UNA REVOLUCIÓN CULTURAL

A nivel mundial se está desarrollando una auténtica revolución, que no se impulsa con barricadas, atentados dinamiteros ni golpes militares. Se trata de la ideología de género, pseudo-antropología, con pretensiones de reingeniería social planetaria.

Comenzó como un derivado del movimiento feminista, que buscaba objetivos muy loables: El reconocimiento de la dignidad de la mujer y la igualdad con el varón en derechos civiles. Al radicalizarse ideológicamente, el feminismo desbordó estos parámetros para propugnar la revolución sexual. La píldora anticonceptiva ofreció la herramienta tecnológica.

El preconcepto inicial de la ideología de género es la negación de la naturaleza humana.

La ideología de género lleva a cabo una reinterpretación de la historia y de la cultura. Ha surgido el nuevo gremio de los especialistas en género: que proliferan en gobiernos, planes educativos y empresas transnacionales. Con el factor común del rechazo de la maternidad, del trabajo doméstico y de las obligaciones matrimoniales.

Negación de la naturaleza humana

El preconcepto inicial es la negación de la naturaleza humana. El ser humano sería una materia informe que hay que modelar y dotar de sentido. No habría características propias de cada sexo, ni siquiera en la vida psíquica. La homosexualidad no sería antinatural y la heterosexualidad no sería natural. Al negar la naturaleza humana  se separa el cuerpo de la psiquis. En consecuencia habría que cambiar la cultura, porque varones y mujeres serían absolutamente idénticos.

Según esta concepción: frente a las evidentes diferencias biológicas, el sexo natural sería intrascendente y lo decisivo sería la psiquis, que no tendría relación con el sexo corporal. Aunque las estadísticas muestren que determinadas conductas se dan mayoritariamente en varones y otras en mujeres, las diferencias biológicas no tendrían ninguna significación antes de ser interpretadas, ya que serían una mera construcción de la sociedad.

Noción de Género

Propugnan la noción de género, que sería el sexo construido socialmente (algo así como un  rol convencional). Cada persona construiría su género. Con reingeniería social se podría transformar la percepción natural del género (imposición totalitaria);  tal como admite Simone de Beauvoir: “Ninguna mujer debería estar autorizada para quedarse en casa a criar los hijos… Las mujeres no deberían tener esa opción, precisamente porque si existe esa opción, demasiadas mujeres optarán por ella”.

Si se niega la naturaleza humana, y la dualidad de la persona humana como varón o como mujer,  no habría ningún condicionamiento antropológico, ni biológico ni psicológico, relativo a la sexualidad. Cada ser humano tendría autonomía absoluta para construir su propio género.

El objetivo final de esta revolución es la completa eliminación de las diferencias sexuales en los seres humanos, para construir un “mundo nuevo”.  Para eso hay que luchar contra el “patriarcado” y la “familia tradicional”.  El sexo estaría solamente al servicio del placer: Todo vale.

Rafael María de Balbín. (rafaelbalbin@yahoo.es)

NO PIENSO RETIRAR NINGUN RETRATO

Parece ser que los viejos nos repetimos en nuestras afirmaciones. Es posible que en la recta final estemos convencidos de algunas cosas. Aunque  atravesemos  tiempos de dudas y se tambaleen algunas creencias, es muy duro hacernos cambiar de parecer y más por motivos fútiles y de dudoso fundamento.

Don Juan Carlos y DªSofía dedican su foto al autor de este artículo y su esposa Lola

Llevo muchos años diciendo ¡Viva España!, ¡Viva el Rey!  No va a ser ahora cuando empiece a maldecir a mi patria y a mi rey.

Me va a ser difícil, y además no me da la real gana, pasarme al ¡Viva la república! Tampoco voy a hacerme partidario de patíbulos y guillotinas. No proclamaré que aspiro a un “Collado Mediano independiente y marítimo”; mis amigos me lo han oído decir muchas veces. Cambiar la sociedad quitando de en medio sus columnas y muros maestros sería como  hacer una tortilla española sin patatas ni huevo, aunque pudiera suprimir la cebolla, en contra de mi gusto. 

No quiero cambiar a mis compatriotas; espero sigan siendo ciudadanos libres, autónomos, imaginativos, trabajadores y esforzados. Ni una ley educativa que los iguale a todos por abajo, ni una rentita vitalicia que fomente vagos, ni una unificación lingüística que proclame el uso exclusivo y excluyente del bable o del panocho. Y aquí si diré  Viva Asturias, que es España y todo lo demás es reconquista. Y Viva Murcia, donde tengo amigos y belleza. Ni tampoco un tratamiento sanitario olvidando enfermedades y casos raros. En mi paso por el mundo comunista pude ver que la diálisis era solo para los camaradas del comité central.

El autor con el rey D Juan Carlos y el jefe de su Casa Fernando Almansa

Y digo  todo esto porque he vivido orgulloso, digno y contento con nuestra monarquía parlamentaria amparada por la vigente Constitución de 1978. No olvido los esfuerzos por conseguir una transición desde la última dictadura, dictablanda en su largo estertor, a una democracia europea y atlántica, sin olvidar Iberoamérica, ni nuestro idioma universal, que siempre he llamado español.

En el pelotón de cabeza

Mi generación no conoció más que de oídas la última guerra civil, la cuarta y  última de la historia; ha gozado de paz, progreso y libertad, pese a represalias, exilios y persecuciones, y hemos conseguido llegar al pelotón de cabeza de las naciones de este mundo. De la nueva plaga saldremos, más débiles y empobrecidos, pero saldremos.

A pesar de tener el peor de los gobiernos de la era democrática con esta nueva coalición sanchista-comunista, los españoles vivimos, el más largo periodo de avances y tranquilidad de nuestro recuerdo, con todos los lamentos y aflicciones sufridas por el pueblo.

D.Juan Carlos en Berlín ante la antigua embajada de España, escucha las explicaciones del embajador Ortiz acompañado de sus hijos Marta y José María

El Rey Juan Carlos I se ha ganado ya un lugar de privilegio en la historia moderna de España, de Europa y del mundo. No voy a quitar su retrato de mi casa, ni creo que los españoles de bien vayan a retirarlos.   

Si los descendientes de terroristas y asesinos, los predicadores de tiranías y totalitarismos y los nostálgicos de fracasadas repúblicas, la corta y la más larga de injusticias y venganzas y generadora de nuestro conflicto fratricida, y los ilusionistas de felices arcadias racistas y orates, son quienes proclaman  una cacería de aristócratas y añoran un Ekaterimburgo, razón de más para no apartarnos de la senda bien trazada, aunque se pueda reparar su pavimento. ¡Al ladrón, al ladrón!  dicen para huir con el botín.

Los comunistas, que según mi experiencia se dividen en dos grupos: o iluminados rematadamente imbéciles o sinvergüenzas aprovechados, repiten una frase mítica para justificar desde los crímenes de Lenin y Stalin hasta las tiranías cubanas, nicaragüenses o chinas: el balance global es positivo.  

Su Majestad Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica supera en su actuación  por muchos codos a indemostradas acusaciones, errores humanos, pecados o debilidades. Una imputación iniciada por bolivarianos totalitarios y extremistas contrarios a nuestro sistema de convivencia refleja sobretodo odio y falsedad. 

Prefiero seguir la llamada de Jesús de Nazaret, quien sí sabía de las culpas de la magdalena, y dijo quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. No creo que muchos quieran lapidaciones; yo desde luego no quemaré ningún retrato de quien sigue siendo un rey humano y querido.

Mi último contacto con Don Juan Carlos fue telefónico, por medio de un buen amigo, para transmitirle mi pésame por el fallecimiento de su hermana la Infanta Pilar. Ya retirado también él, le encontré en una celebración del aniversario constitucional y con su jocoso estilo me dijo ¡Pues anda que yo!, como respuesta a su pregunta de qué tal andaba y habiéndole contestado  que no corría mucho.

De Bucarest a Estambul

Cabría alargarme en recuerdos de más de cuarenta años de Carrera Diplomática y de quince como embajador, su representante en el mundo. Aquí solo sacaré a nuestra ventana al mundo uno de Estambul, donde mi mujer y yo habíamos ido a pasar unos días de vacaciones desde Bucarest, Rumanía, mi puesto entonces y coincidimos con su visita de Estado a Turquía. Salíamos Lola y yo de la gran cisterna romana en los bajos del antiguo hipódromo de Constantino y vimos revuelo de gente y gendarmes; nos acercamos a la comitiva oficial llegando a la mezquita azul; para junto a otros turistas ver pasar a los Reyes. Juan Carlos miró para saludar a los ciudadanos que le aplaudían y al verme, se acercó y con gesto serio me preguntó ¿Y tú qué haces aquí?

No sembremos vientos para no recoger tempestades. Roguemos que Santiago cierre España y no la abra a las furias ni a las turbas. 

Antonio Ortiz y su esposa en la recepción ofrecida por los reyes al presidente de Hungría en visita oficial a España

Que el Rey Felipe VI, que guarde Dios muchos años, siga, prudente y esforzado, siendo el símbolo de la unidad y permanencia del Estado y modere el funcionamiento regular de las instituciones, según el artículo 56 de nuestra carta magna.

Y larga vida y salud  para Juan Carlos de Borbón y Borbón, mi contemporáneo (por pocos meses) y con quien he compartido y comparto patria y patriotismo bajo la bandera roja y gualda.

Los detractores de los muchos monarcas que figuran en la historia de la piel de toro desde Recaredo hasta Boabdil pueden con facilidad atacar a alguno como el rey felón. Pero los tiempos y las circunstancias mandan y Fernando VII, fue recibido en Madrid con arcos triunfales y su puerta de entrada en piedra le llama, el Deseado, padre de la Patria, restituido a sus pueblos, exterminada la usurpación francesa, el Ayuntamiento de Madrid consagra este monumento de fidelidad, de triunfo y de alegría, Año MDCCCXXVII.

Los manifestantes  del anarquismo, los anti-sistema y demás chusma podrían recorrer las calles en una nueva manifestación para ampliar los contagios y pedir la modificación de la historia. Yo les pregunto aquí

¿QUERÉIS DERRIBAR LA PUERTA DE TOLEDO?

Antonio ORTIZ GARCÍA . Embajador de España

IMÁGENES EN EL CONFINAMIENTO

Recuerdo una serie inglesa de televisión, años 80, en la que una gran burbuja flexible y transparente se aparecía cada vez que el confinado en una isla paradisíaca pretendía huir para recuperar la libertad. Había trabajado para unos servicios secretos, se supone que británicos, que le confinaban de por vida. Una especie de Bond caído en desgracia.

En los confinamientos impuestos lo verdaderamente negativo es la imposición en si misma. Sin embargo el tiempo se deforma y flexibiliza, desmintiendo a Kant y ofrece posibilidades insospechadas de reflexión. Uno de los resultados podría ser la percepción de que la reclusión impuesta no deja de ser nada más que una limitación de segundo orden. Esto es, como una “matryoshka” dentro de otra más vasta pero mucho más necesaria de penetrar. Esa otra muñeca rusa no es otra que la isla paradisíaca de la que un cierto día comenzamos a tener conciencia.

Día de El Corpus Cristi en Madrid. Calle Ramón De la Cruz, circa 1942. Llevando la comunión a los enfermos

 En mi caso, comienza con un niño, visillo en la mano, mirando por una ventana hacia la esquina de enfrente. El panorama era una calle y la tienda “RUIZ OGARRIO. ULTRAMARINOS”. Y esa gran matrioska está ahí, mostrenca y aparentemente impenetrable, como un gran contenedor de recuerdos de los que algunos pocos destacan con estabilidad de cimientos. Diez años de colegio cercano, lo que permitía ir sin ser llevado, primera escuela de libertad origen de pocas amistades pero profundamente sólidas. Una columna con su imagen de la Virgen del Pilar que aparece estable, nítida en la memoria cuando se requiere su presencia. Y la pregunta definitiva de los años de universidad: ¿Hay algo fuera? ¿Se puede salir al exterior de la gran matrioska? Después de algo de Física, el formalismo aparentemente vacío de la Matemática y  las realidades profundamente humanas del Derecho, bastante de Historia y no poca Filosofía, la respuesta definitiva solo la dan unos cientos de testigos de la resurrección de un individuo crucificado hace más de dos mil años. Hay un espacio fuera de la gran matrioska y el resucitado abrió la puerta, removió la burbuja. Algunos recuerdos cristalizados siguen ahí como hitos de referencia. Una mirada a los bancos de la Universidad Complutense que lleva a descubrir la persona definitiva.

Islotes Es Vedra y Vedranell, puerta de los freos de Ibiza

Unas colinas rocosas, plantadas en el mar de Ibiza, aparecidas de repente, como fantasmas semiescondidos en la neblina de la madrugada, ante la borda del “J.J. SISTER”, barco de la Compañía Transmediterranea ya viejo en los sesenta. Un niño de cuatro años comiendo, todo serio, un bocadillo en el tambucho de un velero construido en Burnan-on-Crouch en los años treinta, mientras bordeaba la isla de Conejera.

El «Taube II». Velero construido en Burnan-on-Crouch en 1936

Tres pajarillas en libertad vigilada volando por Ibiza y el compartir con amigos de Santa Eulalia los fuegos de artificio el día de san Ciriaco. El espacio luminoso y oscuro, netamente real y simbólico a la vez, en dos zonas de la mente, al despertar en una uci. La sonrisa serena de un sacerdote que escuchó veinte años de confesiones y que pasó al otro lado de la matrioska por apoyar con naturalidad generosa a un paciente golpeado por el Covid. Una parte de su vida de ingeniero pasada entre máquinas de extrusión de plásticos y el resto reparando almas en un confesionario.

El confinamiento, la desescalada, la esperada libertad de moverse, traen las imágenes de recuerdos que adquieren la condición de puntos de referencia, de unos tiempos llenos de sentido gracias a aquellos testigos que nos legaron la memoria de un resucitado.

¡PACTE O VÁYASE, SEÑOR SANCHEZ!

Cada día empeoramos. A pesar de los repetidos sermones y de las expresiones de autosatisfacción de unos y otros, y si quisiera –que no quiero- ser políticamente correcto, diría y unas y otras, la cosa va de mal en peor.

El gobierno todavía democrático, de la coalición sanchista-comunista, a pesar de los negros (¿o rojos?) nubarrones, sigue su marcha triunfal con sus desescaladas, o desescalabros, y sus fases, etapas o jornadas hacia un nuevo amanecer, donde todos seremos más fuertes, más ricos y más jóvenes y vigorosos.

Sede de la O.C.D.E. en París

Sin embargo, la Unión Europea, la Organización de Cooperación y Desarrollo, el Fondo Monetario Internacional, el mundo capitalista -¡Vade retro!- ha dicho que si algo se hizo bien fue gracias a la reforma laboral y sin ella, España no habría salido adelante de la crisis anterior.

Este juego que están haciendo en pleno coronavirus es muy grave, dice el presidente de la COEE Antonio Garamendi, en El mundo de 2.06.2020:   «El país no se puede parar, nos jugamos la recuperación. Con cierre total costará levantarnos», pero defiende que para asegurar la recuperación debe cambiar la política económica sin tocar la reforma laboral. Un centenar de personalidades empresariales se ofrecen a diseñar la recuperación.

Se trata, a mi parecer, de un camino para recuperar la normalidad, la de siempre, ni nueva ni vieja. Hay clamor general de una ciudadanía que reclama unidad para superar la bronca política. Un llamamiento a consensos útiles que sirvan para cerrar la crisis sanitaria y afrontar la reconstrucción de una España que viene políticamente inestable, económicamente rota, socialmente convulsa, dice Zarzalejos en El confidencial.

Dada mi provecta edad, gracias a Dios, no me faltan los recuerdos y sacaré aquí algunos y variados.

No sólo Felipe González Márquez, también compañeros, amigos y parientes de diferentes posiciones ideológicas desean y esperan un acuerdo entre los grandes partidos, sin los separatistas ni los comunistas. Así lo ha dicho en su reciente comparecencia telemática en el Nueva Economía Forum. Pidió una sucesión de pactos de Estado en el marco constitucional, sin la participación de los grupos a quienes no interesa la reconstrucción económica y social de España. Sobre la reforma de la Constitución piensa que no hay mimbres para hacer ese cesto.

Hace un par de días le llamé desde esta ventana al mundo.  El panorama español de hoy me lleva a pensar, igual que otros veteranos que los rectores de nuestra vida política vestían otra talla. No todos tenían la labia de Felipe, pero sacaban las castañas del fuego.

La esposa de Inocencio Arias y Antonio Ortiz con
José María Aznar en 1998 en la residencia oficial de la representación de
España ante la O.N.U. en Nueva York

José María Aznar, que alguna vez me dijo con su dedo acusador que no compartía mis opiniones, pero las escuchaba con cortesía, enderezó la economía del reino y nos facilitó el respeto de esta Europa que confiamos siga siendo real sin fronteras ni cambios de moneda. 

El Rey Felipe VI el esforzado, heredero de la historia de una de las grandes naciones del mundo, y que los españoles de no debemos nunca olvidar, se ve sometido a vientos y galernas, pero sigue siendo el fuerte mástil del galeón de España en las peligrosas aguas que los virus contagiosos y las ideas totalitarias agitan sin cejar. Es un referente y un interlocutor escuchado y respetado allende nuestras fronteras. Una vez más, le aplaudo desde esta ventana al mundo.

Antonio Ortiz, embajador en Ghana y su esposa Lola López-Cámara con SS Juan Pablo II y el cardenal Casaroli en la Nunciatura Apostólica en Accrá (1980)

Hay todavía en España muchos ciudadanos que tienen Fe, practican la Caridad y mantienen la Esperanza. Confiemos en salir de este diluvio universal y ver la paloma con su rama de olivo volar al sol. No está prohibido, como en las dictaduras totalitarias,  esperar un milagro. El Papa Juan Pablo II consiguió terminar la opresión comunista en su Polonia natal con la fuerza de la palabra y de su espíritu. Para esta España, que visitó y apreció con sus gentes y su tradición religiosa, puede ser al abogado y protector del ataque de furor comunista que padece. Pidamos que sea sólo una epidemia que cese con el virus. Es una buena vacuna. 

Marco Tulio Cicerón

Marco Tulio Cicerón hace en De Senectute un canto a la vejez. En la antigua Roma,  civilización propia de la que nos sentimos seguidores en el habla y la cultura, nos muestra a Catón el Viejo, un vigoroso anciano de ochenta y cuatro años, conversando con dos jóvenes admiradores suyos. Yo no creo que los tenga, pero me inspira y da fuerza para seguir.

Dicho todo esto en mi senectud y con tambaleante fe en la providencia, tampoco creo mucho en las llamadas redes sociales, pero cada día son más usadas, ahora que se habla poco y se cartea menos. Mis nietos pequeños han nacido con un ratón (con cable o sin cable) en la mano y son prueba de la influencia de tales técnicas. Pueden sin embargo  ser una vía de influencia para que los lectores y seguidores, que espero cada día más numerosos, de nuestra bitácora, lancen en sus sofisticados celulares, tabletas, teléfonos inteligentes y menos listos, este grito de salvación: 

¡PACTE O VÁYASE, SEÑOR SANCHEZ!

¡PACTE O VÁYASE, SEÑOR SANCHEZ!

Quizás sea mejor lo primero, que ya nos arreglaremos los supervivientes.

Antonio ORTIZ GARCIA Embajador de España

FELIPE PUEDE VENCER AL FUROR

Acabo de llegar a mi casa tras volver, al cabo de tres meses de reclusión domiciliaria, al Museo del Prado. He recorrido la excepcional muestra que la gran pinacoteca ha preparado para el regreso a la vida más cercana a la normal. 

He tenido la suerte de encontrarme al Profesor Falomir, a quien he felicitado efusivamente por su trabajo. Nuestra brevísima charla ha tenido por testigo al gran Cesar Carlos, que mostraba íntegra su anatomía, en hercúlea interpretación de Pompeo Leoni. Su único ropaje, despojado de la armadura, son unas sandalias con las que parece aplastar la hombría del turco encadenado a sus pies.  Pregunté al insigne director si mi percepción era correcta y obtuve la sagaz respuesta de que así se vencía al Furor, tal como se describe la escultura.

Al abrir mi única oficina, en la red, aparece un mensaje de mi amigo y compañero Servando de la Torre, quien me recomienda una conferencia de Felipe González Márquez, que se acababa de celebrar en Nueva Economía Forum, también en la nube –on line, dicen en la actual anglófonofilia –  con la posibilidad de escucharlo. 

Tras oír las sensatas y medidas palabras del hombre de Estado que nos llevó a Europa, y que rectificó ante la OTAN, me gustaría añadir que me alumbra una esperanza. 

Las noticias del día, con los informes de la OCDE, hunden en el pesimismo a todo español consciente. Junto ambas vivencias de hoy digo; Felipe sálvanos. Puedes vencer al Furor. 

 De mis encuentros con González tengo grabadas varias imágenes, que mi memoria en ocasiones brumosa, todavía guarda. En la Moncloa, a poco de mi desembarco en la Rumanía (para mi Bucarest II) postcomunista como embajador del Reino en 1992, preguntó con su entonces mayor acento sevillano, ¿Qué esperan allí tras el fin de la dictadura? (las esencias de los Ceaucescu todavía no se habían evaporado del todo):

Antonio Ortiz, embajador de España en Bucarest, con el presidente Felipe Gonzalez

– Todos quieren ser Felipe González, fue mi respuesta. El prestigio de nuestro gobierno en el año de la Expo y las Olimpiadas había alcanzado su más alto nivel y el Rey Juan Carlos era uno de los jefes de Estado más admirado del planeta. Los nuevos políticos balcánicos, viejos apparatchiks, nos miraban y admiraban por ser la patria de Trajano, nuestro paisano hispalense y padre de la nación geto-dacia, heredera de los mílites romanos en su unión con los dacios.

En su respuesta a temas de los participantes en el acto informatizado de hoy, Felipe González afirmó con decisión que la actual Venezuela y Nicaragua no son países democráticos y descalificó a quienes aspiran a destruir nuestro actual entramado constitucional. Los herederos del pensamiento marxista leninista de la dictadura rumana que lanzan piedras de su furor iconoclasta contra el techo de nuestra casa común, pueden ser vencidos con la receta del pacto español y europeo que predicaba hoy Felipe.

Violeta Chamorro elegida presidenta de Nicaragua en 1990 por la Unión Nacional Opositora

En anteriores recuerdos de mis cuatro años en el Berlín -1984-88- rodeado por un vergonzoso muro, aparecen los dirigentes alemanes y su especial relación con González, quien hoy elogió a Merkel y a sus antecesores en la Cancillería.  La capital histórica de Alemania era sede de reuniones y conferencias y alguna una vez me tocó acudir como Cónsul General de España; la cuestión repetida de Willy Brandt era Wo ist Felipe?.  Y hoy contó que a la caída del muro le telefoneó a él y al artífice de la posterior reunificación germana.

 Al referirme a los actores de la caída del muro yo recordaba, y así lo he escrito en un trabajo pendiente de publicación por la Universidad de Valladolid,  que  “nuestro jefe de gobierno mantenía cordial amistad con su correligionario Willy Brandt, como con el Canciller Helmut Kohl. En una ocasión, hizo unas declaraciones públicas en que afirmó este muro se cae con el diálogo. Muy lejos estábamos de ver convertirse en realidad aquella chocante afirmación al sentir cotidianamente la presión del muro. 

Felipe Gonzalez y el Presidente de la Republica Federal Alemana R. von Weizacker

Estas recetas –diálogo, pacto, europeísmo, interés de la mayoría, recuperación económica, ausencia de crispación, calma, serenidad, experiencia- y el discurso constructivo de Felipe González Márquez pueden aplastar el furor neocomunista del principal socio del sanchismo. Que el Emperador, en su esplendida desnudez, sea el numen de un mejor futuro para la tierra en la quiso morir y descansar. 

Claro, que como me dice un amigo, prestigioso otorrinolaringólogo que también escuchó gustoso el coloquio de Felipe González, no hay peor sordo que quien no quiere oír. Pero somos cada vez más y en toda la geografía española seguiremos levantando la voz y con la fuerza de la palabra y el pensamiento conseguiremos despejar las amenazadoras nubes de la tormenta.

Antonio ORTIZ GARCIA. Embajador de España

RELATO SOBRE EL ESTADO DE ALARMA

Si estuviéramos en circunstancias normales y el gobierno aplicara las normas contra la corrupción que figuran en sus manuales de ética, el delegado del gobierno de la CAM y Fernando Simón habrían sido destituidos y la señorita Lastra desautorizada. 

Con independencia de que las investigaciones tengan o no visos de prosperar, se  irían por el mero hecho de ser investigados. Pero estamos en una situación tan perversa que el destituido ha sido el coronel Pérez de los Cobos, y el dimitido el teniente general Laurentino Ceña. La gestión del estado de alarma ha llevado a que los judicialmente sospechosos de haber contribuido a difundir por negligencia la pandemia sigan en sus puestos y los encargados de mantener la seguridad jurídica, en cuya impoluta biografía no es necesario insistir por haberla reconocido el propio ministro, dejen los suyos por cumplir su función. Si la medicina aplicada a Rajoy por una frase interpolada en una sentencia se aplicara ahora, el gobierno en bloque dimitiría. Ya sabemos que no va a ocurrir. Más bien al contrario, cuanto más arrecia el viento, más se ajusta el gobierno el abrigo al cuerpo.

Comenzó a descentrar el eje de rotación para llegar a este mundo al revés, cuando Sánchez llamó aliados a los enemigos del ordenamiento que lo legitima como jefe del ejecutivo y trató como enemiga irreconciliable a la leal oposición. Desde la declaración del estado de alarma el rumbo de la excentricidad se ha acelerado para extraviar su paralaje. Ha convertido en norma el desafío continuo al ordenamiento. Entregado al desenfreno para satisfacer el ansia de poder que subordina las decisiones a las condiciones impuestas por sus socios anómalos, el gobierno se ve forzado a tapar los excesos con nuevos excesos. El desvío de poder lo encubre la incesante campaña propagandística que presenta, como ingrediente de la nueva normalidad, recurrir a la colaboración de los anticonstitucionales.

Ya no es solo el Manual de resistencia lo que hace preocupante la situación. En ninguna parte está escrito que haya obligación de resistir pasándose al bando enemigo. Consecuencia del rumbo emprendido, cuantos más esfuerzos por taparlos, más motivos de descrédito aparecen. Cuantos más motivos, más forzados al juego de camuflar la realidad inconfesable bajo la fabricación de apariencias. Cuantas más prórrogas, más se resiente el ordenamiento democrático. Cuanto más se sofoca el control democrático, más alto el tono del “resistiré” gubernamental. Debilitado por las alianzas, criticado por sus aliados, el menguante respaldo parlamentario del gobierno, cautivo de exigencias inaceptables derivadas de los pactos inconfesables con sus socios, más se ve dispuesto a forzar los fundamentos de la legalidad democrática. 

El golpe de mano para prescindir del coronel López de los Cobos y colocar en su lugar a un afín, es el nuevo paso de este inquietante desafío. La embestida del toro rejoneado es la más imprevisible y dañina. Tiene que trocar en fortaleza la causa de su debilidad para aguantar ante el burladero. El gobierno es un astado señalado por las banderillas de la justicia. Dispuesto a lo que sea para mantenerse, lo seguro es que arreciará en sus embestidas. Y como el gobierno es una coalición en la que cada parte depende de la otra, es un cálculo ilusorio esperar que pueda erosionarse. Iglesias se abrazará a Sánchez y Sánchez abrazará a Iglesias con más intensidad si cabe. En estas calendas ya es indiferente cual sea el desenlace de las investigaciones en curso. Hay que temer más al interés que los aglutina y al contagio de intenciones para perdurar. Si Iglesias menosprecia una constitución que no responde a las “bases materiales de las bases sociales”, el manual de resistencia puede reemplazarse por un plan de derribo de la alternancia que va pergeñándose en los recovecos de la Moncloa. La alianza con el independentismo a través de Podemos puede ir tan lejos como a ambos les interese para permanecer.

Durante la sucesión de estados de alarma se han tejido sin disimulos los mimbres anticonstitucionales de los que depende la inestabilidad gubernamental. Ahora son recursos que aseguran la permanencia de este equilibrio inestable. Las decisiones sanitarias adoptadas han ido a la par de la geometría variable administrada para neutralizar cualquier posibilidad de control de la oposición. Lo grave no fue que lo excepcional se hiciese normal, sino que la aplicación del ordenamiento legal haya servido de cauce a la arbitrariedad jurídica. Lo más preocupante hoy no son los intentos para traspasar líneas rojas o negras, sino el descaro con que se hace. Bajo la cobertura de medidas de salud se ha construido un relato paralelo para desactivar a la oposición democrática: no son los socios del gobierno los que lo acosan. Es una oposición desleal la que obliga al gobierno a echarse en manos de los acosadores.

Para contrarrestar la progresiva desafección provocada por una gestión negligente, el gobierno encargó a su central un relato alternativo que ya presenta al ciudadano contagiado por el virus propagandístico. El golpe de mano de Marlaska para destituir al coronel muestra que están dispuestos a ir tan lejos en cada circunstancia como sea preciso para situar a la oposición en el espacio más reducido posible. Ahora, el voto negativo del PP es una traición de una derecha desleal y desnortada que hace depender la salud de los españoles de la colaboración del gobierno con los antiespañoles. Aunque un cuento chino fuera más creíble, la insidia muestra por donde van los tiros cuando es necesario. Lo más peligroso es que define un plan de acoso y derribo de la alternancia para mantener a largo plazo las alianzas de la investidura. Ahora Sánchez e Iglesias van unidos por el mismo lazo. Quiera o no quiera, Vox hace de tonto útil en este relato. Es un espantajo que necesitan airear los confabulados para hacer más creíble su patraña.

LOS POLÍTICOS NO ESCAPAN A LA TERMODINÁMICA

Hace tiempo vengo pensando que la categoría humana e intelectual de nuestros políticos sigue las leyes de la Termodinámica aplicadas a la energía, que afirman que se degrada, no es que desaparezca no, sigue siendo cierto que ni se crea ni se destruye, pero cada vez es menos útil. La causa es la existencia de rozamientos e ineficiencias inevitables para poder utilizarla.

El otro día comentándolo con un amigo me decía “ no creas que son tan desastre como parecen seguro que tienen una gran capacidad lo que ocurre es que son asintomáticos”

No sé si todos y tampoco sé si ocurre lo mismo en otras naciones, pero en la nuestra es de una evidencia estremecedora.

Por eso sigo tratando de promover la idea de exigir a los políticos un cierto nivel intelectual y un mínimo de preparación. Creo incluso que deberían superar una especie de reválida. 

No me negarán que soy de un optimismo desbordante porque siendo ellos los que ponen las reglas de juego lo tengo crudo, como diría uno de mis nietos mayores. 

¿Por qué para hacer carreteras exigimos el título de Ingeniero de Caminos y la decisión de hacerlas o no depende de cualquier persona sin mas nivel que el de bachiller como ya ha ocurrido en esta España nuestra?

¿Ha revisado usted amigo mío los curricula del grupo de autoridades políticas que rige actualmente nuestros destinos? Si no lo ha hecho hágalo sentado y con algo reconfortante capaz de mantener el ánimo.

Claro así resulta que nuestro vicepresidente acusa a un líder de otro partido político de estar pensando en dar un “golpe de estado” y no es que su oponente haya hecho pública tal cosa por escrito o de palabra o en un ¨tweet¨ no, es que a él se le ha ocurrido que puede estar pensando eso. Con la misma base su interlocutor le podría haber respondido que seguramente él estaba maquinando repetir en España el episodio de las fosas de Katyn. Ah y a todo esto el presidente de la Comisión de Reconstrucción Social y Económica con sonrisa de Gioconda, leve pero indisimulada, parecía decirle al vice “no seas travieso, ¡ay que ver como eres!”. Como sería la cosa que horas después se disculpaba porque no había estado, según confesión propia, a la altura de las circunstancias. En esos casos D. Pachi lo que exige la decencia en aras de dignificar la política es presentar la dimisión “ipso facto”.

Pero claro como continúa en vigor el dicho “antes morir que dimitir” seguimos enfangando las instituciones.

Recientemente he visto, confieso que de refilón, a nuestro Vice comentar el gran acontecimiento de la concesión de la “renta mínima”. Esta vez el tono era más grandilocuente. El aire era como si el dinero lo pusiera él de su cuenta particular. Este es otro asunto que los españoles tampoco acertamos a enfocar debidamente. Los anglosajones, me parece a mi, tiene las ideas mas claras y enseguida hablan con bastante respeto del CONTRIBUYENTE así en mayúsculas, que es el pagano real de esa cuota y del sueldo del señor vicepresidente. 

Nada mas justo y necesario en este momento que afrontar las necesidades de esos españoles que tienen dificultades para alimentarse ellos y sus hijos, deberíamos volcarnos todos en resolver ese problema “cueste lo que cueste” pero nada mas miserable que tratar de sacar tajada política de esa situación y del esfuerzo de todos.

Dos cuestiones más: Los primeros responsables de que esta triste situación se resuelva son los políticos, los que vamos a pagar la cuenta, los ciudadanos.

Están obligados aquellos a explicar, para no hacer demagogia, qué gastos se van a reducir para obtener o mejorar los correspondientes ingresos. Si la solución es aumentar los impuestos, por lo menos, pónganse colorados de vergüenza y declárense incapaces de hacer las cosas bien en lugar de poner voz campanuda y echarse flores. Es lo justo y lo otro lo hace cualquiera.

#SALIMOS MÁS FUERTES

El Servicio de Propaganda Imagen y Construcción de la “nueva realidad” que tiene sus raíces en alguna zona de la Moncloa, ha puesto a sus portadores de materia gris en marcha para tratar de insuflar algo de optimismo y alegría al pueblo -antes soberano- predestinado ahora a ser  protagonista pasivo.

Guiados por líderes preclaros que conocen mejor que nosotros mismos aquello que nos hará felices, seremos conducidos a la tierra prometida. Por tanto ahora han decidido que #salimos más fuertes -se supone que de la pandemia-y estoy convencido que esta vez, cosa rara, aciertan. Trataré de hacerles justicia. 

Escribo en primera persona, No pretendo dar por supuestos colectivos entusiastas o pretendidamente afines, a mi personal convicción que ahora, gracias nuestro “Conducator” -que así lo calificaría mi amigo Antonio Ortiz entrenado en la arena de su antiguo puesto diplomático en la Bucarest comunista de Ceasescu- me siento MÁS FUERTE, mucho MÁS FUERTE que antes de la pandemia.

Me siento más fuerte en la convicción de la absoluta carencia de decencia política, suponiendo que esa categoría mantenga aun cierto grado de existencia después de Maquiavelo. Apoyarse en los “íntimos” de los que asesinaron a compañeros de partido de la altura de Pagazartundúa, Enrique Casas o Fernando Mújica, Tomás y Valiente y otros muchos más, con el fin de mantenerse en el sillón, es un índice de la capacidad de indecencia alcanzable por el ser humano. Pero claro el objetivo es combatir un virus pandémico y eso lo justifica todo, hasta dejar a viejos y viejas -no digo nuestros mayores porque yo soy uno de ellos- morir en soledad con, en el mejor de los casos, una buena dosis de morfina.

Siento que salgo más fuerte, mucho más fuerte, en la convicción de que esa hipotética realidad -que ahora llaman discurso- construida a base de los materiales salidos de los talleres de lo políticamente correcto han conseguido convertir a los responsables políticos de turno en verdaderos hologramas que se sostienen en el espacio vacío mientras sus cuerpos materiales sonríen, no se sabe muy bien por qué motivo, desde los bancos de color azul de un parlamento.

Me siento muy fortalecido, salgo más fuerte, en la convicción que las matemáticas carecen de fundamento sólido -según demostró matemáticamente Göedel- lo que no deja de ser una curiosa paradoja. No hay más que intentar comprender las cifras de muertos comprobados, las de resucitados, las de muertos no comprobados químicamente, las de idos al valle de Josafat sin determinar exactamente por que motivos ni donde, para entender que, como atribuyen a Churchill, “las estadísticas como los bikinis es más interesante lo que ocultan que lo que enseñan”.

Podría seguir con una amplia lista de componentes vitales que, compruebo, han surgido #más fuertes en mi interior gracias a la actividad febril, contradictoria y en apariencia caótica, de los augures de la nueva realidad. Para resumirlos solo tengo que buscar en mi memoria una amplia escalera que hay a la entrada del colegio en el que fui bastante feliz durante diez años. En su arco de entrada puede leerse en letras de oro –“La verdad os hará libres”. Aunque, desde luego, esas palabras Joánicas  (San Juan 8,31-42) apuntan a una verdad que trasciende la vida política, no dejan de ser fundamento último de toda pretensión de verdad.

Preguntado un ministro de Franco sobre alguna situación concreta respondió al demandante ….”no olvide D. Fulano que una mentira es solo una verdad diferida en el tiempo”.

NO AL RACISMO

Oigo a la portavoz de nuestro gobierno democrático de la coalición sanchista-comunista decir que la oposición, en concreto el Partido Popular, aprovecha la pandemia para oponerse al Gobierno en lugar de apoyarle, como debería ser. Quizás sea un reflejo totalitario de los hijos de Ceausescu, cuando en el paraíso del proletariado,  se repetía que los medios informativos debían poner en práctica la política del partido y del Estado.

Dada mi provecta edad, estoy en las diez de últimas, como decía el Coronel médico Ortega Montealegre del Ejército del Aire,  muy jugador de tresillo y de tute. Al final de su década y de otra de añadidura, mi tío abuelo Angel murió a los ciento dos años, homenajeado por las autoridades mallorquinas, en idioma vernáculo, él que era de Brihuega, en plena Alcarria.

Entre los males del aquel momento se imponía la hipertensión autonómica; ahora tenemos otras plagas cada vez peores, y con derivadas de toda índole. A río revuelto…

La prensa conservadora de ayer escribía que cada día la situación política, social y económica de España es peor. 

Oigo a la portavoz de nuestro gobierno democrático de la coalición sanchista-comunista decir que la oposición, en concreto el Partido Popular aprovecha la pandemia para oponerse al Gobierno, en lugar de apoyarle, como debería ser. Quizás sea un reflejo totalitario de los hijos de Ceausescu, cuando en el paraíso del proletariado,  se repetía que los medios informativos debían poner en práctica la política del partido y del Estado.

Otra deriva es la mordaza para no criticar, más que la mascarilla obligatoria. 

Lo más grave es la indefinición de facto con el sector del turismo, que causará, si no se aclara pronto, un daño incalculable a la economía nacional. Tumbar la reforma laboral es otro contagio irrecuperable, en la línea programática de la marcha hacia la república comunista cuyo primer paso es la destrucción del capitalismo.

Ya vemos multiplicarse a los nuevos pobres en  las colas del hambre, cada más largas y plurales.

Me llaman la atención unas nuevas pastillas recién recetadas para mis dolencias, en cuyo prospecto –siempre los leo- se afirma que este medicamento puede ser menos efectivo en pacientes de raza negra.

Pongo en duda que unos laboratorios de Barcelona sean racistas, pero  me temo que entre los efectos colaterales del COVID 19 esté la discriminación. Entre los extremismos de derecha y la izquierda radical –los extremeños se tocan, como decía Muñoz Seca- se ha abierto la puerta al apartheid. Con profundo dolor he vivido el desprecio y el odio racial en Namibia, en Sudáfrica, en Palestina, en Israel… y en Cataluña.

He oído decir también que los negros huelen; mi respuesta es igual que los blancos cuando no se lavan, o no pueden lavarse, con agua y jabón.

Ciudadanos de origen africano en el carnaval de Cayena (Guayana Francesa)

Entre los muchos defectos de los españoles no está el de despreciar a los hombres y mujeres de otras razas. Paséense por casi todo el continente americano, norte y sur, para ver cómo nos hemos acercado. Tuve un querido colega de la India, que había hecho un puesto en el Perú; siempre me decía que admiraba al mundo hispánico, pues los conquistadores españoles no hicieron ascos al mestizaje, mientras en su tierra durante el imperio británico los ingleses preferían el culo de sus amigos a los coños de las hindúes.

Ahora en España con las proclamas de expulsión de emigrantes, la trata de personas, el fomento de la eutanasia, las violencias antifascistas, el desprecio del marginado, la no tolerancia al diferente y el bloqueo de fronteras no será fácil alcanzar una normalidad, no nueva -¡qué estúpida paradoja!- ni siquiera como la cotidiana de los países de nuestro entorno. 

Confiemos en los científicos de verdad, en los investigadores reales y en los auténticos profesionales. Hagamos caso omiso de charlatanes, mentirosos y vendedores de bálsamos de Fierabrás. Colaboremos con nuestros verdaderos amigos y saldremos del hoyo, mejor con vacuna. Sigamos agradeciendo los esfuerzos, no golpeemos cacerolas, manifestemos en libertad, paz y orden nuestras opiniones y salud, paz y bien para todos.

Concluyo invocando la protección de Adolfo Suarez, que está en el Olimpo de los gobernantes, para que resucite la necesaria transición a un gobierno del Reino de España europeo, atlantista, cumplidor de nuestra vigente Constitución, la más duradera de nuestra historia, a la que dieron vida aquellos padres de la Patria.  Nuestro futuro  será luminoso. Y el esforzado Rey Felipe VI, que Dios guarde, se hará acreedor del calificativo de prudente como el segundo de su nombre. Laus Deo.

Antonio ORTIZ GARCIA. Embajador de España

DE LA NADA

No hay un destino ciego al que los hombres estemos necesariamente sujetos: cada uno es consciente de la dirección que libremente imprime él mismo a su propia vida. Tampoco estamos sometidos a una lotería, a un juego de azar, que en el fondo sería lo mismo que un destino ciego. 

Advertimos no sólo el influjo de nuestra propia inteligencia y libertad, sino la sabiduría y el amor de Dios que ejercen su influjo sobre la totalidad de los seres, como Él mismo nos ha revelado: “Porque tú has creado todas las cosas: por tu voluntad lo que no existía fue creado” (Apocalipsis 4, 11); “¡Cuán numerosas son tus obras, Señor! Todas las has hecho con sabiduría” (Salmo 104, 4).

            Necesariamente nos preguntamos, con asombro, por el origen del universo. Lo más sorprendente de las cosas no es que sean tales o cuales, que posean unas u otras características, sino simplemente que sean, que existan. La fe cristiana nos enseña que el mundo ha sido creado de la nada. ¿Y qué es la nada? Es tan poca cosa que no existe: la nada no es nada. Cuando decimos que Dios crea de la nada, es un modo de expresar la completa novedad de los seres creados. “Creemos que Dios no necesita nada preexistente ni ninguna ayuda para crear (…). La creación tampoco es una emanación necesaria de la substancia divina (…). Dios crea libremente «de la nada»” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 296).

            Nosotros los hombres no somos capaces de crear, en sentido propio, ni tampoco los ángeles. Necesitamos una materia de la que partir, de unos instrumentos para operar. Podemos transformar la naturaleza, pero no darle la originalidad de su ser. La madre de los Macabeos alentaba la esperanza de sus hijos, en el martirio, con estas palabras: “Yo no sé cómo aparecisteis en mis entrañas, ni fui yo quien os regaló el espíritu y la vida, ni tampoco organicé yo los elementos de cada uno. Pues así el Creador del mundo, el que modeló al hombre en su nacimiento y proyectó el origen de todas las cosas, os devolverá el espíritu y la vida con misericordia, porque ahora no miráis por vosotros mismos a causa de sus leyes (…). Te ruego, hijo, que mires al cielo y a la tierra y, al ver todo lo que hay en ellos, sepas que a partir de la nada lo hizo Dios y que también el género humano ha llegado así a la existencia” (2 Macabeos 7, 22-23. 28).

            Dios crea de la nada: puede dar a los pecadores un corazón puro, la luz de la fe a los que la ignoran, la vida del cuerpo a los difuntos mediante la Resurrección (cf. Catecismo…, n. 298). Dios ha ordenado su creación con sabiduría, y la ha orientado hacia el hombre, imagen suya. El mundo creado participa de la bondad divina. En el Génesis se dice: “Y vio Dios que era bueno… muy bueno” (Génesis 1, 4. 10. 12. 18. 21. 31). También las realidades materiales son buenas, aunque sean inferiores a las espirituales. El Creador trasciende todas sus obras: “Su majestad es más alta que los cielos” (Salmo 8, 2); y a la vez está íntimamente presente en ellas: “En Él vivimos, nos movemos y existimos” (Hechos de los Apóstoles 17, 28).

            El mundo creado no está nunca dejado de la mano de Dios, aunque a veces pareciera que tratamos de zafarnos de ella. Él nos presta el ser y el obrar, todo lo que valemos y podemos. Su amor paterno nos cuida: “Amas a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces, pues, si algo odiases, no lo hubieras creado. Y ¿cómo podría subsistir cosa que no hubieses querido? ¿Cómo se conservaría si no lo hubieses llamado? Mas tú todo lo perdonas porque todo es tuyo, Señor que amas la vida” (Sabiduría 11, 24-26).

Rafael María de Balbín (rbalbin19@gmail.com)