hacia su destino definitivo. Expresión suprema de la libertad humana que manifiesta la genética semejanza (en el sentido bíblico del Génesis) del ser humano respecto a su Creador.
Dehesa de Extremadura, una naturaleza cuidada con esmero. (Foto A. Alberti)
“Genohuevo” va desvelando, ante los ojos miopes de su decadente interlocutor, la belleza sencilla y a la vez inmensa, de una Naturaleza entregada a la humanidad, raíz de profundas alegrías vitales. El redescubrimiento progresivo de esos maravillosos dones -y como tales absolutamente gratuitos-van situando a “Soulack” en el camino de la apertura hacia la recuperación de la trascendencia del Ser que en su juventud experimentó y en consecuencia a su regeneración vital.
Soulack y su amigo se despiden
La exaltación de la Casa Común no es para “Cucox” la de un ecologismo utilizado como proyectil de grueso calibre a favor o en contra de ideologías políticas. Esa Casa Común es el marco de belleza que devuelve la esperanza a Soulack y asociada siempre a la verdad lleva a recordar el mensaje de Cristo a la humanidad antes de su partida; “La Verdad os hará libres”.
Atardecer en el Mediterráneo occidental (Foto A. Alberti)
«SOULACK».
Autor. Carlos Uralde Cuervas (Cucox)
Editado por «Circulo Rojo». Ilustraciones Cucox y Lánder Ayllón. Cubierta, sobre lienzo de Mari Carmen Uralde
No pensemos sólo en la idolatría como una costumbre de pueblos antiguos y culturalmente atrasados. También el hombre moderno, orgulloso de sus conquistas científicas y técnicas, tiene sus propios ídolos, obras de sus manos.
Afrodita. Museo de Perge, Turquía
El primer mandamiento de la ley de Dios manda adorarle como único Señor y prohíbe honrar a otros supuestos dioses distintos. Y así la superstición es una perversión, por exceso de credulidad, de la religión. “Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de algún modo mágica, a ciertas prácticas, por otra parte legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2111).
Más grave todavía es el politeísmo. La Biblia proscribe constantemente el culto de los ídolos, de oro o de plata, obra de las manos de los hombres; saliendo al paso de la propensión humana de controlar y poner a su servicio a la misma divinidad: ídolos que tienen boca y no hablan, ojos y no ven… “Dios, por el contrario, es el «Dios vivo» (Josué 3, 10; Salmo 42, 3, etc.), que da vida e interviene en la historia” (Catecismo…, n. 2112).
Tienda de antigüedades (Turquía)
No pensemos sólo en la idolatría como una costumbre de pueblos antiguos y culturalmente atrasados. También el hombre moderno, orgulloso de sus conquistas científicas y técnicas, tiene sus propios ídolos, obras de sus manos. “La idolatría no se refiere sólo a los cultos falsos del paganismo. Es una tentación constante de la fe. Consiste en divinizar lo que no es Dios. Hay idolatría desde el momento en que el hombre honra y reverencia a una criatura en lugar de Dios. Trátese de dioses o de demonios (por ejemplo, el satanismo), de poder, de placer, de la raza, de los antepasados, del Estado, del dinero, etc. «No podéis servir a Dios y al dinero», dice Jesús (Mateo 6, 24). Numerosos mártires han muerto por no adorar a «la bestia» (cf
Apocalipsis 13-14), negándose incluso a simular su culto. La idolatría rechaza el único señorío de Dios; es, por tanto, incompatible con la comunión divina (cf Gálatas 5, 20; Efesios 5, 5). La vida humana se unifica en la adoración del Dios Único. El mandamiento de adorar al único Señor da unidad al hombre y lo salva de una dispersión infinita. La idolatría es una perversión del sentido religioso innato en el hombre” (Catecismo…, nn. 2114-2115).
Sacerdote egipcio. Museo Británico
Una tentación frecuente proviene de la curiosidad por adivinar el futuro, que como tal nos es desconocido. Esto no es obstáculo para que hagamos una prudente previsión. Pero la adivinación supone una desconfianza en la providencia divina, pretendiendo saber por medios desproporcionados lo que nos depara el porvenir: el recurso a los demonios, la evocación de los muertos, la consulta del horóscopo, la astrología, la quiromancia (leer en los naipes), la interpretación de presagios y de suertes, el espiritismo, la invocación de poderes ocultos. De manera semejante, con las prácticas de magia o de hechicería se pretende domesticar potencias ocultas, para influir sobre el prójimo para bien o para mal; también con la pretendida protección de amuletos. Estas prácticas no deben ser confundidas con el recurso a las medicinas llamadas tradicionales o naturales.
El mandato divino en el Antiguo Testamento prohibía la representación de Dios por parte del hombre, ya que Dios es espíritu y no puede ser representado materialmente. Además entre los hebreos existía el peligro del contagio por la idolatría de los pueblos vecinos. Sin embargo Dios ordenó la confección de algunas imágenes que eran figura del Mesías que había de venir: la serpiente de bronce, el arca de la Alianza, los querubines. Cuando el Hijo de Dios se hizo hombre, con un alma y cuerpo humanos, se hizo ya posible y conveniente su representación por parte de imágenes que no eran ya expresión de idolatría. Se inauguró el culto a las sagradas imágenes: de Cristo, de la Madre de Dios, de los ángeles y de los santos.
La veneración a estas imágenes se dirige a las personas a quienes representan. “El culto de la religión no se dirige a las imágenes en sí mismas, sino que las mira bajo su aspecto propio de imágenes que nos conducen a Dios encarnado” (SANTO TOMÁS DE AQUINO, Suma Teológica II-II, q. 81,a 3, ad 3). “El honor tributado a las imágenes sagradas es una «veneración respetuosa», no una adoración que sólo corresponde a Dios” (Catecismo…, n. 2132).
«El Español» informó que en la reciente cumbre hispano italiana Sánchez-Conte confundió la bandera de Italia con la de Méjico. Aunque sea difícil, habrá que creérselo, pues dos horas después del error, Arancha González Laya se disculpó en Twitter: “Decididamente la noche ha sido corta y se nota; disculpas”.
Bandera nacional de Mexico
Bandera nacional de Italia
El gobierno del frente popular sanchista comunista acusa a todo contrario de ser de derecha extrema; sin embargo, no reconoce mi admite que se califique su propio comportamiento de extrema izquierda. En sus filas cuenta con miembros peculiares, empleando una suave expresión..
Uno de los más visibles por razón del cargo es el titular del departamento de Asuntos Exteriores. La prensa insumisa airea supuestos sucedidos difíciles de creer. El periódico digital El Español afirma que en la reciente cumbre hispano italiana Sánchez-Conte confundió la bandera de Italia con la de Méjico. Aunque sea difícil, habrá quecreérselo, pues dos horas después del error, Arancha González Laya se disculpó en Twitter: “Decididamente la noche ha sido corta y se nota; disculpas”. A pesar de la oscuridad, un mínimo de práctica diplomática hace difícil no ver al águila atrapando a la serpiente con el pico y la garra.
En las sociedades avanzadas se practica la responsabilidad del dirigente, quien debe estar alerta o ser debidamente asesorado para evitar burdos errores. Y a propósito de banderas, siempre he afirmado que si en una cancillería española en el extranjero ondeara la nuestra hecha girones o destrozada, o no respondiera a la vigente normativa, el culpable sería siempre el embajador.
Recuerdo ahora una importante conferencia del OIEA Organismo Internacional de la Energía Atómica en el V.I.C Centro Internacional de Conferencias de Viena, en mis años (1986-2000) como embajador multilateral en Naciones Unidas y demás agencias con sede allí, donde viví un hecho insólito. A fuer de experiencia y desconfianza suelo, solía pues ya aquello es para mí remoto pasado, fijarme en la presencia de nuestra insignia nacional en su debido lugar. Antes de entrar en el edificio comprobé con horror que la enseña rojigualda ostentaba el viejo aguilucho sanjuanista; y esto poco antes de la llegada del resto de la delegación española presidida por un ministro del gobierno. Con cara de pocos amigos exigí la comparecencia inmediata del director del V.I.C. y le conminé a que izaran la bandera constitucional, con la amenaza de plantear para escándalo de Austria una cuestión de orden al inicio de la reunión, haciendo así oficial y pública nuestra protesta. Un tanto lívido acusó al servicio de protocolo, que es lo clásico, y a los cinco minutos procedieron a la requerida sustitución. La bandera con el actual escudo constitucional data de 1981. En la bronca privada, pues tuvo suerte y no llegó a ser abierta, subrayé que más de un lustro es suficiente para actualizarse. No sólo en España hay chapuceros.
Sede y bandera del Organismo Internacional de Energía Atómica (Viena)
Y en relación con Austria y las banderas cuento otra aventurilla. Cuando llegué a Accrá en Ghana, África Occidental, mi primer nombramiento de embajador, conté por telegrama a mi ministerio que imaginé haber llegado no a la embajada del reino de España, sino a la de la república de Austria, tan descolorido estaba el amarillo que parecía blanco y el rojo mas muerto que vivo. Arriamos la bandera, busqué otra de repuesto y pedí a Madrid varias que tardaron un siglo, pero llegaron al fin. Naturalmente si la bandera estaba hecha guiñapos, la culpa recaía en el embajador, que era yo mismo.
Me cuentan que en Londres, con la que está cayendo en la pérfida Albión, el MAEC, Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación que además se llama de Unión Europa, es decir más nombre que contenido, se ha olvidado de prever la sustitución del embajador, lo que resulta difícil de admitir, pues el actual titular ha cumplido la edad de jubilación. A mi modesto nivel, como Embajador de España en Budapest Hungría, también me sucedió cuando pasé a la muerte administrativa, que intenté sin éxito retrasar en base a un dictamen de mi amigo Julio Diego González Campos, catedrático de Derecho Internacional y magistrado del Tribunal Constitucional. La superioridad dispuso un decreto para mi cese, al haber sido nombrado también por real decreto. En el caso del Reino Unido, la culpa de todo es de la ministra, distinguida funcionaria internacional pero sin práctica alguna de gobierno ni gestión administrativa. La prensa todavía independiente la ha culpado. Y si en niveles inferiores se les ha ido el asunto de las manos, también la culpa es de la ministra. La ministra es culpable.
Lo terrible para España y para nuestra honra histórica es el olvido de la permanente herida de la última colonia en suelo europeo, nido de traficantes, delincuentes económicos y contrabandistas, con la complicidad del Reino Unido. Muy triste es que no se aproveche la espantada británica de la Unión Europea para buscar una digna solución a la gran vergüenza. Gibraltar, Gibraltar, Culpables somos todos, pero en primer lugar la actual ministra del exterior. La ministra es culpable.
El ministro de Asuntos Exteriores Fernando Morán (1982-85) hace unas declaraciones en un sala del aeropuerto de Barajas
El tema del escalafón de la Carrera tampoco es baladí. En esta ventana al mundo ya he aireado hace poco esta mutilación de nuestra Carrera, al haberse suprimido la mención de sus componentes jubilados, aunque todavía en vida. La purga parece permanecer de momento. Ya hay antecedentes del primer gobierno del partido socialista obrero español, PSOE, en 1982, que redujo la edad de jubilación de los diplomáticos profesionales de setenta a sesenta y cinco años. Y aquel partido socialista dirigido por Felipe González Márquez tenía poco que ver con sus supuestos seguidores de hoy. Luego, cuando fueron envejeciendo sus militantes se volvió a la normativa anterior. Si el escalafón de hoy no publicado pero si en la red está mutilado, la última culpa también es de la ministra. Es ella quien ocupa la clave de la cúpula administrativa. La ministra es culpable.
En el capítulo de falsedades destacan las falsas embajadas de falsarios. Innecesarias, inútiles, contraproducentes y contrarias a la Constitución, al Reino, al Rey y a los españoles. La callada por respuesta del ministerio ante el independentismo enloquecido de golpistas y sediciosos obedece a un departamento anestesiado, a cuyo frente está la actual titular. La ministra es culpable.
Aunque no parezca conocer a los diplomáticos españoles, debería mostrarles un mínimo respeto y no caer en el intrusismo. Pocos ministros de exteriores de diversos gobiernos y épocas, ya fueran funcionarios, políticos, enchufados,apparachiks, o militantes fervorosos han sido capaces de mantener un servicio diplomático y consular con los miembros de la Carrera. Alguna prensa digital poco sanchista califica de nombramiento más sorprendente de este gobierno el de Angel Martin Peccis como nuevo embajador de España en Cuba. Es el quinto embajador político y se dice que, a diferencia de los otros cuatro, su único mérito es el de ser amigo y recomendado del ministro de Transportes José Luis Abalos, favorito del presidente, quien pidió a Arancha González Laya que le nombrara. Si no tiene otra valía y en un puesto tan delicado como La Habana crea ó no resuelve algún problema, la ministra será culpable.
Toda situación por mala que parezca es susceptible de empeorar. La continuidad de este gobierno Frankenstein, inevitable en el circo político de nuestra pobre patria, puede depararnos peores momentos. Pero las purgas no pasarán de ser nominales. Ejemplos no faltarían a los chavistas comunistas. En asuntos de interior, basta con ver la desastrosa gestión de la lucha contra la pandemia dirigida por Simón el falsario, Illa y su comité de expertos.
En los asuntos exteriores cualquier catástrofe es imaginable en el universo mundo. De males mayores que los ya padecidos, Liberanos Domine.
El viaje forma parte de nuestra vida; pasamos mucho tiempo hablando, soñando o preparando algún traslado. En un lejano pasado español, en los años cuarenta del anterior siglo, mi siempre recordado padre Antonio Ortiz Muñoz escritor y periodista sevillano (1906-1968), convencido de que el mundo está para verlo, se especializó en literatura de viajes.
Antonio Ortiz Muñoz dedicó su obra «Otro español en América» a su amigo Agustín de Foxá
Miles de artículos, en el diario YA de Madrid y en muy variadas publicaciones, además de charlas, clases y conferencias, bastantes premios y concursos, le llevaron a escribir una veintena de libros y a la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.
Heredamos sus descendientes el amor por los libros y el gusto por los viajes, aunque hoy en día no es mi profesión la más viajera. Así lo he contado ya en algún escrito. Pero los libros no nos faltan; de preferencia encuadernados y en papel; tenemos un maravilloso sol y la nube no me invita a la lectura. Mi hijo Antonio Ortiz III, el más bibliófilo, y mi nieto Antonio Ortiz IV son también grandes lectores en diversas lenguas.
Y esta nueva salida mía a nuestra ventana al mundo va de un libro de Antonio Ortiz I: “Otro español en América”. AO III suele bucear en la red y ha poco encontró en la librería anticuario “Galgo”, de Ribadeo, provincia de Lugo, un ejemplar anunciado como firmado por el autor, y lo encargó. La sorpresa cuando lo recibió fue que estaba autografiado y rubricado en Madrid, en julio 48 “a Agustín de Foxá, gran poeta, gran escritor y gran amigo. Cordialmente Antonio Ortiz”.
Portada y Dedicatoria a Agustín de Foxá
Recuerdo de mi infancia alguna mención de mi padre, coetáneo del gran poeta, nacidos ambos en 1906, expresando su admiración por la espléndida prosa del conde, a quien debió conocer antes de la guerra civil en Madrid,
Imagino aquí el viaje del libro dedicado desde Madrid en 1948 hasta 2020 en Ribadeo, pasando por las manos de mi muy ilustre compañero y antecesor, pues Foxá fue secretario de embajada en la Legación de España en Bucarest Rumanía, donde yo he pasado dos cuatrienios de mi vida profesional.
Como solo los caminos del Señor son, según San Pablo, inescrutables, AO III intenta escrutar, con ayuda del anticuario librero que se lo vendió, que senderos ha recorrido el «Otro español en América» hasta volver a la biblioteca familiar. La respuesta fue esta:
Correo en el que el anticuario José Luis Carnota sugiere el posible camino del libro dedicado a Foxá, desde su biblioteca de Sevilla a la librería Galgo de Ribadeo
Con indulgencia debemos perdonar la ofensa de malbaratar el libro, que recompró mi hijo por 22 € envío incluido.
Satisfecha, en la medida de lo posible, la curiosidad de bibliófilos de AOIII y la mía propia, prosigo mi relato de mi padre recogiendo en sus páginas crónicas de una misión cultural por los países hermanos de América. Nada más lógico que en su nunca olvidada y clara caligrafía se lo hiciera llegar a uno de los mejores cantores de los pueblos hermanos del gran continente hispanohablante, donde crece y se extiende cada día más nuestro idioma universal, pese a los estúpidos aldeanismos que presenciamos en la tierra originaria del español.
Portada de la biografía de Agustín de Foxá escrita por el diplomático Luis Sagrera
Mi compañero y amigo también coetáneo Luis Sagrera Martinez-Villasante, en su magnífica biografía del académico y diplomático, publicada en 2009 en la colección La valija Diplomática, aclara este viaje imaginario al referirse a la generosidad de Agustín, quien regalaba sus libros.
Foxá nos dejó un elocuente autorretrato: “Gordo; con mucha niñez palpitante en el recuerdo. Poético, pero glotón. Con el corazón en el pasado y la cabeza en el futuro. Bastante simpático, abúlico, viajero, desaliñado en el vestir, partidario del amor, taurófilo, madrileño con sangre catalana. Mi virtud, la imaginación mi defecto la pereza”. En tal estilo de vida impreciso brillaban siempre los comentarios y anécdotas punzantes y políticamente incorrectas, que se diría ahora, y que generaron recuerdos ocasionalmente falsos.
Cuenta José María de Areilza conde de Motrico, embajador de Franco en la República Argentina en los años finales de los cuarenta, el paso por Buenos Aires de una delegación española que llevaba a Japón el brazo derecho de San Francisco Javier. En la recepción en la residencia de la embajada Agustín de Foxá brindo por los esforzados compatriotas capaces de dar la vuelta al mundo con el brazo en alto. Si era en verdad un mérito, aunque se trata de media verdad. Sí hubo tal delegación, pero el viaje a Japón fue por la América del norte y no por el cono sur. Mi padre formaba parte de la expedición, que relató en su libro “Un periodista da la vuelta al mundo”, acabado de imprimir el 2 de febrero de 1950 en los talleres tipográficos de la Editorial Magisterio Español.
Folleto de promoción del libro «Un periodista da la vuelta al mundo»
Imaginando viajes y con el brazo en alto, no el de Javier apóstol de Oriente sino el suyo propio y cara al sol, de cuya letra ideó la primera estrofa, Foxá pudo haber llevado algunos libros –y porqué no éste a Roma. Allí reía de los cuernos del ministro de Asuntos Exteriores del caudillo italiano, el Duce, de etimología más cercana al latín que la de caudillo, nuestro “centinela de occidente”. Acusaba al italiano de lo mismo que a él habían reprochado en España hasta la saciedad, solo que él se lo tomaba con más humor. El cuñadísimo», Ramón Serrano Súñer, homólogo español del conde italiano, cuenta en sus memorias políticas cómo Ciano presionaba de forma vehemente para que se expulsara a Foxá de Italia, llegando incluso a acusarle ante el gobierno español de espía de los aliados. Serrano, que era amigo de Foxá y buen conocedor de su carácter y de sus ocurrencias, acabó, en una llamada telefónica con Ciano, por sentenciar el asunto: “El camarada Foxá saldrá de Italia por chistoso, pero no por espía”.
El matrimonio Ortiz García y los Ortiz Muñoz en Volendan, pueblo de pescadores en el Zuidersee, con trajes típicos holandeses
Siguiendo con viajes, Lola mi mujer comenta con nuestro hijo Antonio Ortiz III, quien encontró el libro dedicado y abandonado, que en Berlín, donde pasamos cuatro años en el histórico edificio de la Embajada de España, en dos tercios ruinosa y hoy por fin reconstruida tras ser salvada de la ocupación por Zoo gracias a mis desvelos y disgustos, había sacado de entre escombros del sótano una revista donde aparecía algún artículo de Foxá y otro de mi padre Antonio Ortiz I.
Al recordar aquella época nuestra, no puedo dejar de mencionar, como varias veces lo hice en la prensa española, la leyenda del regalo de Hitler a Franco. Nuestra embajada era un palacete propiedad española cercano al Landwerhkanal, y estaba ubicada en el eje este-oeste de los planes del Gran Berlín, proyectado por el arquitecto del III Reich, siguiendo la megalomana decisión del Führer. La casa fue expropiada y uno de los discípulos de Albert Speer construyó en puro estilo nazi un nuevo edificio, similar a los de Italia y del Japón, uno de los pocos que sobrevivieron a los bombardeos aliados durante la terrible segunda guerra mundial.
Lo más probable es que el libro en cuestión acabara en la casa de su madre, la marquesa viuda de Armendáriz en la calle de Ibiza, número 1, donde falleció Agustín de Foxá y Torroba, el 30 de junio de 1959 a los cincuenta y tres años, tras su vuelta a Madrid, sintiéndose tan mal, tan mal, que le parecía que aquí llegaba el último de Filipinas, su puesto final.
Era notoria la admiración de mi padre por el gran poeta, a quien menciona en Buenos Aires al hacer la crónica de la gran emoción vivida en América con motivo de la muerte del mítico Manolete, El torero más valiente del ruedo, el abanico difícil de su izquierda –que hace al toro satélite, luna de tu oro antiguo, con órbita de estrellas.
Foxá, a quien Curzio Malaparte convirtió en Finlandia en personaje legendario, concita igualmente la admiración de los diplomáticos españoles al cantar como nadie nuestra profesión:
Amigos que en lejanas latitudes,
representáis de España las virtudes,
del pino sueco al tropical palmar.
Norte y Sur: y a distancias infinitas,
Pagodas, rascacielos y mezquitas;
Toda tierra en vuestra imaginación.
….
Estas vaguedades con mezcla de recuerdo, añoranza y esperanza me hacen meditar sobre los libros, que llenan nuestra vida y el viaje permanente de nuestra existencia. Mi padre Antonio Ortiz Muñoz y mi antecesor Agustín de Foxá pueden servirnos de estímulo en estos tiempos de tribulación.
Caricatura de Antonio Ortiz Muñoz regalo de el diario YA
Salud paz y bien para todos. Madrid, diciembre de 2020.
Los mandamientos de la Iglesia están dirigidos únicamente a los cristianos, como una ayuda concreta, aunque sea de institución humana, para vivir los requerimientos del Evangelio. Las directrices generales que en materia moral imparte constituyen una orientación también para los no cristianos, en cuanto manifiestan y proponen los mandatos de la ley moral natural, que obligan a todos.
Llamamos mandamientos de la Santa Madre Iglesia, no a las directrices generales que en materia moral imparte aquella, en cuanto es autorizada intérprete de la ley de Dios. Esas directrices constituyen una orientación también para los no cristianos, en cuanto manifiestan y proponen los mandatos de la ley moral natural, que obligan a todos los hombres.
En cambio los mandamientos de la Iglesia están dirigidos únicamente a los cristianos, como una ayuda concreta, aunque sea de institución humana, para vivir los requerimientos del Evangelio: “se sitúan en la línea de una vida moral referida a la vida litúrgica y que se alimenta de ella. El carácter obligatorio de estas leyes positivas promulgadas por la autoridad eclesiástica tiene por fin garantizar a los fieles el mínimo indispensable en el espíritu de oración y en el esfuerzo moral, en el crecimiento del amor de Dios y del prójimo. Los mandamientos más generales de la Santa Madre Iglesia son cinco” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2041).
¿Por qué la Iglesia se pone a dar mandamientos? Porque puede y debe hacerlo. Puede hacerlo en virtud de la autoridad conferida por su divino fundador Jesucristo. Y debe hacerlo para cumplir su misión de encaminar a los hombres hacia Dios.
El contenido de estos mandamientos viene señalado por la legislación general de la Iglesia, y concretamente por el Código de Derecho Canónico.
El primer mandamiento (escuchar Misa entera los domingos y fiestas de precepto) está encaminado a que los cristianos participen en el Sacrificio redentor de Jesucristo y reciban sus abundantes gracias, al menos con una cierta frecuencia.
El segundo mandamiento (confesar los pecados mortales al menos una vez al año, y en peligro de muerte, y si se ha de comulgar) se dirige a fomentar la conversión y reconciliación con Dios, mediante el perdón de los pecados y la recuperación de la gracia divina.
El tercer mandamiento (comulgar por Pascua de Resurrección) garantiza un mínimo en la recepción del alimento espiritual de la vida cristiana.
El cuarto mandamiento (ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia) fomenta la penitencia, para favorecer el dominio de nuestros gustos y la libertad del corazón. Todos los viernes del año son en nuestro país días de abstinencia, conmutable por otra práctica cualquiera de oración o de sacrificio; salvo el miércoles de ceniza y el viernes santo, en los que obliga el ayuno y la abstinencia no es conmutable.
El quinto mandamiento (ayudar a la Iglesia en sus necesidades), señala la obligación de participar en la solución de las necesidades de la Iglesia –también en las económicas-, cada uno en la medida de sus posibilidades.
Altar dedicado a San Juan Bosco (Turín)
Junto al cumplimiento de estos deberes se precisa el testimonio de una vida cristiana. Si la vida de un cristiano no es honesta y coherente con el Evangelio, constituye claramente un antitestimonio. “Los cristianos, por ser miembros del Cuerpo, cuya Cabeza es Cristo (cf Efesios 1, 22), contribuyen a la edificación de la Iglesia mediante la constancia de sus convicciones y de sus costumbres. La Iglesia aumenta, crece y se desarrolla por la santidad de sus fieles” (Catecismo…, n. 2045).
No es suficiente con el cumplimiento de los cinco (principales) mandamientos de la Iglesia. Es preciso presentar una conducta de fe vivida y de amor a Dios y al prójimo, con obras. “Llevando una vida según Cristo, los cristianos apresuran la venida del Reino de Dios, «Reino de justicia, de verdad y de paz» (MISAL ROMANO, Prefacio de Jesucristo Rey). Esto no significa que abandonen sus tareas terrenas, sino que, fieles a su Maestro, las cumplan con rectitud, paciencia y amor” (Catecismo…, n. 2046).
Aunque lo parezca, no es una novelita policiaca, ni un cuento de intriga. Pero si hay que hacer una averiguación sobre una situación un tanto misteriosa.
Para los visitantes de nuestra ventana al mundo, a quienes imagino numerosos y plurales, convendría una mínima referencia al escalafón; y en esta circunstancia me refiero al de la Carrera Diplomática. Los diplomáticos españoles son un pequeño colectivo; los profesionales en activo no superan el millar, número reducidísimo para el amplio despliegue de España en el planeta. Los hay de todos los sexos, colores y plumajes; tampoco siempre bien avenidos, pues la ocasional acusación de corporativismo es falsa. No creo que en comparación con grandes y medianas potencias seamos muy diferentes.
La lista de los diplomáticos el llamado escalafón, según el DRAE es la lista de los individuos de una corporación, clasificados según su grado, antigüedad, méritos, etc. Mi provecta edad obtendrá de la benevolencia de los lectores tolerancia con la falsa modestia de una “auto-cita”. En un libro aparecido en 2013 en la colección La valija Diplomática y con el titulo Las papeleras del Reino hice ya sesudas y jocosas consideraciones sobre tan preciado documento (páginas 53 y siguientes); reitero aquí que es apreciado, coleccionado y consultado. El último publicado es de primero de junio de 2017, desde entonces no había aparecido ninguno y ahora se distribuye en la red uno recién confeccionado. Debe ser el primero de nuestro actual gobierno de coalición sanchista-comunista.
Observo como muchos otros compañeros y amigos que le falta la última parte, donde en años anteriores se relacionaba el personal diplomático jubilado con su categoría, en el caso de los Embajadores de España de carácter vitalicio. Esta mutilación disgusta y preocupa. Para muchos es prueba de su supervivencia, pues los que no aparecen han pasado a un destino eterno. R.I.P. Para otros, todavía aquí, es recuerdo de un pasado a veces mejor.
En la historia de la humanidad hay múltiples antecedentes de similares supresiones. Con la que está cayendo, quizás sea un asunto baladí para la ciudadanía, pero si lo creo trascendente para un colectivo que ha desempeñado el papel de contar España al mundo y que afecta a su honra, que “es patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios”, en decir de nuestro gran clásico.
Los asirios y mesopotámicos amañaban sus tablillas cuneiformes de arcilla, lo que resultaba fácil. Las leyes de la ciudad estado de Lagash, en los albores de la escritura, eran cilindros y conos arcillosos que desaparecían sin dificultad mayor.
Nefertiti, esposa de Akenaton (Museo Egipcio de Berlín)
En el Egipto de los faraones algunos solían borrar –y estaban esculpidos en piedras, algunas duras- el cartucho con el nombre en jeroglífico de un antecesor castigado, como pasó con Akenatón por proclamar un único dios, olvidando a las variadas divinidades que perviven hoy en monumentos y papiros. En su caso, se arrasó además la nueva ciudad de Tell El Amarna.
En el mundo de la Grecia clásica, en Efeso se incendió voluntariamente por guerras religiosas una de las maravillas del mundo, el templo de Artemisa, cuyo recuerdo había sido proscrito.
La damnatio memoriae, calificativo que empezó a utilizarse en el Renacimiento, era practicada en el Imperio Romano. Caracalla, gran tirano, asesinó a su hermano Geta y mandó borrar todos los retratos de la familia de Septimio Severo y de su esposa Julia.
Al comienzo del Cristianismo, el Papa Esteban VI arrojó al Tíber el cadáver de Formoso, su antecesor, a quien desenterró para hacer desaparecer su memoria de entre los vivos.
El rio Tíber, tumba definitiva del Papa Formoso
En el palacio de los Dogos de Venecia, la sala del mayor consejo fue despojada de algún retrato para no recordar a un Dux, a quien su sucesor había considerado indigno.
Más cerca, en la Unión Soviética se borraron nombres, fotografías y menciones de los proscritos, aun antes de ser físicamente suprimidos, como Trotsky y otros camaradas condenados.
Los dirigentes que no son capaces de asumir su propia historia crean ministerios de la verdad para ir reescribiendo los sucedidos de épocas anteriores. George Orwell nos lo cuenta en su utopía 1984; en la mítica potencia totalitaria Oceanía, los enemigos desparecen vaporizados de todo registro y periódico.
Jerarcas de la URSS presididos por Andrei Gromyko reciben a los reyes D Juan Carlos y Dª Sofia en su visita a la Unión Soviética
No solo en la literatura. En la Argentina post-peronista fue prohibida la mención del general: Perón que grande sos…
Cabría mencionar la revolución cultural china de Mao, la lista negra de Hollywood y muchos más ejemplos.
Aquí mismo, en España la Ley 52/2007 de 25 de diciembre de memoria histórica dispone en su artículo 15.1: “Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura”.
Ya antes, el Gobierno del Partido Socialista Obrero español, tras las elecciones de la primavera de 1982, decretó una purga de diplomáticos veteranos rebajando la edad de jubilación de los 70 a los 65 años, quizás para eliminar, no al estilo soviético, sino por destierro administrativo.
En Egipto, ya con su vieja tradición, desaparecieron los nombres de Hosni Mubarak y su esposa Suzanne tras la Revolución de 2011; sus nombres fueron eliminados de calles, parques, edificios y otros lugares públicos.
¿Cuál es ahora el misterioso motivo de nuestra damnatio memoriae?. ¿Será un adelanto de la puesta en práctica de la futura ley de eutanasia? ¿Querrán reducir la bolsa de las pensiones o los gastos de la seguridad social?
Muchos estamos en tiempo de descuento sin ayuda del covid. En la ola de supresiones, desde la libertad de educación hasta el uso del español, nuestro idioma universal, no cambia demasiado la eliminación de la memoria de unos ancianos embajadores de España y viejos funcionarios, que tuvimos a gala y honor servir al Reino.
El Arcángel san Gabriel y la Anunciación de la Virgen (Capilla de Areneros, Madrid)
Pidamos a la divinidad y a nuestro Santo Patrón el Arcángel San Gabriel que se disipen estas nubes y reaparezca un escalafón como toda la vida… (de nuestra Carrera). Quiero además ser optimista y pensar que el muñón del último escalafón no tiene más misterio que un olvido de una administración en la línea de ineficacia y errores de los últimos tiempos. ¡Que este virus informático no sea anuncio de peores cánceres!.
“La igual dignidad de las personas exige que se llegue a una situación de vida más humana y más justa. Pues las excesivas desigualdades económicas y sociales entre los miembros o los pueblos de una única familia humana resultan escandalosas y se oponen a la justicia social, a la equidad, a la dignidad de la persona humana y también a la paz social e internacional” (Const. Gaudium et spes, n. 29).
Entrega de llaves de la escuela de Paso Bajito (Rep. Dominicana) construida con ayuda pueblo de fondos de cooperación del Ayuntamiento de Madrid
La promoción de la justicia social tiene como base necesaria la dignidad trascendente del hombre. Toda la sociedad está ordenada al bien de la persona humana. La defensa y la promoción de la dignidad humana “nos han sido confiadas por el Creador, y de las que son rigurosa y responsablemente deudores los hombres y mujeres en cada coyuntura de la historia” (S. JUAN PABLO II. Enc. Sollicitudo rei socialis, n. 47).
La persona humana nunca es un simple medio para los demás, sino que tiene una dignidad y una relevancia propias. El Concilio Vaticano II enuncia el siguiente principio: “Que cada uno, sin ninguna excepción, debe considerar al prójimo como «otro yo», cuidando, en primer lugar, de su vida y de los medios necesarios para vivirla dignamente” (Const. Gaudium et spes, n. 27).
Para lograr esto no bastan las leyes humanas, por mucha perfección que tengan, sino que se requiere una disposición personal de apertura, de solidaridad con el prójimo. El egoísmo, la soberbia, la avaricia, los recelos sólo se disipan con la caridad, que hace considerar a los demás como hermanos. Este deber de servicio efectivo a los demás se hace más urgente cuanta mayor sea la necesidad a que el otro está sometido. Cristo se coloca en el lugar de los más necesitados: “Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis” (Mateo 25, 40).
El amor al prójimo no reconoce fronteras. “Este mismo deber se extiende a los que piensan y actúan diversamente de nosotros. La enseñanza de Cristo exige incluso el perdón de las ofensas. Extiende el mandamiento del amor que es el de la nueva ley a todos los enemigos (cf. Mateo 5, 43-44). La liberación en el espíritu del Evangelio es incompatible con el odio al enemigo en cuanto persona, pero no con el odio al mal que hace en cuanto enemigo” (Catecismode la Iglesia Católica, n. 1933).
Santiago de los caballeros (República Dominicana)
Existe una radical igualdad entre todos los hombres, creados a imagen de Dios, con un alma racional e inmortal, con una misma naturaleza y origen, redimidos por Jesucristo, llamados a participar en la eterna bienaventuranza. “Hay que superar y eliminar, como contraria al plan de Dios, toda forma de discriminación en los derechos fundamentales de la persona, ya sea social o cultural, por motivos de sexo, raza, color, condición social, raza o religión” (Const. Gaudium et spes, n. 29). Cuando el hombre nace, y de ahí en adelante, necesita siempre de la ayuda de los demás, para desarrollar su vida corporal y espiritual.
A la vez es preciso señalar que existen desigualdades evidentes entre los hombres, en edad, capacidad física, aptitudes intelectuales o morales, circunstancias de fortuna. Como señala la parábola de los talentos, éstos no están distribuidos por igual. “Estas diferencias pertenecen al plan de Dios, que quiere que cada uno reciba de otro aquello que necesita, y que quienes disponen de «talentos» particulares comuniquen sus beneficios a los que los necesiten. Las diferencias alientan y con frecuencia obligan a las personas a la magnanimidad, a la benevolencia y a la comunicación. Incitan a las culturas a enriquecerse unas a otras” (Catecismo…, n. 1937).
Sin embargo no todas las diferencias son aceptables. “Existen desigualdades escandalosas que afectan a millones de hombres y mujeres. Están en abierta contradicción con el Evangelio” (Ibidem, n. 1938). “La igual dignidad de las personas exige que se llegue a una situación de vida más humana y más justa. Pues las excesivas desigualdades económicas y sociales entre los miembros o los pueblos de una única familia humana resultan escandalosas y se oponen a la justicia social, a la equidad, a la dignidad de la persona humana y también a la paz social e internacional” (Const. Gaudium et spes, n. 29).
Madrid cooperando al desarrollo de El Hatillo (2005)
La solidaridad, que también puede llamarse amistad o caridad social, se apoya en la igualdad que hay entre todos los hombres, y se ejercita con motivo de las diferencias. Se manifiesta en la distribución de los bienes materiales, en la remuneración del trabajo, en la solución negociada de los conflictos. “La virtud de la solidaridad va más allá de los bienes materiales. Difundiendo los bienes espirituales de la fe, la Iglesia ha favorecido a la vez el desarrollo de los bienes temporales, al cual con frecuencia ha abierto vías nuevas. Así se han verificado las palabras del Señor: «Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura»” (Catecismo…, n. 1942).
El sistema democrático que mayoritariamente nos dimos en la reconciliación, que otros llaman transición, es “tan bueno, tan bueno” -tan bondadoso-que permite que se traicione al país desde dentro, es decir desde las propias instituciones del Estado.
Según parece, por las noticias que recogen los medios de comunicación, de la mano de este Gobierno estamos a punto de cometer un nuevo disparate descomunal y de consecuencias incalculables.
El sistema democrático que mayoritariamente nos dimos en la reconciliación, que otros llaman transición, es “tan bueno, tan bueno” -tan bondadoso-que permite que se traicione al país desde dentro, es decir desde las propias instituciones del Estado. Seguramente esto se nos venderá como ejemplo de lo garantista que es el sistema. Separatistas y exterroristas van a imponer que un presidente, cuya ambición de poder y vanidad parecen no conocer límites, acompañado o en connivencia con un “vice”, al que no se le conoce públicamente ninguna concreta realización en bien de la sociedad pero si un nivel de vida muy por encima del que tiene media España,-a lo que yo no tendría objeción que poner si no fuera porque ambos están pagados con mis impuestos y los de usted-, se proponen, al parecer, destrozar esta nación pluricentenaria.
Y el resto de lo que se llama la “clase política” ¿asiste a esta fechoría sin que se le mueva el flequillo?
¿Cui prodest?
“Cui prodest” ¿ A quien beneficia? Desde luego a la nación española, es decir a usted y a mi, NO. Pero como estamos llenos de complejos nos han hecho creer que hablar de nación es ya de un ultra intolerable. Y eso lo hacen arribistas de escándalo revestidos con el hábito de la religión marxista cuyos resultados de la mano de los regímenes que la practicaron fueron, por cierto, junto con el sistema nazista, lo mas asesino que ha conocido probablemente la Historia Universal. Una auténtica tomadura de pelo que sería hasta cómica si no fuese trágica.
El Lazarillo de Tormes y toda la literatura de la picaresca española son un conjunto de chistes malos comparados con esta “obra de arte” aunque solo sea por su dimensión nacional.
Nada nuevo en la historia. Nos proporcionan pan y circo y todos tan felices. Lo malo es que el pan para mucha gente va escaseando y cuando uno ve que sus hijos carecen de lo mas vital hay pocas fronteras que se le resistan, en el sistema o fuera de él.
Se sacan de la chistera, a modo de señuelo y como siempre sin reparar en consecuencias, una ley de educación proponiendo que a nuestros hijos, a mis nietos, nos los eduque un gobierno plagado de adictos a ideologías mediocres, verdaderas “autoridades en el tema”, que saben lo que necesitamos mucho mejor que nosotros. Eso si, usted y yo los criamos pagamos todos los gastos, los cuidamos con auténtico desvelo y ahora una dependienta de supermercado -honorabilísima profesión por cierto-, un profesional que ha copiado y mal su tesis doctoral, un profesor con poco mas que mala intención y una señora de Neguri, nos van a imponer donde y como nos los van a educar.
No cuela
No cuela, miembros del gobierno. Ustedes están viviendo de nuestro sudor y para seguir en las poltronas pactan con nuestros enemigos, los de España, confiando en que el resto de los políticos que, naturalmente viven de lo mismo, no levanten demasiado la voz y con el pretexto de no vulnerar las reglas de juego, “traguen” mansamente por todo.
Aun es mas miserable el intento al que asistimos de que se utilicen el Covid- 19 como cobertura para soslayar sin escrupulosos controles, mintiendo cada vez que se sienten amenazados por la verdad y presienten que sus sillones pueden desaparecer.
Ignoro si van o no a alcanzar su miserable objetivo, pero ¿De verdad vale la pena tanta ceguera humana por un sillón presidencial o ministerial?
Este mes de noviembre está especialmente indicado para pensar, apoyados en Jorge Manrique, en “cuan presto se va el placer como después de acordado da dolor”. Nada nuevo bajo el sol.
Ahora que el conducator y caudillo de la nueva normalidad o régimen de los milagros –ha salvado ya hasta casi medio millón de ciudadanos- y espera incrementar el número de salida de ancianos, conviene romper alguna lanza a favor de la tercera edad.
No quisiera plantear el dilema de muchos alemanes entre salvar a los antiguos o superar el covid 19. Pero, mientras la canciller Angela Merkel esté en el poder -y no piensa retirarse hasta otoño del año próximo- no se sacrificará con el aislamiento de los ancianos para que los jóvenes y más fuertes ante el coronavirus salven al país. En mi actual etapa vital, debo clamar DE SENECTUTE PRO SENECTUTE.
En el mundo greco-romano y en culturas clásicas se inventó el senado, y en las tradicionales como la africana los veteranos no somos un estorbo. Incluso en nuestra áspera España, muchos abuelos sirven de sostén y ayuda a las familias y recuerdo haber oído en mi infancia el elogio de la experiencia: del viejo, el consejo. Espero sobrevivir a la pandemia y a la ley de eutanasia.
Embajada española en Ghana
Leo comentarios y reflexiones de compañeros de muy variado pelaje incluyendo muchos jubilados, bastantes octogenarios e incluso algún nonagenario. En mi profesión de toda mi vida, sin cambiar, pues yo modestamente he sido y soy sólo diplomático español, he conocido de todo: muchos juristas, bastantes economistas, arquitectos, médicos, ingenieros, filósofos, historiadores, escritores, compositores, músicos, políticos, deportistas y un largo etcétera. Naturalmente me refiero a los profesionales que figuran en el escalafón.
Algún afortunado ha conseguido lo que fue mi aspiración inalcanzada; cambiar de profesión y convertirse en triunfante abogado, funcionario internacional, banquero, catedrático, académico, parlamentario, gobernante o empresario.
No incluyo en esta lista a los cuneros, desde la anterior dictadura hasta las turbulencias actuales, desde falangistas hasta aparachiks, sin olvidar alcaldes, catedráticos, aristócratas o profesionales de la escalera. Aunque no todo es trigo limpio, a pesar de todo, en general son peores los no profesionales, como le dije a Felipe González en Bucarest en los años noventa.
Vajilla de las embajadas de España
Melitón se refiere a la edad provecta que felizmente alcanzó y espera superar, aunque tiene sus dudas, pues dice con acierto que estamos ahora gobernados por politicastros que ignoran el significado y la grandeza del bien común frente a una oposición dividida y no siempre coherente ni eficaz.
Chencho no discrimina y dice haber consumido en sus destinos más de trescientas cajas de de cava catalán, sin querer darles un euro a los franceses mientras que Cataluña sea España, ha enviado desde el extranjero a familiares, políticos y amigos a que visiten Cataluña, sin distinguirla de Asturias, Canarias o Andalucía que es su tierra, tengo ahorros en un banco catalán, etc, etc..
Entre los diplomáticos españoles, y si yo fuera políticamente correcto –que no quiero serlo- diría y las diplomáticas, los de todos los colores y pelajes. Para mí, todos son iguales, pues creo en el artículo 14 de nuestra querida y respetada Constitución (muchos todavía lo sentimos y así lo hacemos:, iguales ante la ley…sin discriminación alguna por razón de raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Acabo de escuchar a mi tocayo, compañero y amigo Oyarzabal en una nube. Ahora en medio de la peste roja hay que hacer así las cosas. Hablaba de sus recuerdos en la Fundación Ramón Areces, a la que todos contribuimos comprando calcetines y en mi caso calzoncillos, y que además está dirigida brillantemente por otro amigo a quien conozco desde chico y a cuya boda asistí en París: Raimundo (ya no le llamamos Gogo) Pérez-Hernández.
Antonio presentaba un nuevo libro –del que luego no dijeron nada, ni lo comentaron. Ya se lo preguntaré. Pero lo importante es que habló bien de nuestra profesión, de la Carrera Diplomática y reivindicó su actualidad, conveniencia e incluso necesidad. Para un modesto funcionario que no ha hecho otra cosa destacada en su vida, aunque lo realmente importante en mi caso ha sido procrear cuatro hijos –Dios les dé salud- oir afirmaciones positivas de una profesión criticada, vilipendiada e incluso despreciada es como un bálsamo en la vejez, un reconstituyente del espíritu.
Amigos que en lejanas latitudes
representáis de España las virtudes
He tratado centenares de diplomáticos profesionales de muchos países, incluyendo nuestra querida España y en general he encontrado –con las inevitables excepciones- servidores honrados y fervorosos de su país. Quizás haya tenido con algunos de los míos –los españoles- alguna diferencia de opinión. Pero hasta mi defunción administrativa solo los recuerdo como leales servidores del Reino, honrados funcionarios y amistosos compañeros. No conozco demasiados jóvenes, pero he visto vocación, amor y afición por este complicado oficio. También guardo recuerdos positivos de aquellos que marcharon y veo hoy en las últimas páginas del ABC,… pero a estas alturas y en las diez de últimas solo puedo y quiero decir
Un amigo de juventud calificaba de “frase tronco” aquella que, como un enorme árbol derribado en la mitad del camino, te obligaba a detenerte y buscar la forma de superar lo imprevisto.
Al visitar la exposición de fin de master realizada en el Circulo de Bellas Artes por los alumnos de la Escuela de Profesiones Artísticas SUR, bajo el “googeliano” título “PARECE QUE NO HAY COINCIDENCIAS EXCELENTES EN TU BÚSQUEDA” me surgió la imagen del frondoso árbol del arte en mitad del camino del comunicador que ha de dirigirse a un público no amorfo pero sí genérico. El mundo interior es demasiado complejo para definirlo con sencillez especialmente al inicio del camino.
Iniciados o neófitos, en las sendas del arte se acaba siempre en “status viatoris” a la búsqueda de un vellocino de oro que se esconde de aquellos que se resisten a situarse en el tedioso dominio del método. Observo en actitud de amable aproximación, sin especial espíritu crítico que sería incapaz de aplicar con rigor, los trabajos expuestos por el grupo de alumnos del curso 2018-2020 de SUR y me sugiere, cada uno de sus integrantes, la idea que cada persona es un mundo complejo a descubrir y frecuentemente admirar.
Sala del Circulo de Bellas Artes que acoge la exposición
Me parece injusto, o simplemente incorrecto, hablar de alumnos y profesores en el sentido habitual que esos términos tienen en una sociedad compartimentada por la división de tareas y empujada, por fuerzas no bien definidas, hacia un individualismo atrozmente deshumanizado por un rampante transhumanismo de laboratorio.
He observado en un familiar cercano la integración entusiasta de docentes y discentes en una comunidad diseñada no solo para transmitir técnicas o esquemas -siempre necesarios- sino fundamentalmente para crear el caldo de cultivo en el que se promueven ideas, actitudes, preguntas, sugestiones que impulsan a adentrarse, “duc in altum”, en mares interiores y así llegar a la expresión de lo que subjetivamente se considera una obra de arte. Contemplando el proceso académico la mente sugiere una comunidad socrática con una dosis, posiblemente sobredimensionada, de procesos autoanalíticos. Aquí habría que cambiar el filtro de la Academia platónica por su contrario; “No entre nadie que sepa geometría”.
En su introducción a la exposición que nos ocupa, Marta Ramos Yzquierdo, sobre los alumnos que exponen sus trabajos de fin de master afirma que:
“Esta intención que une a Paloma, Liliana, Santi, Bruno, Mónica, María, Camilo, Jessy y a May, es la de mirar, y mirarse, activando el pensamiento crítico. Por ello, las maneras de percibir son diversas, pero todas buscan cuestionar desde la subjetividad los patrones establecidos.”
La frase ofrece mucho que analizar y comentar pero mejor dejar a cada sujeto del grupo expresarse a su manera.
Kevin Tollpsick( Bruno Angelo)dice sobre su montaje fotográfico digital “….sin saber cómo ni cuando, uno se entiende como materia en otro lugar (digo “se entiende”, porque no es lo mismo que verse como materia: la imagen es algo completamente distinto. La imagen – esta imagen aquí – se mueve, mientras que la materia está sellada en un rayo de 50 o 35.000 kilómetros: da lo mismo)
Montaje fotográfico digital de Kevin Tollpsick (Bruno Angelo)
Camilo Mutis, sobre su “Páramo” afirma; “Páramo es un libro que ahora está deshecho. Fue un lugar y aquí se presenta diluido. De la misma manera que su contenido, su materialidad le huye a la precisión. Es por eso que en esta exposición depende explícitamente de su propiedad inherente a disolverse.
El libro deshecho de Camilo Mutis
Jessy Anne Ruggeri Elie expone su montaje hecho con Impresión digital sobre vinilo trasparente, metacrilato, contrachapado de chopo, nailon y anclajes metálicos que denomina “Territorios ingrávidos 2020”. Explicitamente sumergida en una burocracia similar a una banda de Möebius es cribe; “La ejecución de todos los trámites burocráticos necesarios para mi estancia legal en Madrid es la materia principal de mi práctica artística desde el inicio en Escuela Sur”…” Revivir, describir, contar, narrar y dejar evidencia gráfica de todos los acontecimientos, forman parte de esta instalación”.
Jerssy Anne junto a su instalación
Liliana Ang, con una instalación de bordados, dibujos, conjuros y libro de las sombras, las sombras de las cosas 2020, afirma que “Este libro de las sombras, expandido en forma de instalación, atraviesa un territorio íntimo con la compañía de la poesía visual. Parto de que la experiencia corporal de la maternidad no cabe en palabras ni gestos, pero tal vez su sombra puede compartirse”.
Aguada sobre papel. Liliana Ang
María Mrntrd muestra una “Videoproducción audio y nueces en suelo y pared” y nos dice que… “La necesidad de creación avanza poco a poco; como a tientas por la oscuridad. No se pretende cambiar en ninguno de sus aspectos caprichosos, salvajes o aleatorios. Una vez se está en él, existe un estado de tranquilidad perpetua, por el simple hecho de encontrarse “en busca de algo” que no se sabe con certeza que llegará”.
Nueces en el suelo. María Moreno
Maybuch Victorel con su “Fragilidad Lisa” nos dice … “Crear desde lo fragmentario. Se pueden mover los muebles sean interiores o exteriores. Se puede destruir ese espacio. Aunque no se nada de sonidos, sé reconocer el sonido de la ambulancia y el del ascensor cuando sube. Entiendo que las cosas se caen y se quiebran. Que mi cuerpo es la interfaz de esa caída, pero nunca sé si es caída o subida”.
Fragilidad Lisa. Maybuch Victorel
Mónica Montañés hace un “Viaje a la inversa 2020” Instalación audio de tres canales, reproductores mp3 y altavoces. “Esta pieza surge de mi imperiosa necesidad de darles voz a unas mujeres cuyas vidas han sido atravesadas por la migración. Darles cuerpo a través de la palabra. Crear un espacio donde ellas pudiesen contar sus historias, sus viajes, sus maletas, sus pérdidas, sus miedos, sus porqués. Lo hice porque todas ellas me conforman. Para intentar entenderlas. Entenderme”.
Marta Ramos explica los audios de Mónica
Paloma Alberti con su archivo audiovisual “Legado de las sin sombrero” confiesa que “Mi último mapa es una definición. Una definición como Mujer y como artista”. “Me he basado en el legado de las mujeres denominadas “sin sombrero”, la rama femenina de la Generación del 27. El nombre responde al gesto de quitarse el sombrero en público que protagonizaron Maruja Mallo o Margarita Manso, entre otras, en la Puerta del Sol. Esta actitud transgresora pretendía romper la norma y, metafóricamente, en ausencia de la pieza que tapa la cabeza, liberar las ideas y las inquietudes”.
«Legado de las sin sombrero». (Paloma Alberti)
Santiago Hernández Zarauz lleva la edición de libros en la sangre y con su “Objetos impresiones libros” denominado “Elogio del editante 2020” se explaya así…”¿Quién hace un libro? El autor, sin duda, pero también el editor —o, mejor, el editante. En el curso de una reflexión sobre la fascinante historia del oficio de editar, se acuña este esclarecedor neologismo. Desde las imprentas venecianas del renacimiento hasta el escritorio de Gordon Lish, el editor se nos revela menos como un retocador que como una suerte de partera de libros”.
«Elogio del Editante». Santiago Hernández
Arte o comunicación. Las dos cosas. El arte comunica y la comunicación embellece las relaciones interpersonales porque las mejora. Otra cosa es la belleza del ser, propiedad óntica ya afirmada por Aristóteles. Relación Arte-Belleza, un tema demasiado complejo para unas líneas.
El visitante de la exposición tendrá, sin ninguna duda, la tentación de integrarse en esa comunidad en la que la creación artística, en sus más variadas facetas y técnicas, fluye por sus venas. En cualquier caso tendrá el sentimiento de estar presenciando unos comienzos prometedores de interesantes originalidades futuras.
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